Niños activos, adultos saludables

Muchos de los padecimientos que sufre la población adulta, como las enfermedades crónicas, tienen sus orígenes en los hábitos de vida que se adquieren durante la primera infancia. Por eso, y dada la relación directa que existe entre la actividad física y el buen funcionamiento de los mecanismos que organizan el sistema nervioso, es necesario proveer experiencias motoras altamente estimulantes que favorezcan el desarrollo integral de los pequeños. 

Así que cuanto más estimule el medio ambiente la realización de la actividad física, más conexiones positivas se forman en el cerebro del niño o niña y su progreso es mejor en todos los aspectos de su vida.

Es por esta razón que los padres y cuidadores de niños deben tener conocimiento sobre las ventajas del juego como principal estrategia de actividad física, así como de las recomendaciones para promover dicha actividad en los primeros años, con el fin de lograr el sano crecimiento de los pequeños y garantizarles una buena salud para el resto de su vida. (Ver más)