Especiales Semana

COMO NOS VE EL MUNDO

POR ERNESTO PEREZ BALLADARES
10 de noviembre de 1997


COLOMBIA
Ernesto Perez Balladares es el presidente de la Republica de Panama. Perez Balladares, del Partido Revolucionario Democratico, se ha destacado durante su mandato por combatir el crimen y enfatizar la lucha contra la pobreza.
LOS ESTEREOTIPOS DE LOS paises que, voluntaria o inconscientemente, definen los medios de comunicacion no siempre coinciden con las percepciones de las gentes de otras latitudes, pero llevan al convencimiento de sus propios nacionales que esa es la imagen generalizada que de ellos se tiene en el exterior. Ademas algunas naciones gozan del privilegio de convertirse, cada cierto tiempo, en la atracción preferida de los servicios noticiosos, con lo cual hechos que suceden a diario en otras partes se muestran como particularidades de la nacion de moda. Ello desde luego produce un impacto y ejerce una influencia permanente que no pueden desconocerse. Sin embargo, estoy intimamente convencido de que otros factores, otros elementos de juicio, pesan mas quizas por estar mas arraigados a la hora del balance definitivo.
Como los juicios que se emiten e sobre personas y naciones resultan de la acumulacion de esas muchas influencias, trato siempre de señalarlas, sabiendo que algunas de ellas constituyen pesas invisibles e imposibles de identificar, y sabiendo tambien que el valor que cada quien le asigna a cada una difiere a veces grandemente de la valoracion de los demás. Colombia es uno de los paises donde más complejo resulta un balance objetivo y frio, precisamente porque la ecuación esta integrada por innumerables variables o influencias, tanto conocidas como invisibles.
A ello se agrega el que Colombia pareciera no conocer de terminos medios en nada de lo que hace o produce. Gabriel Garcia Marquez no es un fenomeno aislado ni un accidente de la naturaleza; por el contrario, es la cabeza y la expresión mas visible de una tradicion cultural y literaria. Fernando Botero es uno de los mas renombrados artistas del mundo porque tuvo primero que sobresalir de entre una pleyade de pintores y escultores de su propio pais. De manera que la mención frecuente que de ellos se hace arraiga mas la imagen de esa Colombia que ellos encarnan.
En distintas epocas sus oradores cientificos, empresarios o estrellas de deporte contribuyeron a arraigar es vocacion de superlativo que ha marcado a Colombia desde siempre. No ha sido menos el ardor con que se consagro a la Iglesia Catóica, y su devoción a ella no la superan muchos paises si acaso alguno.
En el lado oscuro del espectro, el meno no es distinto: la mención de los que han escogido el camino de las armas o de la criminalidad evoca al mismo tiempo luchas politicas centenarias y actividades delictivas nuevas, devastadoras y atroces.
¿Cómo conviven en pais tantos extremos? Ia misma forma que viven en todos los paises sus distintos integrantes. Ni mas ni menos. En naciones donde las ciencias, el deporte, la religion, la violencia o las artes sólo encuentran expresiones modestas, lo uniersalmente sobresaliente es una casualidad. Honrosa si, pero casualidaa . Colombia ha fijado para si estandares tan altos que quienes se destacan alli se destacan en el nundo.
Esos niveles autoimpuestos han hecho que las formulas que se aplican en otros paises no encuentren cabida en Colombia, y que, por lo tanto, haya tenido que darse, con imaginación y con audacia, las instituciones que mejor se ajusten a sus propias complejidades y las respuestas que exigen sus propias circunstancias. Mas rica que otras naciones, menos rica que otras; como todas ha pasado por periodos de bonanza y epocas de dificultades; y, tambien como todas, ha tenido que buscar los remedios para sus propias enfermedades. Sólo que esos males, tambien en superlativo, han requerido dosis masivas de sacrificios, para los cuales Colombia tampoco conoce de limites.
La marca de una nación no la determinan sus recursos naturales ni su poderio militar: la determinan sus gentes. No sus heroes ni sus villanos, sus gentes. La imagen de Colombia, por lo tanto, es la imagen de los colombianos, sin que una sola persona de carne y hueso pueda resumirla toda. No es Garcia Marquez, ni el 'Pibe' Valderrama, ni Pablo Escobar: es la colectividad humana que los engendra a todos.
El sello espiritual de una nación lo determinan hechos mas perdurables y profundos que las circunstancias coyunturales que lanzan a una nación a la guerra, o la catapultan a la prosperidad económica o la inducen a formas generalizadas de violencia o a desarrollar metodos inescrupulosos de delincuencia.
Por eso, Colombia no es ni lo es ningun pais lo que en un momento determinado de su historia atrae a los medios noticiosos. Los hombres y mujeres que viven al margen de la ley llevan a cabo la actividad criminal propia de sus epocas y de sus ambientes, y por mucha notoriedad que tengan, ello no puede estigmatizar, ni identificar a una nación. Como tampoco pueden simbolizarlo unicamente las figuras deslumbrantes que en otros momentos acaparan la atención mundial.
Una nación como Colombia la definen sus profundas raices religiosas; su tradición de trabajo, sufrimientos y sacrificio; su musica alegre y sus canciones melancólicas; sus hombres que cultivan el campo y aquellos que innovan en la industria. Esa es la imagen mas arraigada de Colombia. Y en ese sentido, Juan Valdez no es un exótico personaje de relaciones publicas, es el verdadero rostro de Colombia.