Especiales Semana

-VALLE DEL CAUCA-

26 de marzo de 1990

EL VALLE DE LOS DESCUENTOS
"Compre en Cali y alójese gratis" es el nombre del nuevo programa lanzado por el Fondo Mixto de Promoción del Valle del Cauca. Más allá de la idea de rumba que tradicionalmente ha identificado a este departamento del occidente colombiano, los vallecaucanos han venido trabajando desde hace algunos años en pro de las facetas industrial y comercial que cada vez cobran más auge en la región.

No significa esto que Cali haya dejado atrás sus escenarios de la salsa, su alegría incomparable. Se trata, en realidad, de combinar de la mejor manera los negocios con el placer.

Ahora, conscientes de la fortaleza comercial en que se han convertido, los vallecaucanos han empezado a mostrar las grandes ventajas de comprar en Cali. Además de contar con frentes tan desarrollados como el del calzado, la moda, la joyería, los muebles y las artesanías, entre otros, la oferta comercial de Cali también se beneficia con la cercanía al puerto de Buenaventura, que es, al fin y al cabo, la puerta de entrada y salida de un sinnúmero de productos.

Con el nuevo programa, comprar en Cali incluye no sólo la opción de adquirir productos a un precio bajo y divertirse en el departamento de la alegría, sino que al mismo tiempo se ofrece la oportunidad de hospedarse gratis. Gracias a los bonos de descuento que se entregan en los puntos de venta, el visitante puede lograr un amplio descuento en los principales hoteles e incluso con los bonos sobrantes puede emprender recorridos turísticos por las diversas zonas del Valle.

CONOCER PARA QUERER
Otro programa que está revolucionando el manejo del turismo en el Valle del Cauca es el emprendido por la Corporación Regional de Turismo del Valle, Cortuvalle.

Se trata de un tipo de turismo educativo, denominado "Enséñame tu municipio", que consiste en un programa de intercambio entre los niños de las diversas escuelas del departamento. "Con la seguridad de que conocer y disfrutar de los encantos de la región es el primer paso para que en el futuro estos sean presentados con agrado a los visitantes, asegura María del Mar Vidal, directora de Cortuvalle, emprendimos este programa para que los niños de las escuelas se conviertan en multiplicadores dentro del proceso de promoción turística. El primer paso es que los niños conozcan los encantos de su propio municipio, con recorridos por la ciudad y completos programas audiovisuales. Luego, ellos deben encargarse de recibir la visita de un grupo de otro municipio, para enseñarle lo que ya conocen. Finalmente, sus visitantes serán luego los anfitriones en un paseo posterior".

Este programa, al tiempo que garantiza un adecuado conocimiento del departamento por parte de sus propios habitantes, fortalece los encantos típicos de cada región. En realidad, en el Valle del Cauca llama la atención el gran número de fiestas populares, como el Festival del Mono Núñez, el Festival de la Maceta, el Festival de Música de Carrilera o el Reinado de la Caña.

Y es que definitivamente vale la pena conocer el Valle en pleno. La rumba es clave, pero los encantos vallecaucanos van mucho más allá.

DICCIONARIO VALLUNO

Apenas un ensayo... un verdadero diccionario vallecaucano abarcaría considerable espacio y seguramente, estaría escrito en otro tono. 20 palabras solamente, que reflejan algunos de los encantos de tan amable departamento.

Juanchito: Del puente para allá, la rumba en pleno. Las chivas repletas de turistas se de tienen frente a las luces de neón de calles multi colores donde se rinde culto a la pachanga. Las notas de la salsa hacer vibrar a los morenos.

Ballet: Muy pocos se perdieron de un espectaculo como el de "Barric Ballet" y hoy se lamentan. El lenguaje del cuerpo alcanza su máxima expresión y el auditorio enmudece. Desde Cali la "fábrica" de bailarines de Colombia constituye otro renglón de exportación.

Paraíso: En esta hacienda y en Cañasgordas se vivieron los grandes romances de la literatura colombiana. El amor no sobrevivió, pero quedó la imponente arquitectura que refleja la forma de vida de los vallecaucanos de siglos atrás.

Chontaduro: Las morenas lo venden en las esquinas. Llegan muy de mañana con los platones llenos y al medio día no queda ni uno. Afrodisiaco, dicen, como el borojó. Los platones se vuelven a llenar para la demanda vespertina.

Rayo: Diez kilómetros para el arte. El museo vial de Roldanillo hay que conocerlo. Más de dos mil grabados. Sólo una advertencia: "las visitas al Museo Rayo causan hábito".

Azúcar: Por algo, el departamento dulce de Colombia. La magia verde de la caña se transforma en los grandes. Y en el solar de las casas, para adornar la maceta que reciben los ahijados de sus padrinos el día del bautizo.

Cruces: Desde el cerro de las Tres Cruces, o desde el cerro de Cristo Rey, los vallunos confirman que "del cielo, Cali la sucursal".

Salsa: En el Valle se trabaja duro. Pero siempre hay tiempo para la rumba caliente, para mover la cintura al ritmo tropical.

Champús: El de Lola es famoso. Hojas de naranjo, peto y demás, para calmar la sed. En otros sitios lo hacen con aguita de coco.

Valluna: Género, femenino. Familia colombiana. Especie, hermosa por naturaleza y por tradición. Perseguida por poetas y compositores como musa de su inspiración.

La Ermita: A su paso, el río Cali la reconoce como simbolo por excelencia de la capital valle caucana. Encabeza una lista donde aparecen también el Teatro Municipal, el Edificio Otero, el Puente Ortiz y otros.

La Tertulia: Para admirar, por fuera y por dentro. Demuestra que en el Valle la cultura es de alto vuelo. Lo corrobora ampliamente el Festival Internacional de Arte, de Cali.

Pandebono: Familiar del pandeyuca y de la almojábana. Invitado a juntas directivas y a onces callejeras.

Milagros: Este señor de Buga --La Ciudad Señora-- los hace muy a menudo. Vienen, incluso desde Argentina, para asegurar temporada de goles. Para los peregrinos colombianos, santuario de primera categoría.

Ciudades: El Valle del Cauca crece unido. Como pocos, este es un departamento de ciudades. Y lo mejor, cada una con aspectos típicos para mostrar.

Feria: En ella encontraron los caleños --y los miles de visitantes que llegan hasta La Sultana por esa época-- la mejor forma para despedir un año y recibir el otro. Alegría por donde se le mire.

América: "El Palomo" vuelve a su tierra... el Pascual se viste de rojo.

Amenaza: Redín no pierde bola... el Pascual se viste de verde.

Uva: Otro motivo dulce del Valle. Grandes racimos salen de La Unión (también de Ginebra) y pueden fácilmente terminar en los supermercados europeos.

Papel: Buena parte de los mensajes colombianos van impresos en un trozo del Valle del Cauca.