Especiales Semana

DIA DEL PADRE

12 de julio de 1993

Rumbo al Cho Oyu
ESTA EN LA CORDILLERA DEL HIMALAYA, es la sexta cima más alta del mundo -a 8.201 metros sobre el nivel del mar- y será el objetivo del Programa Oficial de la Federación Colombiana de Montañismo el próximo año. Su nombre, Cho Oyu, significa en tibetiano La Diosa de la Turquesa.
Desde el costado norte de Katmandú, capital del reinado de Nepal, ella domina el paisaje retando a los escaladores profesionales y convirtiéndose en el sueño de los aficionados. Hasta su punto más alto llegará el equipo científico deportivo conformado por los aventureros de nuestro país que entre abril y junio de 1994 dejarán a sus esposas e hijos para desafiar a uno de los 14 ochomiles, los únicos picos que en el mundo entero superan los ocho mil metros de altura. Entonces no estarán junto a sus familias para celebrar como este año el Día del Padre pero experimentarán una increíble sensación de libertad coronando a la Diosa.
El 19 de octubre de 1954 dos austriacos y el Sherpa Pasang alcanzaron por primera vez su cumbre. Necesitaron nueve horas para escalar los últimos 1.200 metros de desnivel. Un año atrás, Edmund Hillary, había vencido el Everest, el pico más alto del mundo, con 8.848 metros y a sólo 30 kilómetros del Cho Oyu.

Un historial de ascensos
En la década de los años 80 el montañismo colombiano empezó a buscar grandes retos. Después de haber coronado en 1984 el Broad Peak (8.047 metros) en Pakistán, los escaladores se tomaron las Montañas Rocosas y ascendieron a El Capitán, 1.100 metros de granito absolutamente vertical.
En 1986 el objetivo fue la cumbre de Manaslu (8.163 metros), en Nepal. Pero la Montaña de los Espíritus, como también se le conoce, les jugó una mala pasada y el grupo de punta debió renunciar dejando abandonado el campamento IV, a 7.300 metros de altura.
Los años 90 dieron paso al auge de la escalada deportiva sobre roca y en ese campo los atletas colombianos obtuvieron importantes triunfos en los campeonatos suramericanos de Brasil y Chile. Paralelamente tres colombianos alcanzaron el Monte McKinley en Alaska, la montaña más fría del mundo y la más alta de Norteamérica con 6.187 metros sobre el nivel del mar.

¿Quiénes son y cómo lo harán?
Para alcanzar la cima de la sexta cumbre más alta del mundo los expedicionistas colombianos se acercarán en bicicletas de montaña al campamento de base (4.850 metros) cruzando la cadena del Himalaya de Nepal al Tíbet. Son 260 kilómetros de recorrido hasta el glaciar. Y luego, a escalar... Un campamento de base avanzado, tres de altura y por fin el asalto a la cumbre planeado para los días 39 a 50. Luego, recogida de los campamentos y regreso a Katmandú, en bicicleta de montaña.
Todo está fríamente calculado. El jefe de la expedición es Juan Pablo Ruiz, un bogotano de 36 años, economista dedicado a la dirección de interesantes proyectos de conservación ambiental. Con Cristóbal von Rothkirch, él hizo parte del programa deportivo Glaciares y Volcanes de Colombia, proyecto que incluyó todos los picos sobre 5.000 metros de los Andes colombianos y la Sierra Nevada de Santa Marta, en el cual se abrieron muchas rutas de gran dificultad.
A Ruiz lo acompañan 10 expedicionarios más: Manuel Arturo Barrios, socorrista de la Cruz roja y quien fue condecorado por el Gobierno con la Pirámide de la Excelencia Deportiva por sus aportes en el campo del montañismo nacional. Marcelo Arbeláez Buraglia, geólogo dedicado a consultoria en ingeniería ambiental de proyectos energéticos y petroleros. Cristóbal von Rothkirch, importador de equipos industriales.
Gonzalo Ospina Pulido, gestor de la primera fábrica de equipo de montaña y la primera tienda de artículos para deportes en campo abierto en Colombia. Arturo García Durán, economista dedicado a la planeación de sistemas de educación no formal. Miguel Angel Vidales, economista y corredor de seguros, Juan Fernando Gaviria, profesional en comercio exterior. También van: como camarógrafo, Aldo Brando, fotógrafo y buzo entregado a la documentación gráfica de los ecosistemas y la vida silvestre colombiana. Como médico, el pediatra Gabriel Llano García. Y como director científico, Jorge Reynolds Pombo, ingeniero eléctrico especializado en temas cardiológicos.

La expedición es científica
La aventura colombiana en el Manaslu fue un paso importante a nivel mundial en el estudio del comportamiento del corazón a grandes alturas. Por iniciativa del doctor Reynolds se estudiaron los registros electrocardiográficos de siete montañistas en alturas que oscilaban entre los 3.850 y 7.250 metros sobre el nivel del mar. Esto permitió detectar por primera vez importantes alteraciones en el "electro" de los deportistas sin la presencia de síntomas y desarrollar en Colombia interesantes equipos portátiles.
Pero no sólo en el campo médico han adelantado investigaciones nuestros montañistas. Glaciares y Volcanes de Colombia pretendía señalar el inicio de las "lenguas" en cada uno de los picos nevados para medir su evolución en el tiempo.
Lo que pretende la expedición Colombia Cho Oyu 94 es realizar estudios cardiopulmonares con equipos de tecnología más avanzada que aseguren mejor funcionamiento en medio de la nieve, el frío y la baja presión. Además de divertida, esta actividad de un selecto grupo de padres y jóvenes colombianos es un paso adelante en el campo de los aportes nacionales a la ciencia.