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¿Deben desaparecer los departamentos?

El papel de los departamentos ha despertado polémica y hay quienes afirman que el país debería estar dividido en regiones. Análisis.

15 de septiembre de 2012

El debate en Colombia es concreto y ha girado en torno a quién debe asumir el papel intermedio entre la Nación y los municipios: ¿las regiones o los departamentos?

La mala gestión de muchas de las administraciones departamentales en los últimos 20 años ha generado escepticismo e incluso posiciones radicales frente al tema. Para muchos analistas, la Constitución del 91 no dejó en claro qué papel deberían tener esos entes territoriales. Un pionero de la descentralización colombiana, el exministro y exalcalde Jaime Castro, asegura que hoy “los departamentos son solo circunscripciones electorales. Están mandados a recoger, no tienen razón de ser y deberían ser reemplazados por regiones”, argumenta.

Algunos analistas sostienen que por falta de claridad legal, los gobernadores terminan duplicando las funciones de los alcaldes o de la Nación. Incluso señalan que las asambleas departamentales sobran porque no tienen más función que aprobar el presupuesto.

La directora de la División de Apoyo Fiscal del Ministerio de Hacienda, Ana Lucía Villa, es más benevolente con los departamentos. Reconoce que su estructura fiscal se ha deteriorado, pero considera que reemplazarlos por regiones no es una buena solución al problema. “¿Qué saca el país con juntar a San Andrés con Córdoba o a La Guajira con Sucre, que tienen intereses tan distintos?”, se pregunta. En su opinión, lo que se debe hacer es conseguir que haya buena gerencia en cada departamento.

Con ella coincide el gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo. “Yo siento que hay bastante autonomía regional, pues el país tiene una estructura ‘municipalista’, con buena cantidad de funciones; y esa responsabilidad es importante y necesaria para el desarrollo nacional. Pero el rol intermedio de los departamentos debe ser mucho más importante, pues están subvalorados y en ese orden de ideas, las gobernaciones deberían jugar un papel más protagónico”, asegura.

“El país perdió –en la Constitución– una gran oportunidad para empoderar y darles un papel más activo a los departamentos, en aras de un fortalecimiento de las regiones que tampoco se dio nunca”, asegura Germán Chica, director ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos. En su opinión, la nueva Constitución los dejó en una especie de zona gris de la que apenas ahora comienzan a salir, gracias al esfuerzo del gobierno actual.

Ahora se tramita en el Congreso un proyecto de ley que busca modernizar la organización y funcionamiento de los departamentos (el régimen actual es de 1986), para que no solo administren recursos sino que articulen y coordinen realmente acciones, políticas y procesos; complementen y apoyen la gestión municipal; planifiquen el desarrollo económico, social y ambiental de sus territorios, e intermedien como interlocutores directos entre la Nación y los municipios. En síntesis, que puedan gobernar efectiva y eficazmente.

El debate sigue abierto, aunque al parecer los departamentos no desaparecerán. Entonces habrá que diseñar mecanismos para que ese nivel de gobierno le añada riqueza al país.
 
Por qué no desaparecerán

La reforma territorial no se hará porque los congresistas no están interesados en hacerla, dice el exalcalde Jaime Castro. “El 95 por ciento de los senadores está en la cúspide de una pirámide. Mientras más ediles o concejales haya, tendrán más poder. Por eso el ordenamiento territorial no se cambiará”, señala. Para quien fuera secretario de la Comisión de Ordenamiento Territorial del Senado, Gregorio Eljach, el asunto es de falta de claridad. “Los partidos políticos, en consecuencia, no han hecho una propuesta fundamental sobre el tema del ordenamiento territorial en Colombia. Es un asunto que ‘mejor dejémoslo ahí’, y no lo tocan”, sostiene.
 
Santander, así se hace
 
Santander ofrece un modelo interesante de descentralización liderado por provincias con sus cabeceras.
 
Santander es una región modelo del proceso de descentralización en el país. Horacio Serpa, exgobernador de Santander, asegura que, en parte, los avances en la descentralización del departamento se deben a su organización interna. “En el nivel territorial, en Santander hay algo muy interesante, porque existen las provincias y eso produce unos efectos políticos y fiscales”, señaló.

Conformaron siete cabeceras de provincia que tienen a su cargo la prestación de servicios públicos y de educación a los municipios que las comprenden. La exsecretaria de Planeación departamental y actual directora del Área Metropolitana de Bucaramanga, Consuelo Ordóñez, plantea que la relación funcional entre cabeceras de provincia y municipios vecinos “genera procesos internos de descentralización” que son ejemplo en la materia. Así lo indican los resultados.

La cobertura en educación asciende al 87 por ciento según cifras de la gobernación; hay redes de acueducto en el 80 por ciento del territorio, redes de alcantarillado en el 40 por ciento de los municipios; y la prestación del servicio de recolección de basuras en los 87 municipios.

Y aunque es claro que los índices de cobertura demuestran que Santander ha sabido manejar sus recursos y enfocar sus políticas públicas en el desarrollo regional, aún falta camino por recorrer.

En primer lugar surgen inquietudes frente a la capacidad administrativa de las entidades territoriales. “Hay planes de desarrollo que no tienen claro el punto de partida ni mucho menos el de llegada”, afirma Erwing Rodríguez, director del programa Bucaramanga Cómo Vamos. Con este postulado coincide Horacio Serpa, quien considera que la precariedad administrativa es un obstáculo para la descentralización. “Hay municipios que tienen pocos recursos y no pueden tener ni una oficina de planeación. Esa es una limitación real”.

En términos de desarrollo de políticas novedosas para la descentralización, Santander también se perfila como uno de los departamentos más avanzados en el país. La actual administración establecerá bancos de maquinaria en las provincias para que las alcaldías les hagan mantenimiento a sus vías. Además, la región será la primera en el país en tener conectado a fibra óptica a todos sus municipios antes de diciembre.