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AL SUBIR EL YEN, PIERDE SONY; AL BAJAR EL DOLAR, GANA

El gerente Morita no sabe si gana o pierde dinero

18 de enero de 1988

DURANTE LOS últimos 18 meses, Sony of America, filial de Sony Corporation, ha vendido más que nunca.

Pero como Sony es una empresa japonesa, tiene que convertis todas las cifras a yenes.

En términos de yenes, las ventas mensuales de Sony están en decadencia.

¿Es Sony of America una empresa que progresa o que declina?
Las cifras consolidadas del ejercicio de 1987 muestran una merma en las recaudaciones. Supongamos que la casa matriz de Sony Corporation se muda a Nueva York y se convierte en una empresa estadounidense. Entonces nuestras cifras estarían en dólares.
Calculadas en dólares, las ventas de Sony mostranan un aumento del 30 por ciento.

Pero supongamos que la cotización cambiaria oscile nuevamente a favor del yen. ¿Nos mudamos de vuelta a Tokio? ¿Se convertirán las multinacionales en un juego de las sillas vacías?
Bajo el sistema actual de cotizaciones votantes, se negocian diariamente enormes sumas de dinero--hash 300.000 millones de dólares--para realizar rápidas ganacias. Como todos los productos que Sony tiene para la venta valen mucho menos que 300.000 millones de dólares, ¿deberíamos tratar de comerciar divisas, en vez de productos? ¿Estamos jugando el juego equivocado?
Antes de invertir, los ejecutivos juiciosos deben calcular el beneficio de sus inversiones. Pero como consecuencia de las fluctuaciones del valor del dinero, esto ya no resulta posible. Como las inversiones en tecnología de avanzada son muy costosas para las empresas, los ejecutivos no pueden justificar sus decisiones de invertir, si no pueden calcular los beneficios de esa inversión. No se edificarán nuevas fábricas, y la industria se paralizará.

Bajo estas condiciones, los ejecutivos pueden fácilmente perder su sentido de dirección o propósito. Algunos gerentes han tratado de unirse al imperio del mercado de divisas internacional. Algunos no pueden seguir adelante. Pasan horas frente a una pantalla que centellea las cotizaciones del día.

Es perturbador ver a las grandes empresas industriales participando en el juego del dinero, y destinando a sus mejores empleados al juego del intercambio internacional.

Hoy, corredores de divisas con un teléfono en cada oreja determinan el valor del dinero.

No estoy diciendo que tenemos que volver al sistema de cotizaciones fijas, pero necesitamos crear un mecanismo que nos de una idea más clara y segura del valor de nuestro dinero en el futuro.

Antes era tan sencillo. El dólar era fuerte, y todos los que tenían dólares se sentíanseguros. Mientras el dólar estaba fuerte, la base económica seguía firme.

Pero los tiempos han cambiado. El dólar ya no es todopoderoso. EE.W. ha pasado de principal país acreedor a principal país deudor. El american way of life está financiado por capitales extranjeros, mayormente japoneses.

El dólar en decadencia es una indicación irrefutable de que la economía estadounidensé se está hundiendo. El debilitamiento de la economía y el dólar estadounidenses afecta inmediatamente la economía y la moneda de todos los demás países. El dólar ha unificado al mundo. Si la economía estadounidense falla, inevitablemente habrá una recesión mundial.

Algunos están hablando de buscar alternativas al sistema de cotizaciones flotantes. Tal vez se podría fijar una gama dentro de la cual el yen, el marco alemán y el dólar podrían flotar. Algo así como lo que tienen en el sistema monetario europeo.

Tenemos que encontrar un método más constructivo, productivo e innovador para revitalizar la economía mundial.
Necesitamos ideas brillantes para mantener vivo al mundo económico libre.

"FAROLITOS" CAMBIAN VERDES
Corredores callejeros ilicitos prosperan en Buenos Aires NECESITA CAMBIAR un billete de 10 dólares en Buenos Aires? Hable con un "arbolito" o con un "farolito" de la calle Florida, una de las principales calles comerciales de esta cosmopolita ciudad.
Los "arbolitos", impecablemente vestidos, citan incesantemente cotizaciones de divisas, y los "farolitos", en susurros con fuerte acento bonaerense ofrecen comprar dólares "a los mejores precios de la ciudad".
Ambos eufemismos se aplican a los corredores callejeros, el denominador común más bajo de uno de los pocos negocios hiperactivos de Argentina--el cambio de moneda.

Estos minicorredores trabajan desde una "cueva", en este caso un pequeño y discreto departamento u oficina con dos requisitos indispensables: teléfono y puerta trasera. El que opera la "cueva" es un financista no inscrito que hace sus transacciones desde el bolsillo del pantalón. Mantiene contacto telefónico a través de las lineas ilícitas que cubren el cielo ciudadano como redes de vasos sanguíneos. Es una profesión precaria.

Aunque las casas de cambio privadas se cerraron hace unos meses, los arbolitos de la calle siguen en pie, como la red de traficantes del mercado negro, clandestinos pero aceptados.

Hasta el gobierno tiene su propia mutación del dólar desteñido. El dólar "turista" es lo que un residente argentino tiene que pagar por un pasaje internacional aéreo o marítimo. En los viejos tiempos, los argentinos podían comprar pasajes de avión a la tarifa oficial, y pagarlos a la tarifa del mercado negro, a menudo obteniendo una reducción del precio del 50 por ciento o más. Bajo el mismo mecanismo, el gobierno hasta les cedió 2.000 dólares para gastar. Era común volar a Miami por el fin de semana y volver a casa el lunes con ganancias en el bolsillo.

El juego se llama confianza, y los traficantes del mercado negro ganan clientes siendo derechos. Así que la próxima vez que pase por Buenos Aires, párese cerca del "arbolito" más cercano para las mejores cotizaciones de sus divisas. --