Especiales Semana

Construcción y Vivienda

18 de diciembre de 1989

DECALOGO DEL COMPRADOR
Recorrer las calles de la ciudad, mirar edificios y conjuntos de casas, comparar con la que se tiene y soñar con lo que se desea es muy agradable cuando se ha tomado la decisión de engrosar el listado de propietarios de finca raíz. En esto, no obstante, entran en juego los sentimientos y la cabeza fría.
He aquí lo que podría llamarse el "decálogo del comprador de finca raíz", elaborado con la asesoría de expertos en la materia.
1. Sitio. La ubicación de la vivienda, además de corresponder a una zona que resulte agradable para el comprador, debe atender factores como la proximidad o la lejanía con el sitio de trabajo, el colegio o la universidad de los hijos.
2. Precio. Por más atractiva que resulte, no debe perseguirse aquella vivienda que definitivamente está fuera del alcance del bolsillo, o que puede incluso alterar la tranquilidad y la armonía por exigir cada mes un esfuerzo excesivo para su pago. No obstante, debe recordarse que hoy por hoy la finca raíz constituye la mejor forma de defender el capital y, por tanto, tampoco debe ser una inversión risible frente al dinero con el que se cuenta.
3. Diseño. Sin exigir milagros por el precio de venta, se debe buscar una vivienda en la cual los espacios se ajusten a las necesidades y gustos de sus habitantes. Así mismo, debe preferirse la iluminación y la ventilación naturales
4. Valorizacion. De hecho la vivienda es una buena inversión. Sin embargo, factores como su ubicación en el área de influencia de obras de infraestructura, como parques, avenidas y demás mejoras urbanas hacen que esta adquiera una valorización aún mejor.
5. Financiación. La Unidad de Poder Adquisitivo Constante, Upac, revolucionó el sistema de adquisición de vivienda. No hay que olvidar que las deudas en Upac crecen a un ritmo menor que el de la valorización y, por tanto, esta vía constituye un "buen negocio". Conviene, en todo caso, asesorarse para elegir un tipo de cuota que se ajuste a la forma de vida y cuyo valor, en lo posible, no supere el 30% de los ingresos familiares.
6. Seguridad. El ritmo de vida que se lleva en el mundo actual normalmente impide un adecuado control de los habitantes sobre su vivienda. Resulta preferible, por ende, vivir en conjuntos cerrados, edificios con portería o lugares con vigilancia de día y de noche.
7. Servicios. Pasar de las viejas casas de los abuelos a los apartamentos de hoy implica sacrificar ciertos servicios. Sin embargo, una buena disposición de áreas comunales puede suplir algunas necesidades de primer orden. Esto debe tenerse en cuenta, al igual que los servicios de la zona, tales como parques, supermercados, sitios de recreación y otros.
8. Familia. En pro del fortalecimiento de los lazos familiares y en busca de una permanente cooperación, hay que pensar que vivir cerca de los parientes más cercanos arroja muy buenos resultados.
9. Gastos. Muchas familias invierten prácticamente hasta el último centavo cuando realizan la compra de su vivienda propia. Hay que recordar que en este proceso participan ciertos gastos aparentemente menores, pero para los cuales se debe tener una reserva adecuada. Entre estos aparecen los gastos de avalúo, escrituración, registro y beneficencia, además del costo que representa la decoración de la nueva vivienda (por lo menos cortinas)
10. Aspecto legal. Por último, y aunque no suele haber problemas en esta materia nunca sobra la asesoría de algún conocido para verificar que la oferta y todos sus antecedentes están en orden. Al fin y al cabo se trata de una de las mayores inversiones de la vida y hay que asegurarse de que todo se realice como lo manda la ley.
COCINAS DE HOY
Definitivamente, la cocina es un mundo aparte dentro de la vivienda. Un microcosmos en el cual se suele pasar más tiempo que en la sala formal. Merece, por tanto, un cuidado en su decoración semejante al que se tiene con los demás salones de la casa. Su carácter independiente permite enfoques originales y, de hecho, a veces se convierte en el lugar que mejor refleja la personalidad de sus habitantes. Un recorrido gráfico por diversas tendencias puede aportar elementos claves para ese cambio en la decoración de la cocina que se ha estado pensando.
EL MOMENTO IDEAL
Luego de largos y angustiosos meses, llenos de contrastes y de sucesos que entorpecieron el desarrollo normal de la economía del país, 1989 llega a su fin. El balance del sector de la construcción para el segundo semestre resulta en cierta medida desalentador, debido principalmente a que los materiales se mantuvieron en permanente alza. En septiembre el incremento en precios alcanzó un 25% y las proyecciones para diciembre 31 muestran un aumento total del 30%.
Debido a la coyuntura económica de los últimos meses, la recesión ha tocado también al sector de la construcción, con el evidente resultado de una disminución en la capacidad de compra de vivienda. No hay temor por comprar, como llegó a pensarse en algún momento. Los proyectos que se promocionan actualmente en el mercado reciben un buen número de visitantes interesados en los inmuebles, pero sin la suficiente capacidad de pago.
A raíz de esta crisis económica, los precios de la vivienda no se han incrementado más de un 15% en promedio durante el año, y se espera que el panorama del sector finalice de esta manera.
No obstante, debido al anunciado reajuste de la devaluación y al alza en los salarios y en el combustible, los constructores tendrán una presión irresistible sobre los costos, lo cual se reflejará inequívocamente en enero o febrero de 1990, cuando los precios de la vivienda tendrán un incremento de por lo menos un 26%.
Es posible, por tanto, que el alza tradicional de comienzo de año se vea reforzada en 1990. Este dato se convierte, de hecho, en la mejor explicación de por qué quienes están pensando en adquirir vivienda deben decidirse ya. Cabría, en este caso, la trillada promesa publicitaria de "Compre ya y gánese la valorización", porque es completamente cierto que en este momento el precio de la vivienda se encuentra por debajo del normal en por lo menos un 10%. Si a esto se le suma el incremento mencionado para los primeros meses del año entrante, se deduce fácilmente que quienes compran ahora se están ganando un 30% del valor del inmueble frente a los que compren luego de 40 días.
César Castillo