DE GRUESO CALIBRE

26 de octubre de 1998

EL CONGRESO DE LA REpública sigue presenciado espectáculos salidos de tono por la intemperancia de algunos de sus miembros. La semana pasada el dudoso honor correspondió al senador Roberto Gerlein, quien no tuvo inconvenientes en usar palabras desobligantes sobre la anatomia femenina para descalificar los argumentos de sus contenedoras circunstanciales, las senadoras Viviane Morales y Piedad Córdoba. Lo peor fue que la actitud de Gerlein opacó la importancia del debate que se llevaba a cabo sobre la comisión Nacional de Televisión. En la Gráfica, tomada luego de los hechos, Gerlein parece reflexionar sobre el efecto que el incidente pueda reflejar en su imagen pública.

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