Especiales Semana

1997, UN AÑO DIFICIL

SEMANA le preguntó a presidentes de bancos y corporaciones cómo ven las perspectivas del sector financiero para el próximo año.

28 de octubre de 1996


María Luisa Chiape
Superintendente bancaria
En general el sector financiero está sólido. Hay buenas perspectivas, aunque hay que reconocer que no estamos en el momento del boom del consumo y de otros sectores de hace unos años. Estamos ante una situación más ajustada, mucho menos artificial. El sector financiero seguirá intensificando la modernización de sus sistemas y cuidando la cartera vencida como lo ha estado haciendo. Todos los indicadores apuntan hacia una situación económica mejor, como lo afirman analistas independientes que no están haciendo política. Los bancos están creciendo en activos, patrimonios y operaciones. El sector no está en recesión y tiene un crecimiento más acorde con las condiciones del país. Se están adaptando a las metas macroeconómicas.
José Fernando Hurtado
Presidente Interbanco
Primero, un mantenimiento de una oferta amplia de servicios financieros para el mercado en Colombia para personas naturales y para empresas y corporaciones. Segundo, una presencia más intensa de competencia extranjera en el mismo mercado. Como resultado de lo anterior, de una política monetaria menos restrictiva que en los últimos años y las expectativas de revaluación, debe existir una tendencia a contracción del margen de intermediación y al mantenimiento de un nivel moderado en las tasas de interés domésticas. Adicionalmente, debe acentuarse un proceso de mayor productividad y eficiencia del sector financiero en Colombia.
Orlando García
Presidente Credibanco Visa Consideramos que el proceso de desaceleración que presenta en general la economía se va mantener durante el próximo año. La tasa de interés será sin duda alguna un factor determinante y el manejo coordinado de la política fiscal y monetaria tendrá gran influencia. En lo que se refiere al sector financiero, está en esta oportunidad mejor preparado en general para enfrentar la difícil coyuntura. El negocio de las tarjetas de crédito tendrá un crecimiento discreto, positivo en términos reales, pero inferior al de los últimos cuatro o cinco años. Esperamos que los índices de calidad del negocio se mantengan en los niveles actuales. Han venido registrando algún deterioro producto de la desaceleración. De todas formas creemos que aunque la situación es compleja, lo es menos que las expectativas de los agentes económicos.
Federico Rengifo
Presidente ejecutivo Banco de Colombia El año 1997 va a significar retos completamente distintos. Pienso que los asuntos medulares de la economía serán la agudización del problema fiscal y las expectativas de inversión. Si los colombianos no logramos despejar el ambiente de incertidumbre política, tampoco conseguiremos solucionar de fondo estos problemas. En ese ambiente los indicadores económicos principales serán similares a los de este año. La inflación no bajará, las tasas de interés continuarán altas y la devaluación tendrá una trayectoria demorada. En el sector tendremos que comprobar nuestra fortaleza patrimonial porque si sigue aumentando el desempleo y continúa bajando el crecimiento del PIB en los sectores no petroleros se mantendrá el proceso de deterioro de la calidad de cartera.
Alejandro Figueroa
Presidente Banco de Bogotá
Primero, va a ser un sector mucho más competido por la llegada de los bancos extranjeros como el Bilbao-Vizcaya y otros que contemplan la posibilidad de inversión en la banca colombiana. Segundo, el crecimiento de la cartera será moderado. En el mejor de los casos la recuperación económica se iniciará en el próximo año. En el resto de este año aumentará la cartera vencida como proporción de la cartera total. Esperamos que el año entrante eso cambie.
Luis Fernando Tobón
Presidente Banco Superior Como resultado de la crisis económica y la imposibilidad de superarla en el corto plazo, 1997 se perfila como un año difícil para las entidades financieras. Continuará el deterioro de la cartera de créditos ya que una mayor cantidad de empresas tendrán dificultad para cancelar sus deudas al sector financiero como resultado de la baja demanda y las altas tasas de interés. Los entes territoriales continuarán con sus deudas vencidas, debido a su alto endeudamiento y a la reducción esperada en las transferencias. Además, habrá un reducido incremento en ingresos financieros debido al descenso en la demanda de crédito por parte de las empresas y personas y por el deterioro de la cartera y la colocación restringida de crédito por parte del sector financiero.
David Hutchinson,
Presidente Banco Anglocolombiano Hay que tener en cuenta varios aspectos. Evidentemente se acabó el boom del consumo (1991-95). La economía tiene que encontrar un nivel más estable al bajar el crecimiento de la cartera de consumo. Lo que domina ahora es la inversión en infraestructura, petróleo, gas, electricidad y comunicaciones, que va ser muy grande en los próximos años. El gobierno tendrá que tomar medidas decisivas para acabar con el pasado y apoyar la entrada del sector 'mercado libre' en áreas antes reservadas para el Estado. El año entrante va a haber una mejoría al comenzar a reactivarse la economía. Estábamos acostumbrados a años demasiado fáciles.
Efraín Enrique Forero
Presidente Davivienda
Creo que el sistema financiero afrontará un año difícil en 1997. El deterioro actual de diferentes sectores de la economía y los altos niveles de desempleo tendrán como consecuencia un deterioro aun mayor de la cartera de crédito de las entidades. De otro lado, el déficit fiscal y las altas tasas de interés serán generadores de incrementos en los costos de captación, afectando considerablemente los resultados del sector. Creo que debemos prepararnos para épocas que exigirán lo mejor de nosotros. Mil novecientos noventa y siete será difícil, no hay duda, pero el horizonte es aún prometedor.

Santiago Perdomo
Presidente Banco Colpatria
El próximo va a ser un año más difícil que éste. El deterioro de los estados financieros de las empresas se acentuará: baja en los ingresos, aumento en los inventarios y cuentas por cobrar llevarán a las empresas a endeudarse y a asumir mayores gastos financieros. Conclusión: malos resultados. La no definición política de la crisis continuará desanimando a los inversionistas a emprender ensanches y nuevas empresas. Las compañías continuarán el proceso de racionalización de los gastos con la consecuencia del aumento en el desempleo. Mientras la inflación y los encajes no bajen, el costo del dinero será alto, aunque menor al observado en 1996. El dólar puede tener brotes especulativos, dependiendo de las sanciones económicas, orden público y crisis política. El sistema financiero debe buscar proteger los estados financieros con la constitución de adecuadas provisiones y así evitar descalabros. En todo caso Colombia es un país rico y trabajador que ha superado otras crisis, se requiere que trabajemos el doble para ganarnos la mitad.