CONEXION ASIA - AMERICA LATINA

EXITO ECONOMICO DE ASIA ENSEÑA LECCIONES INDIRECTAS
Desreglamentación, flexibilidad y consenso
SI BIEN LAS diferencias entre Asia y América Latina impiden que los iberoamericanos apliquen la experiencia asiática directamente a sus cuitas económicas, eso no impide que puedan aprender lo siguiente del éxito asiático:

-En una economía en desarrollo, el capital y la tecnología son más importantes que los recursos naturales, principio que requiere apertura a las inversiones y a la tecnología extranjeras.
-En nuestro mundo incierto, es importante mantener una actitud flexible.
-Se debe encontrar consenso en la sociedad, lo que requiere un énfasis en el crecimiento y en el control inflacionario. Sin acuerdo político sobre la forma de distribuir el pastel, no habrá consenso sobre la política financiera.
-Los gobiernos deben eliminar los reglamentos que consumen la energía creativa del sector privado, mantener una política pública consistente, y evitar la lucha ideológica con el sector privado.

La experiencia económica latinoamericana básicamente es el resultado de haber descuidado las exportaciones. En 1960, los objetivos económicos de Corea, Taiwan, Argentina y Méjico eran casi idénticos, y todos miraban hacia adentro. Pero durante los últimos 25 años, Asia Oriental se fue concentrando mucho más en las exportaciones que América Latina.
Otro elemento que explica la diferencia entre la experiencia económica de Asia Oriental y la de Iberoamérica, es la reforma agraria. En Taiwan, Corea del Sur y Japón especialmente, la reforma agraria que se llevó a cabo tras la Segunda Guerra Mundial, socavó el poder de la oligarquía terrateniente y creó una mejor distribución de la riqueza que en América Latina.
En Latinoamérica, el movimiento de la población a zonas urbanas ayudó a desarrollar sindicatos mucho más poderosos que los de Corea o Taiwan, y el Estado se fue convirtiendo en árbitro entre los sindicatos y la oligarquía terrateniente.
Esto llevó a otro elemento: la inflación descontrolada, que tiene su origen en la lucha de clases. En la puja entre ricos y pobres, la inflación se convierte en la solución al problema de distribución del pastel financiero.