SORRY EN ZORRA

17 de abril de 1995

LA DESCOMUNAL PLACA de este carro de balineras bogotano parece resumir con cierta ironía la decepción que se llevaron los 500 millones de pobres del mundo que esperaban, por fin, que las puertas a la riqueza se abrieran para ellos en la reciente y ostentosa cumbre de las Naciones Unidas realizada en Copenhage, Dinamarca, que trató el tema de la pobreza. Pero, según parece, el propietario de este ingenioso medio de transporte decidió, por su propio riesgo, dejar de creer en santos y cerró las puertas de su carro hasta que una nueva cumbre lo redima.

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