Especiales Semana

DIEZMO EMPRESARIAL

LAS PRINCIPALES INDUSTRIAS DEL VALLE CAUCA DESTINAN UNA PARTE DE SU PRESUPUESTO PARA IMPULSAR PROGRAMAS DE DESARROLLO SOCIAL.

25 de marzo de 1996

Las principales industrias del Valle Cauca destinan una parte de su presupuesto para impulsar programas de desarrollo social en los sectores más necesitados de la región. El sector de las Organizaciones No-Gubernamentales (ONGs) es cada día más importante. De hecho, un estudio realizado en 1994 por la Universidad John Hopkins, mostró una proliferación importante del sector de las organizaciones sin ánimo de lucro en América Latina. En Brasil, por ejemplo, el número de ONGs pasó de 76.000 en 1978 a 200.000 en 1990. Y en este proceso, Colombia no se quedó atrás. Hoy en día, existen en el país cerca de 5.800 organizaciones que invierten todo su capital en el bienestar social. Lo más curioso es que 1.900 ONGs tienen su base en el Valle del Cauca. En pocas palabras, casi la tercera parte opera en ese departamento.
En el Valle no sólo se concentran las más grandes industrias de Colombia sino que, además, es claro el compromiso que las empresas han adquirido con el desarrollo social de la región. Cada día aumenta el número de compañías caleñas que deciden crear sus propias fundaciones para apoyar a los más desprotegidos.
Cuna vallecaucana
La pregunta obvia es: ¿por qué en el Valle del Cauca? Muchas son las hipótesis que existen al respecto. Según Mauricio Cabrera, presidente de la Fundación Fes, desde que se creó la Fundación Carvajal en 1961, comenzó en Cali un movimiento del sector privado dirigido hacia el desarrollo social.
Para entonces, la situación económico-social del departamento estaba atravesando por un período difícil. Las olas migratorias hacia la ciudad de Cali habían aumentado en gran medida la pobreza urbana de la región. Lo anterior generó un conflicto social que permitió que cobraran fuerza los paros civiles, las marchas y los movimientos guerrilleros como el M-19.
Según Melba Pinedo, directora ejecutiva de Procali, cuando las empresas privadas se percataron de que el gobierno no podía solo con todo el peso de los conflictos sociales, comenzaron a crear fundaciones. "Las grandes compañías concluyeron que si no invertían en bienestar social, su marco social sería cada vez más desfavorable para su buen funcionamiento" Aunque los problemas de la extrema pobreza no los tiene sólo el Valle del Cauca, fue precisamente ese departamento el pionero en el campo de las empresas privadas con responsabilidad social. Luis Fernando Cruz, presidente ejecutivo de la Fundación Carvajal, recalcó el hecho de que la conciencia social de los caleños tiene sus raíces en la educación de la zona. "En los sesentas la Universidad del Valle puso a funcionar un Magister en Administración de Empresas que difundió una concepción de gerencia empresarial con responsabilidad social. Allí se sembró la semilla...
"Incluso, comenta Oscar Rojas, de la Fundación Fes, en aquella época existía en Cali el "Grupo de los Martes", conformado por importantes personalidades que se reunían para discutir cómo mejorar la situación del departamento y de su gente.
El vallecaucano quiere mucho a su tierra y eso no sucede en otros departamentos. Humberto Visbal, presidente de la Fundación Colgate-Palmolive, recalcó que para su empresa ha sido difícil proyectar sus actividades a otras ciudades. Sólo en Medellín han encontrado una receptividad positiva para efectuar sus programas sociales.
Cabe destacar, además, que el 60 por ciento de las multinacionales que operan en el país, tienen su base en Cali y poseen una filosofía de responsabilidad social. Para Visbal, "como vienen a Colombia como invitadas, se sienten en la obligación de dejarle algo a su gente".En fin, lo único que existe son hipótesis y es muy difícil saber a ciencia cierta por qué tantas fundaciones nacen en el Valle del Cauca. Lo cierto es que desde la creación de la Fundación Carvajal, en 1961, cada día crece el número de empresarios que sigue los pasos de Manuel Carvajal Sinisterra.
El abc de las fundaciones
Las ONGs incluyen todo tipo de fundaciones, asociaciones o corporaciones privadas y sin ánimo de lucro que trabajan por el bienestar social. Según Eduardo De Angulo, presidente de la Fundación Propal, la mayoría actúa bajo la filosofía del no-paternalismo. "Nosotros no regalamos nada. La idea es que los beneficiarios colaboren en la puesta en práctica de los programas. Por eso, la capacitación juega un rol fundamental dentro de las actividades de las ONGs".Básicamente, las fundaciones se basan en un pensamiento del filósofo oriental Xuan-Tseu que dice así: "si alguien le da un pescado a un pobre, se alimenta una vez, pero si le enseña a pescar, se alimenta toda una vida". La idea entonces es cortar los problemas de raíz y no regalar recursos.
Miriam Arango, de la Confederación Nacional de ONGs, recalca que "las fundaciones son sin ánimo de lucro, pero también sin ánimo de pérdida". Por eso, deben crear programas que con el tiempo generen los recursos económicos necesarios para autosostenerse.
Para la pregunta de cómo se financian las fundaciones existen múltiples respuestas pues, cada una se las ingenia de distinta manera para sostenerse. Existen desde donaciones personales y fondos de empresas privadas hasta recursos de organismos o fundaciones internacionales como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo o la Fundación Rockefeller.
Especial atención merece el caso de la Fundación Carvajal ya que ésta organización es la propietaria del 40 por ciento de las acciones de la empresa Carvajal. Otro caso atípico es el de Propal donde los mismos empleados de la multinacional aportan un pequeño porcentaje de los recursos económicos con los que cuenta la fundación de esta industria papelera.
La Fundación Fes, por su parte, es el perfecto ejemplo de que de una ONG puede surgir un gran negocio. Esta organización es una de las compañías de financiamiento comercial más grandes del país, pero todas sus utilidades son invertidas en programas de desarrollo social.
¿En qué trabajan?
Las ONGs están metidas prácticamente en todo. Donde existe un problema de recursos, allí están para ayudar. En el caso del Valle del Cauca, las inversiones más importantes se hacen en educación, cultura y recreación, salud y farmacodependencia, desarrollo comunitario, atención al menor y al joven, ecología y medio ambiente, desarrollo institucional, apoyo a la tercera edad y vivienda y urbanismo. En el ámbito de la educación las ONGs ayudan a mejorar las condiciones de las escuelas más pobres, dan becas para universidades y capacitan a profesores escolares, entre otras cosas. Por ejemplo, con la coordinación de organizaciones como la Fundación Empresarial para el Desarrollo de Yumbo _Fedy_ y la Fundación Goodyear, comenzó a funcionar en 1995 el Politécnico Universidad del Valle en Yumbo. Además, la Fundación Fes, por ejemplo, con el apoyo de convenios internacionales, otorga becas para universidades extranjeras tan prestigiosas como Harvard. En cuestiones de salud, la mayoría de las fundaciones vallecaucanas han puesto a funcionar centros de asistencia médica en las comunidades más pobres. Estos sitios ofrecen servicios médicos a precios más bajos que cualquier otra clínica u hospital. Otro modelo interesante es el programa de salud oral impulsado por la Colgate-Palmolive que educa a 1.200.000 niños al año sobre el cuidado que deben darle a sus dientes y encías.Y como el mundo atraviesa actualmente por la era ecológica, no faltan las ONGs que trabajan capacitando a las personas para que protejan el medio ambiente. Además, las organizaciones ayudan a preservar la biodiversidad a través de la creación de reservas naturales. La Fundación Fes adquirió 3.300 hectáreas de bosque húmedo y creó La Planada, la primera reserva tropical privada del país y, hoy, ya existen 60.Asimismo, existen programas de apoyo a la microempresa. Por ejemplo, la Fundación Carvajal ha capacitado a 22.000 microempresarios (el 18 por ciento de estos recibió préstamos de alrededor de 5 millones de pesos) y creó 9.200 empleos directos y 19.200 indirectos en Cali.
En realidad, la lista de acciones es interminable. Lo que sí queda claro es que las ONGs se han preocupado por invertir en desarrollo social y así mejorar las condiciones de vida de los más necesitados.
Sus efectos
La escasez de estadísticas hace imposible conocer con exactitud el impacto que han tenido las ONGs en el desarrollo social de Colombia. Ni siquiera existen estudios que calculen cuánto invierten las fundaciones en sus programas. Sin embargo, cuando alguien escucha que, por ejemplo, la Fundación Fes invirtió 8.600 millones de pesos en sus programas en 1995 o que la Fundación Propal espera contar con un presupuesto de 1.600 millones de pesos para 1996, no cabe la menor duda de que la ayuda de este tipo de organizaciones no es para cosas despreciables.
Aunque es difícil medir el impacto social de las ONG, para el caso del Valle del Cauca, Melba Pinedo, de Procali, no dudó en afirmar que "tal vez si no fuera por las fundaciones no existirían siete ciudades intermedias en el departamento. La transformación de varios pueblos de la región en ciudades se debió, en gran parte, a la ayuda de las organizaciones sin ánimo de lucro "Las experiencia de Aguablanca comprueba que los esfuerzos de la empresa privada valen la pena. Cuando la Fundación Carvajal comenzó a trabajar allí, esa zona tenía 300.000 habitantes, carecía de infraestructura sanitaria, electricidad, escuelas, cuidados médicos y servicios de transporte. Hoy, la realidad es otra. Basta con decir que en la región la mortalidad infantil pasó de 70 por 1000 en 1983 a 26.2 por 1000 en 1993. Un caso bastante similar es el de Yumbo, donde la realidad social de hace diez años es otra totalmente diferente a la de ahora.
Los alcances de las fundaciones colombianas, y especialmente de las vallecaucanas, permitieron que su fama llegara hasta el extranjero. Hoy en día, naciones como Bolivia, Venezuela, El Salvador, Perú, España y Panamá están importando los modelos de desarrollo de varias ONGs del país. Incluso, Colombia se convirtió en consultor de organizaciones internacionales como el Banco Mundial y las Naciones Unidas.Y, como afirma Germán Jaramillo, director ejecutivo de la Fedy, todo el desarrollo de las fundaciones de las compañías privadas comenzó en el Valle del Cauca cuando, los grandes empresarios, se dieron cuenta de que "no podía existir una empresa sana dentro de una comunidad enferma"