Especiales Semana

CONSTRUCCION

24 de julio de 1995

¡RENACEN LOS PARQUES!
El parque de la 93, en Bogotá, es el proyecto piloto del programa de recuperación que lleva a cabo la Fundación Compartir con ayuda de la ciudadanía.
BOGOTA SE PERFILa como una de las capitales más contaminadas del mundo y es por ello que se hace urgente la revitalización de zonas verdes, mas si se tiene en cuenta que mientras que Londres, Buenos Aires y Viena cuentan con 20 metros cuadrados de parque por habitante, la capital del país solo dispone de 3,27 metros cuadrados.
Pero aquí no acaba el drama, lo peor de todo es que estos 3,27 metros cuadrados se encuentran en estado de grave deterioro y se han convertido en verdaderos basureros que mueren ante la indiferencia de la población.
Es así como los vecinos y habitantes del parque de la 93, en uno de los sectores más dinámicos de Bogotá, como lo es el Chicó, presentaron su inquietud a la Fundación Compartir, una entidad sin ánimo de lucro que ha liderado programas de vivienda de interés social en todo el país y que se mueve bajo la dirección de Pedro Gómez, su presidente.
A partir de esta inquietud se fundó el Comité de Vecinos en octubre del año pasado con 120 empresas tanto distritales como privadas, las cuales aportaron al proyecto 175 millones de pesos. Ademas la Cámara de Comercio de Bogotá aportó 20 millones de pesos.

EL PROYECTO
Los costos del proyecto se contemplaron en 380 millones de pesos por la situación en que se encontraba el parque, pero para sorpresa de muchos y de acuerdo con lo expresado en el discurso de inauguración realizado el 15 de junio, Pedro Gómez afirmó que estos estuvieron por debajo de la cifra prevista, y que gracias a ello la Asociación de Vecinos del Parque, que se encargaran del mantenimiento y cuidado del mismo, contará con el dinero restante.
En los 15.000 metros cuadrados que comprenden la reconstrucción del parque, se trasladaron 6.000 metros cúbicos de tierra y se podaron y reubicaron los urapanes. Así mismo se crearon 87 bahías para parqueaderos, se instalaron zonas de juegos para niños, jardines, caminos peatonales y una hermosa fuente. Antes de que la fundución entrara a coordinar, promover y ejecutar la recuperación, el parque era todo un desastre, ahora inspira paz y armonía. Si todos los ciudadanos siguieran el ejemplo de los vecinos de la 93, Bogotá sería una de las ciudades más bellas de Colombia, llena de colorido y aire puro.