Especiales Semana

Desde los medios

Esto es lo que se preguntan los que más preguntan.

16 de marzo de 2013

82) ¿Por qué en un país con tantos ricos, que no haya niños en la calle no es la prioridad del gobierno, la sociedad y la opinión pública?

En la Colombia profunda, pobre, afro e indígena, la niñez no existe. A los niños y niñas que viven en estos territorios les han arrebatado su niñez. Nunca han sido prioridad de los gobiernos, mucho menos los que viven en la calle. La preocupación es la guerra y la minería. La plata destinada a garantizar los derechos de la infancia se ha dedicado a generar carruseles de contratación y a concentrar recursos en empresarios y políticos corruptos –como lo denuncié en el debate de control político al ICBF en noviembre de 2011, que costó la salida de su directora–. Los datos son elocuentes: si un niño es pobre, vive en el campo, es indígena o afro, la probabilidad de que viva durante el primer año de nacido es dos veces menor que la de otro niño colombiano. Si un niño es indígena tiene una desnutrición global (7,5 por ciento) de más del doble que cualquier otro niño (3,4 por ciento). Si el niño hace parte de una familia con Sisben uno o dos, la desnutrición (4,7 por ciento) será del 38 por ciento más; y si el niño es de la zona rural, la probabilidad de desnutrición es del doble que si nació en la zona urbana (4,7 por ciento contra 2,9 por ciento). Si estos niños o niñas viven en la guerra, estas exclusiones o violencias se exacerban. Hay niños y niñas que siguen viviendo como hace 500 años: sin familia, sin salud, sin educación, bajo relaciones de dominio y sin alegría ¡sin derechos! Se requiere la responsabilidad de los gobiernos para que la supremacía y prevalencia de los derechos de la infancia sean una realidad.

Ángela Robledo, congresista del Partido Verde.

83) ¿Por qué los colombianos usan el diminutivo para todo?

El uso de los diminutivos constituye un rasgo identitario de la cultura latinoamericana: la calidez humana propia de países como el nuestro, también afectado por la violencia, propicia la búsqueda de formas discursivas que permitan expresar de forma eufemística sentimientos positivos (ejemplo: cariño) o negativos (ejemplo: desagrado). En razón de lo anterior, las terminaciones diminutivas se usan ampliamente en Colombia; en tanto partícipes de ese legado cultural, es imposible desligarnos de emplearlas constantemente para dirigirnos a nuestros semejantes y hacer juicios de valor sobre ellos.

Carlos Manuel Varón Castañeda, lingüista del Departamento de Comunicación y Publicaciones de la Universidad Central.

84) ¿Por qué algunos colombianos pronuncian con T la letra X?


La letra x en español corresponde a dos sonidos consonánticos: ks; así, palabras como taxi se pronunciarán taksi o, a veces, tagsi, sin que se note la diferencia. Esta pronunciación de sonidos se produce como tatsi en algunos grupos sociales, asociados a personas con baja escolaridad y que se encuentran en la base de la pirámide social. Hacen parte de un dialecto social, o sociolecto. Este sociolecto pertenece a clase baja y a la mayoría de hablantes del español estándar (aquel que hablan los que detentan poder socioeconómico) les parece de mal gusto o un error terrible. Así, esta pronunciación está estigmatizada, como lo están algunas otras pronunciaciones de la x como taisi o tasi. Actualmente no se habla de correcto o incorrecto, sino de apropiado y no apropiado. Es decir que si en su grupo social dice tatsi o tasi, usted puede seguir pronunciándolo sin problema, pero si es presentador de televisión es posible que sus jefes consideren esa pronunciación como no apropiada para los medios.

Alejandro Pardo, lingüista de la Universidad de Texas en Austin.

85) ¿Por qué le decimos tinto al café negro?

La palabra tinto viene del latín tinctus, que puede definirse como teñir. Aunque no está muy claro el origen del uso de esta palabra para hablar del café negro se dice que se empezó a designar así por su color profundo, como el del vino tinto.
 
Promoción de consumo de café.

86) ¿Por qué si la gran mayoría de modelos son paisas, marcas antioqueñas contratan extranjeras? 

Arkitec es la única marca propia de Almacenes Éxito que ha utilizado una modelo extranjera. Alexandra Ambrossio es un ícono como mujer, mamá y modelo profesional. A veces, las marcas utilizan personajes muy reconocidos para impulsar sus prendas de forma aspiracional. Todas las otras marcas del Éxito utilizan modelos nacionales en sus pasarelas. Los desfiles de Leonisa mezclan, como cualquier otra marca, modelos de diferentes agencias que disponen de modelos nacionales y de otras partes del mundo. El modelaje es un tema global, como la moda. Responde a una necesidad del mercado y de las diferentes marcas.

Pilar Castaño, periodista especializada en moda, conferencista, columnista y asesora.

87) ¿Por qué seguimos pensando que el partido entre Colombia y Argentina es un clásico?


En el fútbol, los clásicos son partidos que representan una rivalidad particular entre barrios, ciudades, regiones o países. Clásico es Brasil contra Argentina o Alemania contra Italia. Entre Colombia y Argentina la rivalidad por resultados no da para un clásico. Los enfrentamientos así lo indican: en 1945, 1947 y 1957 Colombia perdió 9 a 1, 6 a 0 y 8 a 2. Cuando Maradona dijo que “Argentina está arriba y Colombia abajo” dio un dato histórico: han ganado 18 partidos, perdido 8 y empatado 6. Clásico por una historia común y un partido que explica tal creencia. Desde la época de El Dorado, el fútbol argentino es un referente. Y, además, por un partido: el del 5 de septiembre de 1993 en Buenos Aires. Colombia ganó 5 a 0, clasificó al mundial de 1994 y nos creímos favoritos. Argentina se fue al repechaje y Maradona volvió a la selección. Desde entonces, los colombianos así lo llaman y los argentinos no pueden evitar un sentimiento, clásico, al recordar aquel juego: vergüenza.

Andrés Dávila Ladrón de Guevara, profesor y consultor de la Universidad Javeriana. 

88) ¿Por qué es más fácil llevar una tonelada de carbón de Cartagena a Shanghái, que de Samacá a Cartagena? 

El carbón es un mineral de bajo valor. Su medio de transporte eficiente es el transporte masivo fluvial-marítimo o el ferroviario. Al transportarlo por carretera, con equipos no adecuados y baja infraestructura, sus costos son altos. En el transporte marítimo Cartagena-Shanghái se utiliza un buque con alta capacidad , como de 64.000 toneladas, que equivalen a 2.000 camiones.

Edgar Higuera Gómez, gerente de Logística, Transporte e Infraestructura de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi).

89) ¿Por qué bautizamos a nuestros hijos, negocios y productos con nombres extranjeros? 


En eso de usar nombres extranjeros para hijos, negocios o productos hay un cierto esnobismo por la esperanza de que la gente crea que por tener un nombre no criollo esos hijos, negocios o productos son de mejor calidad. Por eso tenemos tantos John Jairos en lugar de simples Juan Jairos, que tampoco son mejores que los simples Casimiros. Y como ya nadie se traga eso de que un nombre extranjero implica mejor calidad, usarlos dejó de justificarse. Todo entonces debe atribuirse a la vieja y equivocada creencia de que lo extranjero es mejor.

Manuel Drezner, columnista de 
El Espectador.

90) ¿Por qué, si los ciclistas colombianos han sido históricamente exitosos en montaña, ahora atraviesan por un periodo de fracasos en ese terreno?

Las nuevas reglas del ciclismo restringen la participación en las grandes pruebas a una élite de equipos de multimillonarios presupuestos en los cuales los colombianos solo tienen lugar como gregarios. Esto los lleva a agotar sus fuerzas en los primeros kilómetros de las subidas legendarias para moler a los rivales de sus capos, como es el caso de Rigoberto Urán y Sergio Henao en el Sky británico. Influyó también que durante varios años los pedalistas locales se radicaban en Europa y allí se preparaban, perdiendo la ventaja de entrenar en altura, algo que por suerte ha cambiado. Con todo, no se pueden ignorar éxitos recientes en este terreno como el triunfo de Nairo Quintana en la etapa reina del Dauphiné Liberé 2012.

Federico Arango, subeditor de opinión en El Tiempo.

91) ¿Por qué muchos hablan de legalizar la droga, pero nadie lo logra?

Si alguien se hubiera atrevido a predecir hace cuatro años que no solo distinguidos expresidentes latinoamericanos sino también tres presidentes en ejercicio apoyarían abiertamente la legalización y otras alternativas a las políticas prohibicionistas sobre drogas, nadie le habría creído. Por eso, es injusto criticar a mandatarios como Juan Manuel Santos en Colombia, Otto Pérez en Guatemala y José Mujica en Uruguay por fallar en la legalización. Actualmente, su principal reto es no ceder a la presión de Estados Unidos, aunque esa es una preocupación. El fracaso está, más bien, en que las mayorías en sus propios países no apoyan dichas reformas. Lo que estos tres presidentes están demostrando es algo que le hace mucha falta al mundo: coraje político.

Ethan Nadelmann, director ejecutivo de la Drug Policy Alliance, una organización estadounidense que promueve alternativas en políticas de drogas.

92) ¿Por qué le echamos sal al mango biche?

Al mango se le echa sal porque, desde hace milenios, en el espectro de los sabores que memoriza el cerebro y el paladar humano el contraste de lo ácido y lo salado están ampliamente aceptados. Esto acontece en las cocinas milenarias, en las contemporáneas, en las orientales y en todas las occidentales. Finalmente, permítaseme recordar que el verbo sazonar hoy es sinónimo de cocinar y literalmente significa ‘poner la sal’.

Julián Estrada Ochoa, antropólogo.

93) ¿Por qué siempre nos preguntan si ‘necesita la factura’, si es obligatorio entregarla?


La respuesta es muy sencilla: no expedir la factura –una acción fraudulenta– puede ser un negocio millonario para algunos comerciantes. Lo lógico es que se la expida sin que le pregunten a nadie si desea o no que se la impriman. Se trata de una prueba de que el comerciante está cumpliendo su obligación acerca del Impuesto al Valor Agregado (IVA). Quien paga el IVA es el comprador y si un establecimiento no expide la factura, puede manipular su contabilidad y no pagar ese impuesto. Así, se queda con un ingreso adicional que le pertenece al Estado, es decir a todos los colombianos. 

Aldemar Moreno, editor de negocios de la revista Dinero.

94) ¿Por qué en el escudo nacional sigue apareciendo el istmo de Panamá?

Porque el adoptado en 1834 se mantiene invariable, a pesar de los  intentos parlamentarios de actualizarlo. Los escudos están integrados por elementos simbólicos que identifican a los países y expresan sentimientos  y valores; no son ni tratados visuales de historia política ni retratos de la realidad (los ingleses usan en el suyo un unicornio; un león, que es símbolo de valentía, aparece en los escudos belga, danés y sueco;  y en el de Laos, aparece una autopista simbolizando el progreso). En el colombiano, la faja inferior, el istmo en azul y los dos mares plata surcados por dos navíos en negro representan la privilegiada  situación geográfica del país con aguas en los dos mares, así lo señala una ley de 1984. Excluir el Pacifico por insertar la cartografía del archipiélago y el Caribe es excluyente con Malpelo y Gorgona. La cartografía, la bandera y el himno se complementan.

Luis Horacio López Domínguez, académico, secretario de la Academia Colombiana de Historia.

95) ¿Por qué, si tenemos tan buen café, no sabemos tomarlo?


Los baristas italianos dicen que un espresso no se puede preparar con un café de origen único, como el colombiano. Sin embargo, ya hay expertos que han probado lo contrario, incluso un británico se ganó un mundial de baristas con un café 100 por ciento colombiano. Creo que decir que no sabemos tomar café es falta de autoestima: no creemos en nuestros productos. Para mí no hay una sola forma de tomar café correctamente: hay mil maneras de hacerlo, solo que hay que alejarse de los prejuicios y beberlo como más nos guste. Además, me parece que Colombia tiene todo el potencial para tener los mejores baristas del mundo, quienes ya están aprendiendo a sacarle lo mejor a nuestro café. Incluso la cultura en el país también está cambiando y ahora el tinto se cobra, porque antes se regalaba en el almuerzo, y las tiendas de café le están dando el lugar que se merece. 

Luis Fernando Vélez, experto en café, dueño de la marca Amor Perfecto.

96) ¿Por qué a los colombianos nos gusta creer la ingenua ficción de que somos una inmensa mayoría de buenos dominada por unos pocos malos y unos gobernantes deshonestos?

¿Será que nos creemos buenos? Éticamente, los colombianos somos esquizofrénicos: superestrictos con los demás y permisivos con nosotros mismos. Por ejemplo: reaccionamos agresivamente si alguien se vuela un pare, pero tres cuadras más adelante nos pasamos un semáforo en rojo. Hemos sido educados de manera autoritaria. Por eso no tenemos una relación madura con las normas y la autoridad. Somos, a la vez, represivos e indisciplinados. Desconfiamos de quienes nos gobiernan (los malos), y entre los gobernados, cuando no nos estamos oprimiendo unos a otros, nos cubrimos mutuamente (somos los chéveres, mala variante de los buenos) con el manto de la complicidad.

Carlos Vicente de Roux, concejal de Bogotá. 

97) ¿Por cuál motivo la aristocracia bogotana ridiculiza, minimiza o estigmatiza las actuaciones positivas, exitosas o emprendedoras de las gentes de la provincia?


Yo creo que es una cuestión de miedo e incredulidad. Por un lado les atemoriza que en otras ciudades empiecen a existir cosas interesantes por hacer y que Bogotá eventualmente empiece a dejar de ser el centro de la vida en Colombia. Por otro lado, está la incredulidad respecto a la capacidad de las élites de provincia de surgir, ignorando, dicho sea de paso, que en nuestro país la sola idea de pertenecer a la aristocracia es ridícula e innecesaria.
 
Santiago Rivas, presentador de Puros Criollos.

98) ¿De dónde salió que somos la Atenas Suramericana?

Todo punto de origen y de construcción de un imaginario colectivo tiene algo de convencional y de arbitrario. La idea según la cual Bogotá es la Atenas Suramericana se atribuye al ensayista español Ramón Menéndez y Pelayo, quién en 1892 escribió: “La cultura literaria en Santa Fe de Bogotá, destinada a ser con el tiempo la Atenas de la América del Sur, es tan antigua como la conquista misma”. Esta afirmación fue recogida por algunos cronistas de la ciudad (Pedro María Ibáñez) y fortalecida por ciertos sectores de la élite intelectual que pretendían afianzar ese imaginario. Esta imagen erudita y letrada de la capital se empieza a divulgar desde finales del siglo XIX, pero desde ese momento sus limitaciones son profundas. Primero, se reduce a un sistema de jerarquización social entre el buen hablar, los buenos modales y el protocolo de urbanidad de la élite social, frente al llamado pueblo bajo y los provincianos. Segundo, la capital, ya desde esa época enfrenta profundas crisis que el imaginario de la Atenas permite evadir. Los historiadores muestran que, a finales del XIX, se presentó la peor crisis higiénica de la historia, acompañada por procesos de empobrecimiento y de exclusión. Tercero, el imaginario responde a un dispositivo cultural para evitar la democratización urbana.

Sergio de Zubiría Samper, profesor del Departamento de Filosofía, Universidad de los Andes.

99) ¿Por qué en un gran evento público siempre hay un colombiano que saca la bandera?

Es cierto: colombiano que se respete saca la bandera en todo acto público donde hay cámaras, especialmente si está en el exterior. Pienso que esta actitud es una forma de reafirmar su identidad a través de un símbolo patrio, de mandar un mensaje. Como si estuviera diciendo: “Aquí estoy representado a mi país, saludos a mi familia allá en Colombia”. También, por qué no: “Me siento orgulloso de ser colombiano”. Hay que decirlo: no existe rincón de la Tierra donde no haya un colombiano.

Carlos Duque, artista visual.

100) ¿Por qué nos ufanamos de ser la democracia más sólida del continente?


Pensando en términos de una democracia formal, esta expresión tiene dos explicaciones posibles. Primero, la ausencia de golpes militares a lo largo del siglo XX, frente al recurrente golpismo en los países latinoamericanos; en Colombia solamente tuvimos el golpe militar del general Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957) que fue calificado por el jurista Darío Echandía como “un golpe de opinión”, que ayudó a superar el periodo de la violencia liberal-conservadora y la Junta Militar (1957-1958) y permitió la transición hacia los gobiernos civiles del Frente Nacional. Segundo, el país ha contado con una estabilidad expresada en que los mandatarios y las instituciones estatales cumplen los períodos establecidos; se trata de un activo importante de la democracia colombiana.

Alejo Vargas Velásquez, profesor titular de la Universidad Nacional.