¿AMAR CON LA CABEZA?
Aunque nada quiere saber la ciencia médica del concepto "amor" (eso es tema que le cede a la poesía), sí está claro que no es el corazón el que regula el amor, ni mucho menos el hígado.
De todas formas no tiene razón el poeta cuando le atribuye a la aparición de su amada, el vahído en el estómago, ni cuando culpa a esos ojos negros de su piel "arrozuda" o de su palidez imprevista o de la sequedad en la boca. Se equivoca por completo el poeta cuando cree que es su corazón destrozado el que le produce las lágrimas de ausencia o la furia de los celos.
No tiene ni idea el amante de la cantidad de transformaciones imperceptibles que sufre su cuerpo mientras ama. Nadie se ha percatado de que los labios se hacen más carnosos cuando besa, que las pupilas se dilatan, los músculos se relajan, el pulso se acelera y una especie de vaho caliente rodea la superficie del cuerpo mientras se ama.
Lo cierto en todo esto es que esa descomposición ¿o plenitud? que se apodera del cuerpo viene directamente del cerebro, desde una pequeña zona llamada el hipotálamo. Los órganos sensoriales se encargan de recoger los múltiples estímulos y el sistema nervioso cumple la función de transmitirlos, de conexionarlos y dar órdenes a una determinada actividad.
Lo que la ciencia médica llama la neurofisiología de las emociones no corresponde al amor, que es más bien una categoría conceptual, sobre la que no se trabaja en el conocimiento científico. Los términos sobre los que se investiga son el placer y el displacer y se refieren más concretamente al sexo.
En el hipotálamo, un área ubicada en el centro del cerebro, más o menos detrás de la nariz, se sitúan los puntos que controlan el sistema nervioso autónomo, que es el que determina finalmente el conjunto de la vida emocional y el control de la misma. Ese sistema nervioso autónomo está conformado por los sistemas simpático y parasimpático que regulan el funcionamiento de todos los organos, a excepción de la musculatura voluntaria. Son los que dan órdenes para que el corazón, los pulmones y el resto de órganos funcionen; para que las glándulas secreten sustancias, la piel sude, es decir para que se active todo el funcionamiento interno que nos mantiene vivos. Los impulsos que reciben estos órganos a través del sistema parasimpático, cuyo mediador químico es la acetilcolina, tiende a favorecer el funcionamiento moderado de los mismos. Los impulsos que reciben los órganos a través del sistema simpático cuyo mediador químico es la adrenalina, son los responsables de la mayor parte de los cambios violentos que se producen en los estados emocionales.
En todo el proceso de estimulación influyen dos clases de agentes o causales: las hormonas sexuales y los hábitos adquiridos. El papel ejercido por las hormonas es mucho más importante en los animales inferiores que en los superiores. El objeto de deseo para ambos sexos está determinado por condiciones sociales, económicas e históricas. Cuando un lord inglés ve a una blanca mujer de la realeza paseando en su impecable coche, la imagen le despierta todo su deseo mientras que cuando una mujer del Caribe ve a un moreno con su ropa vistosa ceñida al cuerpo, y la piel húmeda de sudor, su sistema parasimpático se pone en revuelo.
El recorrido que siguen las emociones de placer o displacer es más o menos el siguiente: el estímulo se transmite desde el órgano receptor que puede ser cualquiera de los sentidos: el olfato, el oído, y el gusto participan en este proceso, pero la mejor parte se la lleva la piel, que además está estratificada en zonas más erógenas que otras, que producen impulsos más fuertes cuando son estimuladas. El estímulo se transmite desde el órgano receptor hasta el cortex del hipotálamo, se produce una desinhibición de los centros hipotalamicos, que, a traves del sistema simpático o parasimpático y finalmente a través de las terminaciones nerviosas, van a cada una de las glándulas produciendo su reacción.
Al estimularse el simpático, por ejemplo, la médula suprarrenal segrega adrenalina a la sangre, entonces se acelera el ritmo cardíaco y respiratorio y aumenta la presión sanguínea, incrementando el flujo de sangre de la periferia. Esto es lo que hace a la piel ponerse colorada y lo que hace a la digestión perturbarse y producir el vahído, la sequedad, o el exceso de secreción salivar. Los músculos de los folículos pilosebáceos se contraen y aparece la "piel de gallina". En el acto sexual mismo intervienen además las glándulas gónadas que permiten la lubricación en las mujeres y la eyaculación en los hombres. Todas estas sensaciones vuelven al cortex del hipotálamo y se siente entonces la emoción.
De todas maneras no es fácil explicar con el discurso de la ciencia sentin-ientos tan profundos y, efectivamente, el conocimiento del cerebro es una ciencia misteriosa que apenas se explora. Nadie puede negar que quedan vacíos de explicación entre la piel númeda del moreno y lo que eso produce en la mujer latina, son explicaciones sobre las que sólo se aventura la literatura y, de pronto, el único que de verdad tiene razón es el poeta al decir que "El corazón tiene razones que la misma razón no entiende". -
SEXO HASTA EN LA SOPA
Millónes de dólares invierten anualmente los norteamericanos en mensajes subliminales con contenidos eróticos .
Es muy probable que si usted ha oído hablar de la "percepción subliminal" y su uso en la publicidad moderna, piense que el asunto está todo bajo control y no tiene el peligro con el que se suele revestir el tema. Para los finales de los años 60, la "percepción subliminal" había sido probada en forma exhaustiva, en por lo menos ocho áreas del comportamiento humano: sueños, recuerdos, puntos de sujección de las normas de valor, percepción consciente, comportamiento verbal, emociones y las tendencias. Como si fuera poco, el concepto anacrónico de los cinco sentidos fue ampliado a treinta y siete en el cerebro humano y más de dos docenas están relacionados con el tacto y pudiera decirse con toda tranquilidad que el ser humano no podría adaptarse y sobrevivir sin el tacto. ¿Podría el ser humano vivir sin amor?
Así que gran parte de los sesenta mil millónes de dólares que anualmente gastan los norteamericanos en publicidad se invierten en la investigación, desarrollo y aplicación de mátodos muy elaborados y elevados de estímulos subliminales que según las empresas y multinacionales, ayudan a modificar positivamente las actitudes de todos los públicos.
Un estimulo subliminal llega directamente a nuestro terreno de la inconsciencia que conteine la información básica emocional de cada uno y quizás es la parte más antigua del cerebro que se desarrolló durante la evolución. Un ejemplo clásico de estímulo subliminal es el que apareció en la contraportada de la revista TIME el 5 de julio de 1971 en un anuncio de la ginebra Cilbey's London Dry. El diseño del anuncio bien pudo haber costado 82.000 dólares y suponiendo que hubiera aparecido en la edición mundial de TIME habría comprendido 24 millónes de lectores con un resultado de venta de 20 a 1, o sea 1.5 millónes de dólares. El aviso fue publicado en el verano, prometiéndole al lector un placer fresco y refrescante a cambio de la compra de la ginebra. La dimensión subliminal invisible del anuncio de Cilbey's no está oculto en la cubierta de la revista TIME, el sexo escondido en los cubos de hielo permanece disponible a todos los 24 millónes de lectores. Al sumar los individuos simbolizados subliminalmente en diversas partes del anuncio, suman cinco, tres mujeres y dos hombres. La promesa subliminal para quienes compren la ginebra es una buena orgía sexual chapada a la antigua.
Pero no se asuste que no sólo la seducción subliminal es utilizada en la revista TIME sino por doquier (Televisión y Radio), porque sencillamente el sexo está inmerso en todas las cosas, hasta en la sopa. De ahí que en el Oriente se considera que todos los sentidos se relacionan con la alimentación, es decir, la apariencia, el color, el sabor, la temperatura y el olor.
La sensualidad y el erotismo están íntima y secretamente involucrados con el olfato. Como ejemplo tenemos a la enorme International, Flavor and Fragrances, Inc. (IFF), con sede en Nueva York y sucursales en catorce países y cuyas ventas en 1971 ascendieron a 112 millónes de dólares. La IFF ha contribuído con la Master and Johnson's Reproductive Bology Research Foundation en los estudios sobre la relación entre el olor y el sexo. Los científicos hace tiempo se dieron cuenta que los mamíferos superiores se comunican por medio de la secreción de sustancias olorosas subliminales. La IFF investiga sobre un aroma subliminal que segregan las mujeres durante la ovulación. Considere los posibles efectos del aroma subliminal sintetizado en un producto químico capaz de amplificar el olor.
El tema de la percepción subliminal es un asunto antiguo y la primera mención aparece registrada en los escritos de Demócrito (400 a.C.), quien sostuvo que: "mucho de lo perceptible no es percibido por nosotros". Platón habló también del tema en su escrito a Timeo, y Aristóteles lo hizo detalladamente en su Perva Naturalia hace casi dos mil años. En 1698, Leibniz propuso el concepto que dice: "Existen inumerables percepciones prácticamente inadvertidas, que no son distinguidas lo suficiente como para percibirlas o recordarlas, pero que se vuelven obvias a través de ciertas consecuencias".
Y ahora en los años 80, una compañía norteamericana especialista en ventas por correo, lanzó al mercado un aparato llamado Expandovisión que se conecta entre un computador personal (Micro) y un televisor, revelando los mensajes subliminales en la pantalla. El usuario tiene control de los mensajes que son programados por computador para uso doméstico solamente. El programa de televisión se interrumpe cuando el Expandovisión transmite los mensajes subliminales que pasan a la velocidad de un tercio de segundo, el tiempo suficiente para que sean grabados en el inconsciente del usuario. A esta altura valdría la pena preguntar si el asunto de la percepción subliminal está todo bajo control. -
AMOR Y AMISTAD
Si no son ni el corazón ni el hígado los órganos que regulan el amor, ¿qué lo regula?