En Colombia, las perspectivas generales son positivas porque se trabaja con un control de inventarios y existe preferencia por los proyectos sobre planos.

Construcción de viviendas y oficinas

El sector seguirá adelante

Para 2016, el sector de la construcción espera crecer 9,7 por ciento, a pesar de la baja en viviendas y, sobre todo, en oficinas de estratos altos.

9 de marzo de 2016

Todo indica que este año la construcción mantendrá su buen ritmo. Aunque algunos sectores económicos ya muestran alguna desaceleración, la alta demanda de inmuebles nuevos, especialmente de viviendas, permitirá que en 2016 el sector crezca 9,7 por ciento, según las proyecciones de Camacol.

El gremio asegura, además, que ese resultado, que equivaldría a tres veces el previsto para la economía colombiana, se deberá a la política pública de vivienda y de construcción de centros educativos, además de la reducción de precios de los últimos años, sobre todo en viviendas de estratos tres y cuatro, lo que ha recuperado el mercado hipotecario en Bogotá.

Sandra Forero, presidenta ejecutiva de Camacol, afirma que las perspectivas positivas también se deben a que los mercados inmobiliarios del país son dinámicos y sanos. “De igual forma, los riesgos se minimizan porque existe un control de inventarios y prevalece la preventa de los proyectos”, explica la dirigente gremial, quien agrega que igualmente los programas del gobierno impulsan el sector.

Si se habla por segmentos, el de la vivienda tiene las mejores proyecciones, y aunque entre 2014 y noviembre de 2015 las licencias de construcción se redujeron 7,2 por ciento, eso no detendrá el crecimiento de las obras, especialmente en estratos tres y cuatro.

Bogotá, Antioquia, Cundinamarca, Santander, Valle del Cauca y Atlántico reportaron el mayor número de licencias aprobadas. No obstante, departamentos con capitales más pequeñas han sorprendido por su gran dinamismo, como Nariño, Boyacá, Tolima, Huila y Meta.

Pero el panorama no es el mismo para el segmento de oficinas, que durante los últimos años mantuvo un dinamismo importante impulsado por el crecimiento de las empresas locales y la llegada de multinacionales de la mano de la inversión extranjera. Pero la cantidad de edificios superó prontamente la demanda y hoy se habla de una sobreoferta que tendrá como consecuencia menores precios de compra y arrendamiento, además de una gran cantidad de inmuebles disponibles que permanecerán sin uso más tiempo del acostumbrado.

María Clara Luque, presidenta de Fedelonjas, explica que a pesar de la coyuntura, para este año el negocio de las oficinas no deja de ser atractivo pues, si se habla en términos económicos, adquirir un inmueble de este tipo es mucho más rentable que, por ejemplo, una vivienda. “Podría decirse que la construcción de oficinas ya paró, y que los que vienen realizando esos proyectos lo hacen sobre pedido o demanda específica, pero eso no debería suponer un problema para el sector, pues esto permite aterrizar los precios a la realidad del mercado”, dice.

En total, el licenciamiento para la construcción de oficinas se redujo 62,1 por ciento, frente a los datos registrados en 2014. Pero otros segmentos de la construcción también han registrado bajas significativas en materia de licencias de construcción. Y ese es el caso de los hoteles (-28), la industria (-14,6) y, en menor medida, el comercio (-0,8). Han tenido datos favorables las obras de administración (44,8), sociales (35,4), educativas (27,5), religiosas (26,6), hospitales (26,5) y bodegas (8,1).