Las camionetas salvaron el año automotor

Hasta hace poco tener una camioneta como vehículo particular era el sueño de muchos y la realidad de unos pocos. Al fin y al cabo, esos vehículos eran vistos como animales que consumían mucho combustible y de muy alto precio.

Sin embargo, en la medida en que los TLC avanzan –o que ya están en vigencia, como el firmado con México–, el consumidor mira con detenimiento lo que las marcas ofrecen y echa números.

El resultado es que la combinación entre precios competitivos y facilidades de crédito hace posible tener uno de estos SUV (Sport Utility Vehicle), que ofrecen la comodidad interior de un sedán y las prestaciones de un todoterreno.

Todo esto significa versatilidad, ese término que, según dice el Diccionario de la Real Academia, es la “capacidad de adaptarse con facilidad y rapidez a diversas funciones”. Precisamente es lo que necesita un automóvil en la geografía nacional pues con tanto hueco, desnivel, terraplén, derrumbe, subida y bajada requiere un buen ángulo de entrada, una buena altura sobre el suelo y un buen ángulo de salida, además de la posibilidad de tracción en las cuatro ruedas.

El ángulo de entrada es aquel que se mide desde las llantas delanteras hasta el parachoques y, mientras más amplio sea, el vehículo impactará menos contra los terraplenes. 

Por su parte, la altura sobre el suelo se mide desde el punto más bajo de los elementos mecánicos del vehículo (normalmente la carcasa de los diferenciales) e indica qué elevación de objetos puede superar sin golpearse. Por último, el ángulo de salida se mide desde las llantas traseras hasta el parachoques, y muestra cuánto puede elevarse la parte delantera del carro sin que esa pieza se estrelle contra el suelo.

Un factor que ha desplazado la demanda de otros segmentos hacia las camionetas es la disponibilidad de motores diésel. El refinamiento de los motores de esta clase ha hecho que se olviden las malas experiencias del pasado: en virtud de los turbocargadores, los motores turbodiésel entregan la potencia y el torque más rápidamente, no emiten tanto humo y son más silenciosos. Además, gastan la mitad de uno de gasolina de similares características.

A lo anterior se une el hecho de que hoy día el nivel de vida de los colombianos ha mejorado. Así mismo, gracias a la mayor competitividad en los precios por la tasa de cambio, es posible para un mayor número de personas dar el salto a las camionetas.