PROVEEDORES DE CONSTRUCCIÓN Y DISEÑO

La calidad ante todo

Además de garantizar la durabilidad y resistencia de las construcciones, las empresas en el país buscan también usar materiales y técnicas sostenibles.

16 de mayo de 2015

Se pueden contar años, incluso décadas, desde que la calidad empezó a importar tanto o más que la cantidad. Hoy es imposible separar este concepto al momento de evaluar un producto industrial. Y en el caso de la construcción no es diferente.

La calidad es precisamente el valor agregado de un sector cuyas buenas elecciones solo pueden medirse a través del tiempo: en el tipo y la resistencia de los materiales, la calidad de los acabados, la selección de colores y en distintos elementos que confluyen en la armonía e identidad de un ambiente.

Pero garantizarla no es una preocupación exclusiva de los proveedores. La normativa actual del sector es más robusta, si se compara a la de hace diez años, y está centrada en garantizar una mayor exigencia y compatibilidad de los materiales y las técnicas de construcción. Tanto que  cada una de las categorías de productos existen normas, variables y parámetros que miden la durabilidad, resistencia e idoneidad para los que fueron diseñados.
Paula Andrea Fernández, gerente de mercadeo de materiales y pinturas Corona, cuenta que la NTC 1560, por ejemplo, es una nueva norma técnica colombiana para adhesivos de revestimientos donde se describen parámetros específicos para una clasificación más exigente de los productos. “Hoy los morteros, estucos y pegantes –dice Fernández- ya vienen predosificados desde su fabricación y solo necesitan mezclarse con agua. Un gran avance si se comparan con los tradicionales que eran preparados en obra sin garantías y medidas exactas en las recetas”.

El mejor negocio es construir bien desde el principio. César Sánchez, gerente de la cuenta construcción de Sika, explica que cada etapa de la obra, desde la cimentación hasta la cubierta, es vulnerable a la intrusión de agua y al envejecimiento. Él explica: “Si no se utiliza el sistema o producto adecuado, con el tiempo se van a presentar humedades, fugas de aire y deterioro prematuro de los materiales de construcción”. Finalmente esos problemas pueden afectar la salud de los habitantes, generar altos costos de energía y “hasta reducir la vida útil de la edificación que finalmente resultan en costosos mantenimientos y reparaciones”.

En este sentido la construcción colombiana tiene un nuevo objetivo que en un futuro, no muy lejano, debe convertirse en una medida estándar: ser sostenible. En la actualidad, marcas como Tito Pabón le apuestan a una línea más ecológica: pinturas de bajo VOC (compuestos orgánicos volátiles que contienen carbono).
Corona, además, ofrece impermeabilizantes que se aplican en frío sin los riesgos y contaminación del soplete, y estucos que al lijar producen poco polvo. En esta línea también se cuentan los sanitarios y la grifería que permiten ahorrar el consumo de agua,  y productos con baja huella de carbono.

Una base duradera

En cuestión de pisos, por ejemplo, la cerámica es uno de los materiales preferidos. Homecenter y Corona, dos de los proveedores de construcción más grandes del país, coinciden en que este piso es una de las opciones más rentables para los compradores porque garantiza mejores condiciones de asepsia que otros productos, tiene perdurabilidad vitalicia y puede adaptarse a todo tipo de climas sin variar sus propiedades.

Estos productos poseen además una característica extra: no tienen un alto impacto sobre el medioambiente, pues son elaborados en procesos totalmente ecológicos que involucran agua (recirculable) y materiales reciclados.

Calidad, de la mano del cuidado ambiental

Andrés Ramírez, vicepresidente de Mitsubishi Electric de Colombia, empresa líder en el país en equipos con altos estándares de calidad, explica que este tipo de productos permiten el desarrollo de las ciudades “por su reducido consumo de energía y la baja generación de CO2 y también porque son equipos de gran durabilidad”. En ese sentido, explica, los productos de alta calidad mejoran la vida diaria de las personas y a largo plazo son mucho más económicos para el país.