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SALÓN DEL AUTOMÓVIL

El mundo en la capital

Con diversas novedades en todos los frentes, abre sus puertas el Salón del Automóvil de Bogotá.

18 de noviembre de 2014

Evolucionando edición tras edición, el Salón del Automóvil de Bogotá ya es una exhibición cosmopolita donde se dan cita los fabricantes para dar a conocer en primicia local (e incluso regional) sus nuevos modelos y tecnologías.

En materia de autos compactos, llegan modelos asiáticos como los Hyundai Grand i10 sedán y Mitsubishi Mirage, que pasan de inmediato a las salas de venta. Lo mismo ocurre con los nuevos Honda Fit y Volkswagen Polo, cuyas características los acercan a una gama superior.

El segmento mediano también es objeto de atención, pues las nuevas generaciones de los Peugeot 308 y Toyota Corolla arriban al país para dinamizar los portafolios de estas marcas. Volkswagen no se queda atrás y presenta el facelift del Jetta, en oposición directa al nuevo Mazda3 de origen mexicano.

No pueden faltar las grandes berlinas en esta edición del salón, siendo las principales vedettes el nuevo Subaru Legacy y el Volkswagen Passat de especificaciones estadounidenses. BMW y Mitsubishi aportan la nota “eco” al anunciar la comercialización de sus compactos i3 e i-MiEV.

Los modelos de capricho también dan mucho de qué hablar con la llegada de los, Ford Mustang GT, Jaguar F-Type Coupé y Porsche 911 Targa, por citar algunos. Mención especial para el nuevo Audi TT Coupé, presentado hace unos meses en Europa y que llega en primicia para la región. Otra novedad es el desembarco de la marca inglesa Caterham y sus singulares biplazas deportivos.

Los SUV también tienen varias novedades de todos los tamaños y especificaciones, pues Suzuki introduce el compacto S-Cross, mientras que Nissan y Subaru mostrarán los renovados Qashqai y Outback. Porsche exhibe el restyle del Cayenne y Volvo ofrecerá el XC60 en versión diésel D5.

Así, Corferias se convierte en el lugar de moda para hablar de carros y ser testigos de una mayor implementación de los avances tecnológicos en los modelos que gozan de mayor aceptación, un “privilegio” que hasta hace unos años fue exclusivo de las billeteras más abultadas.