Especiales Semana

ANTIOQUIA

18 de diciembre de 1995

EMPUJE PAISA
El crecimiento económico e industrial de Medellín va viento en popa. Hasta junio de este año se invirtieron cerca de tres billones de pesos.
AUNQUE PARA nadie es un secreto que en Bogotá funciona el mayor porcentaje de la actividad financiera del país, entre otras cosas porque allí operan las grandes entidades estatales, Medellín gana cada día terreno en este campo gracias a la visión que tienen sus empresarios, a su habilidad para tomar riesgos y a la presencia de grandes empresas e industrias que son gran fuente de captación y colocación para éstas.
Aún no se olvida cómo la capital de Antioquia fue la primera en industrializarse y en permitir el surgimiento de los bancos de inversión en Colombia, entre otras cosas gracias a que en los años 20 gozaba de un costo de capital promedio de 8 por ciento contra 22 por ciento en el resto del país.
Actualmente participa en la gran torta nacional con un 11,8 por ciento, del cual la contribución del área metropolitana (Medellín, Bello, Envigado, Itaguí y Sabaneta) es de 12,9 por ciento y del departamento de Antioquia de 14 por ciento. Esto ha hecho que existan en cada una de las ramas del sector financiero entidades muy representativas, y en ocasiones líderes, que revelan la fortaleza y el empuje de las empresas paisas. Dentro de los cuatro segmentos más importantes del sector se encuentran la banca en donde se destacan el Banco Industrial Colombiano y el Banco Comercial Antioqueño.
Por su parte en el campo de las Corporaciones de Ahorro y Vivienda -CAV- está Conavi, que es la segunda en el país. Así mismo, firmas como Sufinanciamiento o Aliadas son algunas de las más importantes compañías de financiamiento comercial y con relación al mercado bursátil se destaca la Bolsa de Medellín, que tiene un gran reconocimiento por su alto volumen de acciones.
En materia de fiduciarias hay que destacar a Sufibic como producto de la fusión de Fidubic y Sufiducia, lo mismo pasó con empresas de la talla de la Corporación Financiera Nacional y la Corporación Financiera Suramericana que crearon a la reciente compañía Corfinsura. Esto demuestra que el antioqueño es un sector financiero muy sólido en el que la plaza de Medellín cada día va ganando importancia.
La Bolsa de Medellín, entidad de gran reconocimiento y respaldo, tiene una participación de 18,59 por ciento en el mercado bursátil del país, siendo de 58,15 por ciento su parte accionaria, bastante representativa. Hasta agosto del presente año la Bolsa llevaba un movimiento acumulado de 3.076.237,7 millones de pesos. El hecho de que varias de las grandes industrias del país tengan su asiento principal en Antioquia ha hecho que Medellín sea una buena fuente de captaciones y colocaciones para la expectativa sectorial del país. No en vano, aparte de Bogotá, Medellín es la ciudad que más invierte en Colombia, seguida de Barranquilla, Cartagena y Cali.
De ahí que la gran mayoría de empresas de los distintos ramos del sector hayall abierto oficinas en esta ciudad para lograr más cercanía con clientes potenciales y servir mejor a los que ya poseen.
Las cifras indican que en 1994 en Medellín tenían presencia 28 bancos de los 30 que existen nacionalmente; 15 corporaciones financieras de 21 y 24 compañías de financiamiento comercial de 27. En la ciudad, definitivamente, hay una alta densidad de oficinas de instituciones crediticias, pues hay abiertas 240 oficinas bancarias, 140 oficinas de las CAV y se presta el servicio de cajero automático en 182 puntos de la ciudad. De acuerdo con Francisco Piedrahita, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Medellín, el sector financiero paisa se mueve a ritmo acelerado. Mientras que en Estados Unidos una transferencia bancaria puede durar hasta una semana, en Medellín inclusive las operaciones de bolsa se hacen en 24 horas.

CON MIRA AL FUTURO
Es así como en el campo tecnológico hay empresas que han liderado transformaciones. Está el ejemplo del BIC, que adelanta desde 1994 un programa de renovación que considera cambios en los procesos. Según Carlos Alberto Mejía Cañas, vicepresidente de planeación del banco, "estos dos factores, unídos a la inversión en el recurso humano, traerán consigo un incremento en la productividad de la operación bancaria que originará un mejor servicio al cliente en términos de eficiencia y agilidad".
Para la continuación de este proceso el banco destinará cerca de 25.000 millones de pesos en inversiones para el próximo año. Conavi también se ha destacado siempre por ir a la vanguardia en el campo tecnológico. Esto obedece a una política permanente que busca el liderazgo de esta corporación a nivel nacional. Por su lado la Bolsa de Medellín trabaja en un proceso de renovación de la parte transaccional para sistematizarla totalmente.
Es así como la Bolsa invertirá una partida grande para renovar equipos y software que agilicen aún más los procesos en su interior. Hacia el futuro, comenta Emilio Echavarría, presidente de Suvalor, "se proponen nuevas alternativas de inversión, dentro de las cuales podría estar el producto de la privatización de bancos, buscando que la gente sea accionista de las entidades del Estado. La compra de dólares es otra alternativa o la compra a futuro de monedas y tasas de interés, todo esto con el objetivo de que el mercado crezca más y la Bolsa se abra al ciudadano".
De todas maneras varios empresarios del sector están de acuerdo con Francisco Piedrahita, cuando afirma que "uno de los principales enemigos declarados que tiene la economía colombiana en la actual coyuntura es el oneroso costo del dinero". La situación es tan crítica que hasta los mismos banqueros se ven amenazados por el empeoramiento de su cartera vencida y de dudoso recaudo.
El motivo primordial sería la restrictiva política monetaria, que no se ve comprometida con el Pacto Social propuesto, estimula las tasas de interés altas, golpea al crédito y deja en la cuerda floja el financiamiento de proyectos de inversión del sector productivo. Esta circunstancia afecta muy directamente a Medellín, donde su industria ha visto la importancia de hacer reconversión para ponerse a tono con la apertura económica y lograr mejores niveles de competitividad. Por ahora lo que se advierte es un aumento sin precedentes en las compras externas de los antioqueños en los últimos años, lo que refleja un incremento en los niveles de inversión del sector privado gracias al abaratamiento relativo de las importaciones, a las menores tasas de interés y a la expansión del gasto interno, tanto del sector público como del privado.
Aun así el sector acepta los grandes retos que impone la multibanca, ideando productos y formas de seguir captando recursos para hacer frente al futuro de la economía.