Especiales Semana

DECORACION EN LA CONSTRUCCION

16 de marzo de 1992

EL PECADO CAPITAL
NO ES AVENTURADO DECIR QUE SANTA Fe de Bogotá es la ciudad de nadie. El Distrito Capital carece de identidad y en eso coinciden casi todos los analistas.
Mientras Cali es "la sucursal del cielo", Bucaramanga "la ciudad de los parques" y Cartagena "el lugar más querido por los colombianos", Santa Fe de Bogotá ha cargado durante los últimos 30 años con el pecado capital de ser de todos y a la vez de nadie, ni siquiera de los mismos bogotanos.
Incluso grandes ciudades del mundo como Londres tienen impresa su firma hasta en las cabinas telefónicas. Bogotá brilla por la ausencia de sello que la identifique. Según Mario Suárez Melo ex presidente de la Cámara de Comercio, "Bogotá es una sucesión de iniciativas independientes sumadas y sin sabor propio".
Y es que desde hace 454 años, cuando Gonzalo Jiménez de Quesada fundó la población con 12 chozas y una iglesia, han sido muchos los azotes que ha padecido la ciudad. Pero quizás uno de los más duros ha sido el abandono de sus habitantes, el mismo abandono que impide expedir la tarjeta de identidad de Santa Fe de Bogotá.
Según algunos expertos en el tema, parte de la identificación de una ciudad está en el espacio público, específicamente en la recuperación del amueblamiento urbano. Suárez Melo asegura que el amueblamiento urbano es "el con junto de elementos que colocados sobre el espacio público permiten la mejor utilización de la ciudad". Como quien dice que así como una casa necesita de la decoración para tener identidad propia, la ciudad también necesita del amueblamiento urbano para cumplir la función de servir como espacio de convivencia social. Por lo tanto, las cabinas telefónicas, las luminarias, los paraderos de buses, los relojes, los postes, las casetas, las bancas de los parques y avenidas, la señalización, los avisos y las jardineras, entre otros, son parte de ese paquete denominado amueblamiento urbano".
Pero ¿por qué es tan importante el mobiliario de la ciudad? SEMANA consultó la opinión de arquitectos y especialistas en la materia y todos coincideron en señalar que a través del amueblamiento la ciudad adquiere tanto identidad como sentido para el ciudadano.
Los arquitectos Rodrigo Piñeros Pardo y Hugo Cardozo aseguran que es te concepto de mobiliario urbano no ha sido profundizado en Santa Fe de Bogotá. "En algunas zonas del norte de la ciudad el espacio público cuenta con dotación como bancas, postes, cabinas telefónicas y hasta relojes, pero la verdad es que son esfuerzos atomizados, independientes y sin política integradora que unifique los criterios urbanos de las zonas de la ciudad ", señalaron.
La legislación existente en materia de amueblamiento de la ciudad es escasa y según un funcionario de Planeación Distrital, no existe un código integrado sobre el mobiliario urbano, la información es muy dispersa. Por eso, los especialistas y trabajadores en el tema han puesto gran parte de sus esperanzas en el cumplimiento del Acuerdo 6 de 1990 próximo a reglamentarse, en el cual se establece el estatuto para el ordenamiento físico de Santa Fe de Bogotá.
Según el funcionario, los antecedentes más notorios sobre este tema son el Acuerdo 7 de 1979 estatuto para el ordenamiento físico de Bogotá que está en vigencia, y un programa para la recuperación del espacio público en la zona céntrica de la capital impulsado durante la administración de Julio César Sánchez.
Entre tanto, Sergio Trujillo director del naciente Taller de Espacio Urbano, asegura que adicional a los esfuerzos de recuperación del centro de la ciudad está el esfuerzo de la Corporación La Candelaria en materia de espacio público y de mobiliario urbano.
Por su parte, el arquitecto Rafael Obregon dice que el problema del amueblamiento urbano es que no se le ha puesto atención porque las personas piensan que va a tener vigencia corta. Y esto es más notorio cuando se trata de mobiliario urbano en vías y obras públicas. Además, pienso que el país enfrentado al fenómeno de la violencia urbana de los años 70 y 80, convirtió en prioritario el problema del orden público, entonces el problema físico de la ciudad se hizo secundario " .
Entre tanto, Suárez Melo insiste en afirmar que el mayor obstáculo para resolver este tipo de problemas de la ciudad está en "la falta de autoridad política y decisión.
Mientras la gente entra a centros comerciales como Unicentro o El Tunal respetan los callejones, las bancas y los baños del lugar, en la ciudad el comportamiento es diferente, no hay respeto por las calles ni por las cabinas teléfonicas ni por las vías. Nadie sanciona esta actitud ".

LA CARIDAD ENTRA POR CASA
Hoy por hoy, Santa Fe de Bogotá cuenta con casi 30 mil hectáreas de supefficie, no obstante, arquitectos y especialistas aseguran que infortunadamente la calidad de vida no es proporcional al crecimiento de una ciudad. Por el contrario, siendo una urbe tan amplia se hace más difícil unificar los criterios de mobiliario para todas las zonas.
Trujillo asegura que "el amueblamiento urbano debe recuperarse pero con cierta particularidad de nuestras costumbres urbanas ". Y a ello agrega que un programa de recuperación del espacio público debe tener como uno de los pilares fundamentáles el mobiliario. "Se necesita un ente señala Trujillo que diseñe las normas de uniformidad, coherencia y aprendizaje sobre el uso de la ciudad y de su mobiliario ".
Y a esta idea se adhiere Suárez Melo, pues uno de los puntos más importantes es adecuar el inmobiliario urbano a la situación física y social de la ciudad. Agrega además que el espacio público y el mobiliario urbano deben convertirse en objetos respetables, limpios y agradables en los cuales el ciudadano se sienta espiritual y físicamente tranquilo. Esta sensación de armonía con la ciudad incrementa el nivel de pertenencia, de disciplina y de solidaridad con el espacio físico en el que se convive. "Porque la ciudad como lugar de convivencia señala Suárez Melo permite disfrutar sus ventajas pero simultáneamente, respetar las limitaciones que impone. Por lo tanto, su infraestructura debe estar encaminada a generar la dignificación del ser humano "