Portafolio

Mauricio Reina
24 de julio de 2007

En general la cartelera cinematográfica colombiana es poco variada y mediocre. Por ejemplo, en esta época de vacaciones el noventa por ciento de las pantallas se llenan con tres o cuatro estrenos del verano estadounidense de dudosa calidad. Sin embargo, las cosas podrían ser peores en un mercado tan reducido y tan concentrado como el nuestro. No hay que olvidar que Colombia tiene apenas la mitad de los espectadores anuales que tiene Argentina (situación lamentable teniendo en cuenta que ambos países tienen más o menos la misma población), que tres exhibidores tienen la mayoría de las pantallas, y que un par de conglomerados concentran la mayor parte de la distribución. Bajo esas condiciones económicas, es un lujo que existan distribuidoras independientes, que siempre haya en cartelera tres o cuatro películas de países distintos a Estados Unidos, y que sobreviva un circuito de salas dedicadas a un cine con más valor artístico que comercial. Claro que este segmento del mercado es muy reducido y no trasciende más allá de las grandes ciudades, pero hace unos años ni siquiera había eso...