Especiales Semana

DIA DE LA MADRE

3 de junio de 1991

MI PAPA ES UNA MADRE
SER MADRE ES UN TRABAJO DIFICIL, SOBRE TOdo cuando se es padre. Es la opinión generalizada de todos aquellos hombres que por cualquier circunstancia han tenido que asumir el papel de mamá. Y la verdad es que más de una mujer se ha sorprendido por la eficiencia demostrada por el hombre contemporáneo en tan complicada misión.
Porque las soluciones al problema de la falta de la madre han cambiado con los años. Hace algunas décadas, cuando el machismo todavía era reconocido como la máxima virtud de la virilidad, los papás acudían desesperadamente a la abuela o a las tías, como única solución para la crianza de los hijos, ante la ausencia de la madre. La otra alternativa era la contratación de una nana, porque en ese tiempo era casi inconcebible que el hombre desbordara las fronteras de su función de padre para cumplir también con las de mamá. En últimas, se trataba de reemplazar el amor materno con otra imagen femenina. Una sustituta que se encargara de la crianza, los pañales, la educación y los cuidados de los niños.

Sin embargo, desde las últimas tres décadas la situación de los padres-madres, ha tomado otro rumbo. En primer lugar porque la ausencia de la madre no se debe únicamente a la muerte de ella. Otras situaciones como el divorcio o el abandono se han sumado a esta categoría.

Pero además, la creciente desaparición de abuelas, tías o niñeras de la estructura familiar, ha llevado a los padres a multiplicar sus papeles a manera de pulpo.

Atento desde la oficina la mayoría de padres-madres supervisan telefónicamente la llegada de sus hijos a la casa, están pendientes de las reuniones del colegio y se mantienen al día en la organización del hogar.

Sagradamente, permanecen los fines de semana al lado de sus hijos preocupados por hacer paseos, salir al cine o realizar alguna actividad juntos.

Generalmente, la mayor preocupación del padre-madre es que sus hijos sientan el calor del hogar a pesar de que la figura materna no esté presente. Por eso, uno de los fenómenos que más llama la atención a sicólogos y sociólogos es el potencial del hombre de desarrollar el sentimiento maternal.
Porque el hombre no es pura razón como se pensaba en otras épocas. Por el contrario. Los estudios de la situación del padre-madre han registrado que no sólo se trata de una acción forzosa para el hombre, sino que además con el tiempo, él disfruta el rol de mamá y educador de sus hijos.

Cuidado con el niño
Aunque el padre sea toda una madre, la situación más complicada se presenta con los hijos. Silenciosamente los niños padecen el dolor de la ausencia de la madre sea cual fuere la razón por la cual haya desaparecido del núcleo familiar.

Pueden sentir que no los quieren, que los rechazan y hasta creen que son un estorbo. Por eso, la principal misión de un padre