GUARDIAN DE LA HEREDAD

EN MEDIO DE LAS DIFICULtades que sufre la Nación, se cumplió el viernes de la semana pasada el sexto aniversario del asesinato de Luis Carlos Galán Sarmiento. Todos los colombianos -sin distinción de razas ni credos- repasaron con dolor las aciagas circunstancias de su muerte y, más que nunca, echaron de menos su presencia en un país azotado por la corrupción, convulsionado por los cuestionamientos a la clase gobernante y preocupado por el futuro de las instituciones. El día de la conmemoración, la tumba del sacrificado dirigente en el cementerio Central de Bogotá estuvo custodiada por un agente de la policía, que a lo largo del día vio desfilar a aquellos que se acercaron a rendirle tributo al malogrado líder.