Especiales Semana

AGUA PATA TODOS

De acueductos "caseros" dotará "Gaviotas" a la Orinoquía y Amazonía colombianas

6 de junio de 1983


Uno de los más grandes propósitos del Centro Experimental de Gaviotas está a punto de convertirse en una realidad. Después de casi 15 años de existencia, este centro está en capacidad de llevarle agua a todas las comunidades de los Territorios Nacionales gracias al programa "Agua para Todos", en el que participan varias entidades relacionadas con el desarrollo de la Orinoquía y la Amazonía colombiana.

Este plan es muy ambicioso sin lugar a dudas. Su realización es hoy posible porque varias entidades están contribuyendo con esta empresa. Bajo la coordinación institucional de DAINCO (Dirección Administrativa de Intendencias y Comisarias) y la ejecución de Gaviotas, las distintas intendencias y comisarias, los servicios seccionales de salud, los fondos educativos regionales, la Loteria de los Territorios Nacionales y el SENA han aportado dineros y personal. Esto resulta excepcional en un medio como el nuestro donde cada entidad pone sus condiciones para trabajar y nunca logran ponerse de acuerdo para emprender empresas comunes. Tal vez fue el agua la que logró reunir intereses diversos a nivel de comunidades como de instituciones.

El personal que trabajará durante cuatro años en el plan "Agua para Todos" tomó un curso de instalación de microacueductos. Cada uno de ellos es un experto en todos los pasos de la instalación, desde la perforación de pozos hasta la estructuración de sistemas de mantenimiento. Estos acueductos están siendo construidos por ocho equipos, cuatro terrestres y cuatro fluviales. Son unidades tecnológicas (camiones o falcas) apoyados por pequeños vehículos (Jeeps o lanchas) y entre todos están en capacidad de afrontar simultáneamente unas cuarenta obras que se encuentren en distintas etapas.

Además de su técnica, las personas que participan del programa son los catalizadores que logran unir a una comunidad en un propósito común además de instruirla en el manejo, el cuidado y la reparación del acueducto. Este, una necesidad vital de una comunidad, se convierte así en un patrimonio construido en equipo que la misma comunidad está en capacidad de mantener. Porque además se escoge un responsable del acueducto, una especie de representante técnico que tiene repuestos y que está en contacto con Gaviotas en caso de que ocurra una falla que él no pueda reparar. Este panorama que interrelaciona tantos factores de tipo técnico y social contrasta con el sistema tradicional, en el cual unos técnicos instalan un acueducto y desaparecen, sin que nadie en el lugar sepa qué hacer si algo falla, excepto esperar.

Un acueducto cuesta entre cien mil y doscientos mil pesos en principio, y el precio máximo permitido es de trescientos mil pesos por proyecto. Se pretenden construir unos quinientos acueductos al año, lo que hace pensar que en 1986 las mil setecientas comunidades existentes en los Territorios Nacionales tendrán su acueducto barato, eficaz y que están en condiciones de tener trabajando ellos: los construyeron y saben repararlo.

Después de mucho tiempo dedicado a la investigación tecnológica, Gaviotas está en condiciones de culminar el propósito para el cual fue creado. Otros proyectos de aprovechamiento de energía solar, del uso de los suelos para fines agrícolas y de investigación forestal han convertido a Gaviotas en un ejemplo de desarrollo tecnológico basado en los recursos y las necesidades de una región del Tercer Mundo. Pero el plan "Agua para Todos", además de llenar un vacío cuando el Estado es demasiado grande para lograr obras pequeñas, es una respuesta concreta de un grupo interesado en demostrar que el desarrollo, además de llegar por el camino de las autopistas, también puede encontrarse ahí, entre los potreros y los caños que, de pronto, se llenan de molinos de viento que garantizan agua para todos.--