Especiales Semana

CONSTRUCCION Y VIVIENDA

19 de noviembre de 1990

La revolución de las telas
Sin que se pretenda definir el futuro en forma categórica, podría decirse que una ligera mirada a esta década que comienza lleva a predecir un evidente deseo por tener una casa con verdadero sentido de la comodidad, agradable, acogedora y vivamente placentera.
Y como para los próximos años se vaticina un mayor promedio de horas en casa por día, es indispensable adecuar el hogar de tal manera que haya una satisfacción absoluta de los miembros de la familia, al llegar a casa. La decoración, pues, debe realizarse teniendo en cuenta no sólo las últimas tendencias en materiales y diseños, sino los gustos y la personalidad de quien desea decorar.
De nada sirve adquirir los muebles más modernos si no se disfruta al máximo de ellos. Así como, de igual forma, de nada sirve cambiar la decoración de la casa en colores, texturas y diseños de acuerdo con las nuevas corrientes si a la familia, en general, no va a agradarle.

LA TELA INDICADA

Lo mismo sucede cuando de escoger las telas se trata. La tela que va a ser utilizada, bien sea en un mueble nuevo o en el retapizado de uno antiguo, reviste tanta importancia como el mueble mismo, y reclama un gran cuidado en su elección, puesto que el cincuenta por ciento del éxito de un mueble determinado, radica precisamente en la tela.
Y como no es posible adelantar en este campo profundos estudios de mercado, se debe confiar en la experiencia personal, en la intuición, en el buen gusto y hasta en un toquecito de buena suerte.
El matrimonio entre un estilo de mueble y una determinada tela implica siempre un alto riesgo. Sobre todo si se tiene en cuenta que en una gran mayoría de casos las telas resultan siendo elegidas por el tabricante mismo. Según los expertos, lo más recomendable es que la elección sea decidida por el cliente -en asesoría con su decorador-, pues es él quien, en últimas, va a ser el encargado de imprimir su sello personal.

COLORES, DISEÑOS Y TIPOS

Entre colores, diseños y tipos de tela, valdría la pena preguntarse qué es lo que los comerciantes y vendedores de textiles decorativos esperan de su relación directa con los productores. La respuesta es la siguiente: los colores tradicionales como el blanco crema, el beige y el marrón se mantienen aún vigentes; el azul ha ganado mucha popularidad. El verde, que por mucho tiempo fue considerado la "oveja negra" en el mundo de los muebles, también ha ganado bastante terreno este último año.
En Italia, los colores como el fucsia y -en general toda la gama del violeta, que antes estuvieron drásticamente proscritos, han sido ahora reivindicados. En estos momentos hay una amplia variedad de colores que la gente reclama y que han logrado mucho éxito, como las telas de tonos intensos, o aquellas que presentan cambios violentos en sus colores. De la misma forma, las telas como el jackard y el matelessé han gozadb de enorme aceptación.

LOS SHOWROOMS: LO ULTIMO

Si bien es cierto que muchos clientes buscan, en detinitiva, cambiar de muebles cuando se quiere redecorar, no lo es menos el hecho de que muchas personas quieran conservar sus muebles antiguos.
En este sentido, más que un gran almacén de muebles, el cliente desea encontrar un lugar apropiado para escoger la tela ideal, con la cual busca retapizar sus antiguos sillones. En los últimos años, los llamados showroom de textiles decorativos se han impuesto como la solución indicada, si la que se quiere es retapizar o remodelar un viejo sofá, o aún más, elegir telas para los muebles nuevos.
No cabe duda de que los showrooms han ganado una enorme importancia en virtud del éxito de los muebles tradicionales que, retapizados, resultan enriquecidos de personalidad con textiles apropiados. Y para ello, los showrooms están dotados de una gran variedad de telas decorativas, cada una de ellas dispuesta a satisfacer los deseos de los más exigentes.
El cliente elige la tela para tapizar, retapizar o decorar, y para tal efecto, puede visitar un showroom y decidirse por los estampados clásicos o modernos, los satines, los velos y los jackards, que en este momento han desatado un gran boom en el mercado de los textiles.

CON AROMA CAMPESTRE

La etiqueta es lo de menos. Lo importante es esa relación estrecha con la naturaleza que experimenta el visitante, cuando en medio del paseo dominguero, se topa con La Galleria.
En el kilómetro 27, vía a Cajicá, donde sólo -se supone tenían cabida los restaurantes campestres y las tiendas de almojábanas y dulces, ha abierto sus puertas, quién podía creerlo, una galeria de arte, al aire libre, en pleno contacto con la naturaleza.
La frialdad de las galerias tradicionales, endonde las luces fluorescentes y los espacios cerrados y escondidos invitan al silencio absoluto, ha sido transformada en un nuevo concepto arquitectónico de disfrutar el arte, en medio de la vegetación y la madera, del aroma del campo y la luz del sol.

EL NUEVO ARTE

En principio, parece que no se tratara de una galería. Pero cuando el visitante se decide a entrar, se encuentra con un ambiente acogedor, que lo recoge y transporta hacia una atmósfera diferente, típicamente campestre.
Las tallas de madera reposan calladas en los jardines, y las artesanías cuelgan de las escaleras que llevan al segundo piso de la casona dispuesta para exposiciones individuales, mientras una pequeña fuente, que simula una quebrada, hace juego con toda la naturaleza.
En realidad, la casa principal pertenecía al conocido crítico de arte Galaor Carbonell, pero por esas circunstancias del destino cayó en manos de Oscar Restrepo, un paisa que vivió gran parte de su vida en Europa, y que decidió, sin dudarlo un segundo, transformar lo que antes habia sido un restaurante, en una galeria de arte.
Y para tal fin adecuó dos grandes edificaciones, ambas dotadas de grandes ventanales para que la luz natural pueda iluminar las obras debidamente. Porque ese era uno de los objetivos primordiales. "La luz artificial absorbe, de una u otra manera, la calidad de la obra, comenta Oscar Restrepo. Por eso La Galleria se ha dispuesto de tal forma, para que la luz natural sea la que ayude a realzar el arte".
En la primera sala, instalada en la edificación que da a la carretera, se encuentran en permanente exposición, obras de diversos artistas. Sostenida por columnas de madera, que enfatizan ese deseo natural de mostrar el arte con aroma de campo, la galeria invita al visitante a pasearse por sus dos niveles, admirando las obras, sin el temor de sentirse vigilado, tal y como sucede en varias galerias citadinas.
La segunda, comunicada por pasadizos cubiertos de vidrio con la casona principal, está dispuesta para las exposiciones individuales, siempre respetando el objetivo específico de ofrecer una atmósfera agradable al visitante. El primer nivel estará dotado de una pequeña cafeteriabar, y en el segundo, las obras del artista del momento gozarán de un espacio propio en total comunicación con la naturaleza.

AL AIRE LIBRE

Los amplios jardines, adornados con enredaderas y flores, con macetas y vasijas de barro, sirven de sala de exposición a las esculturas y las tallas de madera. Incluso, la Galleria posee un amplio espacio engramado, en el cual los fines de semana los inquietos amantes del arte puedan ver trabajar a sus creativos favoritos. Es el primer ensayo que se hace en Colombia, de incorporar el ambiente natural a una galería.
Las luces artificiales se han dejado a un lado, para que las obras cobren su belleza real con la luz del sol. A los ojos de muchos artistas, quienes poco a poco han ido llevando sus creaciones hasta allá, es un lugar ideal para mostrar sus obras. En primera instancia, porque existe en el visitante una predisposición visual a la admiración. Y en segundo término, porque los ambientes campestres, alejados de los avatares de la ciudad, resultan mucho más cómodos y atrayentes para los verdaderos amantes det arte.
Además de que por sí sola la Galleria es toda una gran obra arquitectónica, los patios y los jardines, comunicados por caminos empedrados, así como las dos galerías campestres, con acabados de madera y la guadua destapada, poseen ese atractivo especial que hace de esta galería un concepto nuevo en la presentación de obras de arte.
Todo el encanto natural de la sabana bogotana, dispuesto para que en la lista de los paseos domingueros, se incluya una visita a una galería totalmente diferente, con estilo propio.