Especiales Semana

Ahí están pintados...

Dibujar, además de ser una de las actividades favoritas de los niños, les da la oportunidad de expresarse más allá del lenguaje.

13 de abril de 2003

Dos dibujos de los niños siempre son el orgullo de los padres, quienes no pueden evitar exhibirlos en sus escritorios, en el estudio, en la nevera e incluso algunos los enmarcan para perpetuar las obras de arte realizadas por ellos.

Cuando los pequeños están aprendiendo a hablar, los dibujos son una manera de complementar el lenguaje que apenas comienzan a manejar. Es por eso que entre los 2 y los 3 años hacen dibujos generalmente en círculos, con un cierto control y muchas veces hablan mientras dibujan, como si quisieran ir contando lo que están plasmando en el papel, y les interesa más los colores que las formas.

Entre los 3 y los 4 años hacen figuras más parecidas a la gente y empiezan a identificar las facciones, como ojos, nariz y boca. De los 4 a los 5 años pintan cosas que les llaman la atención de la realidad, e incluso se representan a sí mismos. A los 5 años van perfeccionando el trazo y las formas y plasman cosas concretas como su mascota, su casa?

Pero además de lo 'bonitos' o especiales que puedan parecer los dibujos de los niños, estos también reflejan muchas veces sus estados de ánimo y saber observarlos es una forma de conocerlos mejor y descubrir lo que les pasa.

Dary Lucía Nieto, sicoterapeuta familiar dice que "muchas veces los padres se preocupan cuando los niños en una edad temprana utilizan demasiados colores oscuros como el negro y el café, pero en realidad estos colores despiertan su interés porque son fuertes y pueden servirles para expresar una alegría o un triunfo que los satisface".

Hay otros aspectos recurrentes en sus dibujos, que aunque no son una constante y no siempre tienen el mismo significado, pueden ser clave para descubrir emociones que los niños no logran expresar con palabras. Cuando ellos pintan muchas caras generalmente evidencian una facilidad para relacionarse con otros. También pueden pintar muchas veces a alguien que les incomode.

Los dibujos con trazos muy cortos y rectos pueden ser una manifestación de algo que les molesta. Los tachones drásticos sobre las figuras pueden representar algún conflicto. Las líneas más suaves, onduladas y curvas generalmente las realizan cuando están contentos, y las figuras de personas muy llenas de detalles, más grandes que los otros y situadas a la izquierda, pueden indicar un afecto especial por esa persona, generalmente de la familia.

La doctora Nieto sugiere que "para poder observar los dibujos de sus hijos, los padres pueden generar espacios para estas actividades de manera espontánea, y cuando el niño le enseñe el dibujo, preguntarle cosas al respecto, apreciando su trabajo y mostrándose curioso frente a lo que pintó. Añade que para los niños el dibujo es también una búsqueda de aceptación y aprobación y los adultos deben despojarse de parámetros como la belleza y la estética"

Los dibujos infantiles también dejan ver un 'estilo' de desarrollo intelectual llamado inteligencia pictórica. Hay niños que desarrollan esta capacidad más que otros y pintan cosas a las que confieren movimiento, luego de captar y transformar las cosas que ven diariamente y llaman su atención. Sin embargo el hecho de que un niño "pinte o dibuje mejor" no quiere decir que necesariamente vaya a ser un artista, es una condición que él debe ir explorando por sí mismo poco a poco.

Algunos no se muestran interesados en dibujar, lo cual no debe concebirse como algo fuera de lo normal; simplemente encuentran formas de expresión en otras actividades lúdicas. Sin embargo los padres pueden enseñarles diferentes materiales, dándoles la oportunidad de encontrar alguna técnica que les agrade.

Expertos en el tema de desarrollo infantil coinciden en que en las primeras etapas los niños deben pintar con las témperas o vinilos que pueden ser utilizados con los dedos. Al respecto la doctora Nieto asegura que "está comprobado que cuando los padres y profesores dejan que los niños se 'ensucien', estimulan mucho su sociabilidad. Son aquellos a los que generalmente se les llama 'menos tímidos'. También hay otros que siendo muy pequeños pueden manejar un pincel porque tienen una motricidad más fina".

Los niños tienen una especial fascinación por las paredes a la hora de hacer sus 'obras de arte', por eso los papelógrafos y las hojas blancas o de colores de gran tamaño atraen mucho su atención, ya que son espacios 'amplios' para dar rienda suelta a su creatividad. Crayolas, marcadores gruesos y otros elementos complementan el kit que, bien sea en el colegio o en casa, harán de la pintura y el dibujo un excelente pasatiempo para ellos.