LAS IDEAS SIGUEN

LA GRAN EQUIVOCACION b de quienes creen que un asesinato es suficiente para acabar con el legado de los grandes pensadores del país, se repitió la semana pasada en el atentado que segó la vida de Alvaro Gómez Hurtado. No acertaron con el martirio de Luis Carlos Galán; tampoco lo hicieron con la inmolación de Alvaro Gómez. Al contrario, sus ideas quedan escritas para siempre en las mejores páginas de la historia de una Colombia que en medio de la confusión, el asombro y el caos valora el aporte de dos hombres que, con su trayectoria limpia, lucharon por un mejor porvenir para sus compatriotas. Testimonio de ello es el debate en el que se enfrentaron en la campaña presidencial de 1986, al cual corresponde esta gráfica del archivo de 'El Nuevo Siglo'.