Especiales Semana

Bogotá de 2010

En una década la ciudad será más pacífica, productiva, rápida, mejor planificada y girará alrededor del barrio.

17 de septiembre de 2001

Si Bogota logra superar con éxito los desafíos que tiene por delante la capital podría parecerse en 10 años más a la Atenas suramericana que a la ‘tenaz de Suramérica’ como rezaba un grafito en la avenida Circunvalar. Si se cumple con el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) los bogotanos encontrarán en 10 años:

Una ciudad con mayor movilidad

En una década habrá troncales de Transmilenio por todas las avenidas principales de la ciudad. Esto, unido a la creación de una malla vial intermedia, facilitará la movilidad. La Alcaldía ha identificado 100 puntos que con la compra de un predio conectarían vías secundarias y descongestionarían las vías principales en el sur y en el norte. Uno de ellos, que ya fue descongestionado, era el que quedaba al lado del supermercado La Plaza en Rosales. Con la compra y demolición de una casa al lado del conjunto residencial Emaús el Distrito conectó una ruta secundaria desde la calle 63 hasta la 80 sin tener que meterse a la carrera séptima.

La construcción de la Avenida Longitudinal de Occidente, un corredor urbano perimetral de 47 kilómetros que permitiría atravesar la ciudad de norte a sur en 30 minutos, está más enredado. El POT lo contempla y funcionarios de la administración Mockus creen que si bien durante este período es probable que sólo se inicie un tramo, en 10 años sí se haya logrado conectar la Autopista Norte, desde el Club de Torca, con el embalse del Muña en la Autopista Sur.

Para que estos tres proyectos funcionen es necesario que paralelamente se controle la proliferación de vehículos y los ciudadanos usen más el transporte masivo y la red de ciclorrutas, que en 10 años atravesará toda la ciudad.

Una ciudad más pacífica y democrática

Si la tendencia a la baja en homicidios durante los últimos seis años se mantiene en una década Bogotá habrá logrado el promedio suramericano, que oscila en 30 homicidios por 100.000 habitantes.

Algunos analistas también pronostican que los bogotanos serán cada vez más responsables a la hora de elegir a sus representantes. Cabe esperar que al finalizar el período de Mockus habrá una mayor conciencia entre la ciudadanía sobre el papel de los concejales en el cogobierno de la capital. La planeación zonal y el fortalecimiento de las juntas de acción comunal también propiciarán una mayor participación ciudadana.

Estos pronósticos, sin embargo, se irían a pique si se agudiza la desestabilización del país. Bogotá ya recibe 50.000 personas desplazadas anualmente por el conflicto armado.

Una ciudad más productiva

Las medidas tomadas en los últimos 10 años se reflejarán en una mayor productividad capitalina en el futuro. El aumento de las coberturas y de la calidad en la educación distrital, la mayor movilidad y el mejoramiento de la infraestructura urbana hacen prever un aumento del ingreso per cápita bogotano.

Los museos, los centros de diversiones, Maloka, los nuevos parques, los restaurantes y mayores índices de seguridad han convertido a Bogotá en uno de los principales destinos turísticos nacionales y se cree que lo será cada vez más.

Además se prevé que en 10 años la ciudad multiplicará por siete sus exportaciones, especializándose en el área de servicios, de salud y de industrias de alto valor agregado con inversión extranjera, como la de los petroquímicos.

La administración distrital ya comenzó a identificar obstáculos en las principales cadenas productivas para fortalecer la colaboración entre los eslabones del proceso productivo.

Por otro lado, la Bogotá de 2010 estará mucho más integrada con los municipios de la Sabana y con otras ciudades como Villavicencio (donde algunos contemplan la construcción de un aeropuerto alterno), Tunja e Ibagué, con las cuales se espera que conforme un mercado común.

Una ciudad más orientada hacia el barrio

Uno de los grandes logros recientes de Bogotá ha sido incorporar la planeación. Quedaron atrás los días en que el IDU pavimentaba una calle que al otro día rompía el Acueducto. Ahora se ven obligadas a coordinar sus esfuerzos a través del Plan de Inversiones.

Pero más allá de este nivel mínimo de planeación, la inversión comienza a pensarse de otra manera. Anteriormente, si se necesitaba un colegio nuevo se construía en donde hubiera un lote disponible. Ya no. Ahora se construye en donde mejor sirva a la comunidad que lo requiere. Seguramente se edificará al lado de la iglesia y del puesto de salud, cerca de una parada de Transmilenio y por donde pase una ciclorruta. La idea es que la inversión se haga pensando en fortalecer la vida de barrio, como ocurre desde hace un siglo en Estados Unidos, creando una especie de ‘plaza’ de pueblo que congregue a la gente.

Con el POT también se protege el carácter residencial de barrios tradicionales como Teusaquillo, Quinta Paredes, Chicó, Santa Ana. Por un lado se evitará que se sigan destruyendo casas para hacer edificios y por el otro se defenderán de la invasión del comercio, que en 10 años estará más concentrado en sitios específicos.

Una ciudad densa que crece hacia el oeste

Para 2010 la ciudad estará reorientada hacia el occidente y tendrá un nuevo centro, que será el eje que va desde la 26 hasta el aeropuerto. El crecimiento de la ciudad, entonces, no partirá de reforzar el centro actual, que venía corriéndose hacia el norte pegado al cerro, sino en fortalecer el otro eje que facilita la movilidad al ser una especie de bisagra.

Bogotá ya reconoció que no tiene suficiente dinero para desarrollar todo al mismo tiempo. Por eso el POT define un crecimiento escalonado a partir de proyectos integrales como Ciudad Salitre. En los próximos 10 años se harían proyectos como esos en Usme, en el sector aledaño al río Tunjuelo, en la 26.

Las zonas de expansión estarán principalmente en la periferia del sur y occidental pues la del norte se redujo por razones ambientales. Y se manejarán de dos maneras. Por un lado, se prevé que el programa de desmarginalización estará consolidado al finalizar la década. Por otro, el POT definió que el dueño de un lote sólo puede urbanizar si cuenta con 20 hectáreas o más. Por último, la Bogotá de 2010 será mucho más densa para que quepan los 1,8 millones de habitantes nuevos que tendrá la ciudad.

Una ciudad con más espacio público

En 10 años el Parque Tercer Milenio será una realidad. Además los centros hospitalarios del sector estarán conectados en lo que se llamará la Ciudad Salud.

El Country Club, Los Lagartos, la Escuela de Artillería, la de Caballería y la Militar de la 30 seguramente no estarán en su sitio actual en una década pues sus usos riñen con las actividades residenciales y la movilidad de la ciudad.

Bogotá podría duplicar en 10 años sus zonas verdes urbanas. Una estrategia para lograr esta meta es otorgar más derechos de construcción en las zonas asignadas a cambio de que los particulares compren para el Distrito corredores verdes. Esta operación sería similar a lo que están haciendo los países desarrollados al ampliar su ‘cupo’ de contaminación mediante la compra de hectáreas de selva virgen en el Tercer Mundo.