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“Quiero ser senador de la República”

Luis Eduardo Díaz, el embolador que llegó al Concejo de Bogotá en 2000, hoy vende dulces y tintos en la calle 85 con carrera 11 y quiere llegar nada menos que al Congreso.

Semana: ¿Qué ha sido de su vida desde que salió del Concejo?

Luis Eduardo Díaz: Estuve muy deprimido. Duré cinco años sin salir a la calle de solo pensar que me tildaran de borracho. Ahora tengo mi puesto de dulces, pero tengo claro que no quiero hacer esto toda la vida.

Semana: ¿Qué fue lo más triste de su salida del Concejo?

L. E. D.: Es que a mí me robaron la curul. No fue por beber o robar… ¡Porque yo no me robé un centavo! Fue porque había estado preso. Y eso me dolió. Me convertí en un obstáculo para los que querían robar, y por eso creo que si hubiera estado en el Concejo no habría pasado el carrusel de la contratación.

Semana: ¿Le gustaría volver a la política?

L. E. D.: Claro. Yo intenté lanzarme al Concejo para estas elecciones, pero no pude porque no me levantaron la sanción que me prohibía participar en política en el tiempo que era. Ahora estoy concentrado en llegar al Congreso y ser senador de la República.

Semana: ¿Por cuál partido?

L. E. D.: No soy de partidos, ni de colores. Soy un hombre entregado al pueblo. Yo digo que a mí cualquier partido me avala y con cualquier partido me voy. Lo que necesito son votos.

Semana: ¿Por quién va a votar para la Alcaldía de Bogotá?

L. E. D.: Esta ciudad necesita una mujer, y como la única que aspira es Clara López, pues voy a votar por ella.

Semana: ¿A qué político admira?

L. E. D.: Al expresidente Samper. Lo admiro porque sacó el Sisbén. Si él hubiera sido presidente antes, tal vez yo no me robo esa farola para salvar a mi hija y no me sacan del Concejo. Como entonces no había salud, cometí un delito.

Semana: ¿Qué les dice a quienes insisten en que usted debería dedicarse a lustrar zapatos?

L. E. D.: Que no debieron estudiar para robar. Si yo, que lustré zapatos y llegué al Concejo de Bogotá, no me robé un peso… ¿Por qué ellos, que han estudiado en las mejores universidades, se roban la ciudad?