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CONSTRUCCION

En decoración lo más añejo está de moda. Los muebles antiguos en lugar de encontrarse en museos están en las casas de los colombianos.

17 de abril de 1995

Como un buen vino
HACE 10 AÑOS, cuando los colombianos heredaban 'los muebles de la abuela', lo primero que hacían era deshacerse de ellos para combiarlos por los más modernos que había en el mercado. Ahora las cosas cambiaron y las personas que vendieron la cama o el comedor de sus abuelas están muy arrepentidas pues, hoy en día, los muebles antiguos son los más cotizados en Colombia.
Hace dos o tres años la venta de antiguedades se disparó de una manera casi indescriptible. La mejor prueba de ello es que actualmente hay cerca de 200 anticuarios ubicados sólo en Bogotá. Para poder hablar de la moda de los muebles antiguos es importante definir qué es una antiguedad. La mayoria de los expertos entrevistados aseguran que un mueble para ser considerado antiguo debe tener más de 100 años de vida.
No obstante, Bernardo Chaves y Jaime Gonzalo Campuzano, conocedores del tema , afirman que no necesariamente los muebles para ser antiguos deben tener un siglo, sino que lo más importante es que pertenezcan a una época y tengan un estilo y un diseño de construcción definidos. Si se toma en cuenta lo anterior, los articulos de esfflo art deco de los años 30 pueden ser considerados como una antiguedad.
En lo que sí coinciden los expertos es en establecer una clara diferencia entre lo que es un mueble antiguo y uno viejo. Por ejemplo, Cecilia Fischer, propietaria de Galería de Antiguedades Fischer, explica que un mueble puede tener 200 años y no ser antiguo. Los enseres son como las obras de arte: si un artista mediocre pinta un cuadro, éste nunca llega a ser costoso; de la misma manera, si un mueble es hecho por un mal artesano, no importa cuántos siglos pasen, el bien nunca llega a tener ningún tipo de valor. Para Bernardo Chaves, dueño del anticuario Santa Maria de los Angeles, el hecho de que existan copias de muebles antiguos elaboradas hace más de 100 años comprueba claramente la diferencia entre uno viejo y uno antiguo. Si se reproduce un mueble del siglo XVI en el siglo XVIII, éste, por más bien elaborado que esté, es considerado como viejo y no como antiguo.

La historia del mueble
Ser un conocedor en materia de antiguedades es tan complicado como cualquier otra profesión. Pocas personas están lo suficientemente capacitadas como para poder ubicar un mueble antiguo dentro de la época y el estilo al que pertenece. Lo básico es saber de historia del arte, pues las antiguedades están clasificadas dentro de la categoria de arte decorativo.
Es importante tomar en cuenta que los muebles surgieron a raíz de ciertas necesidades del hombre. Así, para poder sentarse los seres humanos inventaron las sillas, para poder acostarse, las camas, y así sucesivamente.
De hecho, las primeras piezas de muebleria que se conocen son las encontradas en la tumba del faraón Tutankamen. Aunque parezca increíble, se calcula que los objetos encontrados en esas excavaciones fueron elaborados en el año 1400 A.C. Como es lógico, los muebles de esa época tendian a ser muy simples y cuadrados en su estilo. Sin embargo, luego del imperio egipcio, los muebles fueron evolucionando en la Roma y la Grecia antiguas. En realidad, para Bernardo Chaves, la base de gran parte del diseño de los muebles se encuentra en el Renacimiento. Es así como la estructura que se manejó en los siglos XVIII y XIX se basó principalmente en los patrones de los siglos anteriores.
El XVIII es considerado como el siglo de oro de la historia del mueble, pues es precisamente en esa época cuando se llegó a la cúspide en lo que se refiere a la capacidad creativa, técnica y de diseño en su mamufactura. Ese apogeo se mantuvo hasta la primera mitad del siglo XIX, cuando se dio el proceso de industrialización, que permitió que los muebles que antes estaban reservados para los nobles y los ricos se pusieran al alcance de toda la humanidad. Empezó así la construcción y la venta masiva de los artículos de muebleria.
Como es lógico, durante los siglos XVIII y XIX, cada país manejó sus propias tendencias estilísticas. Las naciones que tuvieron mayor trascendencia en la fabricación de enseres fueron Inglaterra, Estados Unidos y principalmente Francia. De este último país se conocen estilos del siglo XVIII como: Luis XIII, Luis XIV, la regencia francesa, Luis XV y Luis XVI. Y del siglo XIX son ampliamente cotizados los estilos Imperio, Charles X, Louis Phillippe, Napoleón III y Art Nouveau.
La historia del mueble es muy extensa, lo importante es tener siempre en cuenta que es inherente a la cultura del hombre, por lo que siempre va a acompañarlo y se reformara de una época a otra.

iEsto es réplica o antigüedad?
Saber reconocer un mueble antiguo y no ser engañado por uno viejo o una réplica es muy dificil. Para Graciela Espeche, propietaria de Antiguedades San Telmo, la mejor escuela es la experiencia. Sin embargo hay ciertos parámetros que son claves en el caso de que se esté frente a una antiguedad. En primer lugar está el desgaste lógico que debe presentarse en cualquier pieza de edad avanzada. Es imposible, por ejemplo, que una cómoda que lleva 200 años de estar parada no tenga ciertos desgastes en sus cajones y en sus patas. Otra cosa importante es que el objeto debe estar elaborado con materiales de excelente calidad y además debe corresponder a unos patrones estilísticos muy definidos. Y en cuanto a precio se refiere: desgraciadamente un mueble antiguo nunca puede ser barato.
Es precisamente aquí donde se encuentra el punto central del problema. Cientos de clientes colombianos son engañados pues les venden réplicas como si fueran artículos antiguos. La idea anterior fue enfatizada varias veces por conocedoras del tema, como Cecilia Fischer y Graciela Espeche, quienes aseveran el hecho de que al menos el 90 por ciento de los colombianos que compran antiguedades no tienen suficientes conocimientos como para saber si están adquiriendo bienes auténticos. Por eso muchas veces son engañados y les venden como un mueble de 200 años una copia manufacturada con unos meses de anterioridad.
El conflicto anterior se agrava porque, según Graciela Espeche, tampoco los vendedores de antiguedades saben lo que están vendiendo. Sobre este punto, Cecilia Fischer no dudó en estimar que solamente un 10 por ciento de los dueños de anticuarios tienen conocimientos suficientes sobre los artículos que comercian. Es por eso que muchas veces engañan a sus clientes pensando que realmente les están vendiendo piezas auténticas. Aunque, claro está, según afirmó Graciela Espeche, no faltan aquellos que saben perfectamente que están vendiendo réplicas como si fueran muebles antiguos.
Esta situación hace que muchos colombianos le tengan miedo a comprar muebles antiguos. Según Graciela Espeche, la gente ya no sabe en quién confiar y eso perjudica mucho a los anticuarios que son serios en sus ventas.
Para solucionar el problema de los engaños, Bernardo Chaves sugiere a quienes desean adquirir una pieza antigua que se asesoren de personas conocedoras del tema a la hora de cerrar un trato. No hay que olvidar que los muebles viejos son muy costosos y se puede perder mucho dinero en una mala compra.

Lo que es la moda
En realidad lo que está de moda en el mercado no es tanto el mueble antiguo sino el estilo antiguo. Es en esta última categoría donde pueden encasillarse también las réplicas. Lo que sucedió es que en los últimos años comenzó a gustar el estilo clásico, y para poder satisfacer la demanda de ese tipo de objetos no sólo se incrementó el número de anticuarios sino también el número de artesanos que fabrican reproducciones. No hay que olvidar que por lo general los muebles auténticos son mucho más costosos que las réplicas. Por ejemplo, según Jaime Gonzalo Campuzano, un gueridón de estilo Charles X auténtico tiene un valor de 7.200.000 pesos y el mismo articulo 'fusilado' puede llegar a costar dos millones de pesos.
Como es lógico, son muy pocos los colombianos que tienen el dinero suficiente para poder adquirir antiguedades. Sin embargo, cuando se efectúa la compra de un mueble antiguo se está haciendo una buena inversión pues éste gana valor con cada dia que pasa. Contrario es el caso de las reproducciones, que pierden valor desde el momento en que salen del almacén. La mayoría de los expertos entrevistados afirman que por lo general los colombianos que compran antiguedades lo hacen pensando únicamente en decorar su casa a la última moda. Son muy pocos los clientes que adquieren muebles antiguos por motivos de colección. Para Cecilia Fisher, es lógico que existan personas que busquen muebles auténticos por el hecho de que éstos no sólo son una buena inversión, sino que además proporcionan un estatus y un prestigio que no dan las réplicas.
Graciela Espeche y Cecilia Fischer enfatizaron que lo mejor para el mercado de antiguedades sería que se estableciera una clara diferencia entre los almacenes que venden réplicas y los que comercian piezas auténticas. El problema está en que en teoria los anticuarios deberían exhibir únicamente artículos verdaderos, y en la práctica más de un 95 por ciento de éstos venden reproducciones y muchas veces engañan a sus clientes. Si las cosas funcionaran de la mejor manera, las personas que desean adquirir antiguedades podrian visitar los anticuarios sin tener temor de que están haciendo una mala compra.
La locura que hay actualmente por adquirir muebles antiguos es importante por el hecho de que, opina Fabiola Guáqueta, de Antiguedades Fleing, las piezas antiguas son un testimonio de la capacidad de trabajo manual del hombre que actualmente está siendo desplazada por el mundo de las máquinas. El hecho de que gusten las 'cosas de antes' demuestra que las personas están valorando la estética y el arte del pasado.
En fin, de ahora en adelante si alguien hereda un mueble antiguo difícilmente hará esfuerzos por sacarlo de su casa . Hoy por hoy a las personas, ya sea por motivos de moda o de colección, les interesa decorar su hogar con ese tipo de artículos. Lo más importante es tener en cuenta que las antiguedades son obras de arte que no sólo son bellas sino que además ganan valor día tras día.