Especiales Semana

Camino a la equidad

Una alianza entre varios sectores sociales de Antioquia busca ponerles fin a los altos índices de pobreza e inequidad del departamento.

6 de marzo de 2005

Hoy por hoy existen dos Antio-quias. La del Valle de Aburrá, que alberga al 57 por ciento de la población antioqueña en condiciones de vida privilegiadas, y la que conforma el resto del departamento y tiene cerca de tres millones de habitantes que viven por debajo de la línea de la pobreza o de la miseria.

Los contrastes son la constante en la vida de los antioqueños. Mientras el departamento es conocido en el país por su excelente calidad en los servicios públicos, la mayoría de sus municipios sufre un gran déficit de agua potable. Según las cifras reveladas en el Informe Preliminar de la Equidad Social en Antioquia presentado por la Gobernación en 2004, el 89 por ciento del agua potable está concentrada en el Valle de Aburrá y más de la mitad de ese porcentaje, en Medellín.

Esta es sólo una de las tantas cifras que revelan la inequidad entre los centros urbanos y las zonas rurales. Lo cierto es que las condiciones de pobreza no son solo de las poblaciones rurales. De hecho, todos los centros urbanos importantes de Antioquia que están ubicados a más de 50 kilómetros de Medellín presentan altos índices de miseria. Uno de los casos más evidentes es el municipio de Caucasia, al norte del departamento, en donde el 94 por ciento de la población está sumergida en la pobreza.

En salud, la inequidad se refleja en la cobertura del régimen subsidiado. En Antioquia, menos del 40 por ciento de la población pobre que fue identificada por el Sisben tiene acceso al régimen. Lo más preocupante es que la cifra representa la realidad de casi todos sus municipios.

Aunque en los últimos años el departamento ha logrado mejorar sus condiciones en algunos aspectos -la tasa de mortalidad infantil se redujo a la mitad-, el alto grado de inequidad y el bajo nivel de desarrollo humano siguen siendo preocupantes. Así lo demuestran las cifras reveladas en el informe de la Gobernación, cuyos resultados demuestran que actualmente una gran brecha separa al Valle de Aburrá del resto de municipios.

Los desalentadores resultados del informe de la equidad social sirvieron como punto de partida para que el gobernador, Aníbal Gaviria Correa, impulsara un proyecto para sacar adelante a Antioquia. La iniciativa, que empezó a gestarse el año pasado, se presentó a los antioqueños como la Alianza por la Equidad: una asociación de diversos sectores sociales, tanto públicos como privados, que aportan recursos y talento humano a la proyección de estrategias que garanticen el desarrollo humano y una inversión sostenida.

La Alianza entró en marcha en enero de este año, y se espera que los frutos se vean a más tardar en 2015. Con este proyecto se busca garantizar la inversión, tanto pública como privada, en el tema que más preocupa al departamento: la pobreza. Durante estos 10 años los esfuerzos estarán orientados a resolver la inequidad y el bajo desarrollo humano de la población.

La unión de fuerzas de la Alianza por la Equidad, de la que forman parte Planeación Departamental, el Plan Estraté-gico de Antioquia (Planea), el Observatorio de Equidad e Integración Social y las universidades antioqueñas, será la mejor garantía para que las políticas que buscan hacer de Antioquia no sólo el departamento más rico sino el más equitativo del país tengan continuidad.