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¡AY, MI LLANURA!...

Lina María dejó los tenis y las canchas de baloncesto para darle paso a los canutillos y a las lentejuelas que la convirtieron en la nueva soberana de la belleza.

11 de diciembre de 1995

DESDE CUANDO Lina Maria Gaviria, representante del Meta, puso un pie en La Heroica, los colombianos la colocaron a la cabeza de la lista de las favoritas del reinado. Su esbelta figura, sus hermosas piernas, su porte y su gran altura ayudaron para que esta candidata sobresaliera entre las 20 participantes del certamen. Para muchos era claro que la noche del 13 de noviembre Meta se llevaría la corona. Y efectivamente así sucedieron las cosas.
Lina Maria Gaviria, como ella misma lo dice, "lleva el Llano adentro". La nueva Señorita Colombia nació en Villavicencio el 27 de septiembre de 1974 y vivió en esas tierras hasta que terminó el bachillerato. Es la hija de Alfonso de Jesús Gaviria y de Maria Teresa Forero. Y aunque su padre es de origen paisa, hace 33 años empacó sus pertenencias y se aventuró hacia los Llanos para unirse a Maria Teresa. Fue así como la familia de Lina se instaló desde sus inicios en Villavicencio.
La nueva soberana de la belleza recuerda su época de colegiala no tanto por los pizarrones, las tareas y los profesores, sino más bien por las pelotas de baloncesto, las canastas y los entrenadores. Lina María siempre fue una destacada jugadora de baloncesto. Primero en la selección de su colegio, luego en la selección de su departamento y, por último, en la Selección Colombia.
Al terminar el bachillerato Lina metió en una muleta sus tenis y su bola y se fue a vivir a Texas, Estados Unidos, donde permaneció más de un año. Allí conoció gente de varios países del mundo, aprendió inglés y recibió un trofeo por ser la revelación de su equipo.

REINA FINANCIERA
Luego de esta experiencia regresó a Colombia para estudiar su carrera universitaria. Actualmente Lina vive en Bogotá con Germán Alberto, quien no sólo es su único hermano sino además su 'ángel de la guarda'.
La nueva reina optó por el lado de los números y acaba de concluir su cuarto semestre de administración financiera, profesión que cursa en el Politécnico Grancolombiano. "Elegí esa carrera porque siempre me encantaron las matemáticas y los negocios. Mi papá es comerciante y yo creo que heredé un poco esa habilidad suya".
Lina Maria es mucho más que una mujer atractiva. Su inteligencia y su viveza salen a relucir con sólo cruzar un par de palabras con ella. De hecho, como estudiante, el semestre pasado obtuvo un promedio de 4.1, una calificación que dificilmente se obtiene sólo con belleza.
Sin embargo, convertirse en reina no fue tan fácil para esta atractiva trigueña de ojos marrón. A Lina le tocó pasar de ser la aguerrida jugadora de baloncesto en tenis a ser la delicada e impecable reina con tacones. Pero lo más complicado es que tuvo que convencer a su padre de que el asunto del reinado no era tan terrible como él creía: "Mi papá siempre decía que 'el orgullo de un padre era tener un hijo del que se hablara mucho y una hija de la que no se hablara nada'. Por eso a él no le gustaba la idea de que yo me convirtiera en una figura pública". Y ahora que Lina dejó de ser una 'simple' candidata para convertirse en la nueva Señorita Colombia, a su padre no le va a quedar más remedio que acostumbrarse a la fama de su hija.

UNA MUJER BALANCEADA
Es un hecho que Lina es muy atractiva por fuera, pero muchos se preguntan cómo es la nueva reina por dentro. Si hay algo que caracterice perfectamente a esta reina es su signo. Como toda buena libra, ella es una persona muy balanceada que siempre trata de encontrarle el lado positivo hasta a las más negativas experiencias. "Odio los extremos y siempre busco el balance. Incluso en las discusiones trato de contradecir las opiniones para darle la razón a todas las partes", recalcó la soberana de la belleza.
Lina María reveló ser amante de la música llanera y de la mamona -plato típico de las tierras donde nació-. Ademas, cuando tiene tiempo libre, visita discotecas para moverse al son del reggae en compañía de Sergio Iván Mantilla, un piloto de la Fuerza Aérea con el que mantiene una relación sentimental.
Con Lina María Gaviria elegida reina, por segunda vez en la historia el país tendrá una encestadora en el trono. A comienzos de la década de los 60 una basquetbolista de la selección Colombia, Ana Lucía Agudelo, fue elegida como soberana. Hoy, 30 años después, otra basquetbolista representará de nuevo a Colombia, quizás ya no con camiseta y tenis, pero sí con una banda cruzada que lleva impresas dos palabras: Miss Colombia.-