Especiales Semana

Alicia Mejía

Rompió en dos la historia de la moda nacional. Su perseverancia y su tesón han logrado que Colombia sea visto internacionalmente como una país que no sólo tiene mucho talento para crear, sino que además organiza muy buenas ferias.

Pilar Luna*
3 de diciembre de 2005

El mundo de la moda nacional se divide en dos: antes y después de Alicia Mejía. Esta mujer, paisa de pura cepa, le cambió la cara a una industria que hasta finales de los años 80 estaba totalmente deshilvanada, a la que sólo se le veían pequeños asomos por organizarse y aislados intentos por encontrar su norte. 'La señora de la moda', título que se ha ganado, llegó a ese mundo por casualidad. Su primer contacto con la industria fue en 1979. Sin herencia textilera a cuestas, un día Marta Luz del Corral le propuso que hicieran un 'Menú de la moda' en el tradicional restaurante La Bella Época, en Medellín. Y, ella, sin pensarlo mucho, se metió de cabeza. Invitaban a varias mujeres y una vez al mes hacían pequeños desfiles con un grupo de modelos que trabajaban en las pasarelas que en ese momento hacía Coltejer. La cosa se fue tejiendo poco a poco y pronto Maribel Salazar, su cuñada, le propuso que abrieran un almacén de ropa. Lo llamaron Sávila y era un lugar donde se vendían parte de las colecciones de diseñadores reconocidos de Nueva York, que ellas mismas traían. Fue así como Alicia fue conociendo los intríngulis del mundo de la moda. Luego, organizó, junto con su socia, una gran pasarela de diseñadores colombianos e invitaron a 2.500 personas. Fue su primer contacto en el montaje de este tipo de desfiles y entendió que ese camino era el que debía seguir gracias a que tenía el carácter y las ganas de hacerlo. Después de vender Sávila, abrió una oficina bautizada Demoda, para organizar proyectos que tuvieran que ver con este mundo. Ayudó a lanzar varias marcas que hoy tienen mucho nombre y al poco tiempo le pidieron que colaborara con la organización de una feria que Antioquia hizo en Bogotá para mostrarle al gobierno nacional todo lo que estaba pasando con la cadena textil paisa. Entendió, entonces, que lo suyo era ejecutar proyectos de gran envergadura y al poco tiempo le propusieron hacer parte de Inexmoda, el Instituto para la Exportación y la Moda. En 1989 organizó Colombiatex, la primera feria textil que se realizó en el país. Y con un matrimonio y un divorcio a cuestas y dos hijos a su haber, la directora de Colombiatex y Colombiamoda logró hacer más de 30 ferias internacionales y su labor trascendió hasta el punto de que Colombia es hoy uno de los países latinoamericanos más importantes en esta materia. Además, su fama de ser un país de moda ha llegado hasta el Viejo Continente. Lo que nació como un sueño, hoy es una realidad que ha crecido a un ritmo vertiginoso, y Alicia Mejía ha sido su motor. Su cabeza no descansa. Para el año entrante está pensando en organizar una gran Bienal de Moda con el apoyo de Milán, los grandes gurúes del mercadeo de moda. Otro sueño más que seguramente 'La señora de la moda' hará realidad. *Editora de la Revista Fucsiabr