Especiales Semana

EL CUIDADO DE LOS NIÑOS

27 de julio de 1992

DIME QUE COMES...
PARAFRASEANDO EL REFRAN, DIME qué comes y te diré quién eres. Una frase que retoma gran importancia cuando se habla de alimentación infantil. Pues el desarrollo de los niños depende en gran medida del estado nutricional que se les dé.
Por eso numerosos productos se lanzan al mercado para entregar las vitaminas y proteínas necesarias en el crecimiento. Es el caso de las compañías productoras de compotas y alimentos colados las cuales desde hace muchos años garantizan a las madres productos sanos, nutritivos y libres de aditivos.
La compañía Fruco, por ejemplo, selecciona cuidadosamente las frutas por utilizar en las compotas para bebés, se lavan y se retiran las unidades dañadas. En seguida las somete a una rápida cocción y posteriormente a una desintegración y separación de las semillas y cortezas. De esta manera se obtiene la pulpa de la fruta a la cual se le adiciona azúcar refinada y almidón de maíz. Por último, el producto se cocina hasta lograr la consistencia adecuada para el bebé.
Según el departamento de servicios al consumidor de Fruco, a la hora de comprar una compota es importante revisar que la banda de papel esté en perfecto estado y que el botón del centro de la tapa esté hundido.
IMPERIO DE CHOCOLATE
Pero no sólo se producen alimentos ricos y nutritivos para bebés. Recientemente Quaker lanzó al mercado Toddy, un alimento rico en vitaminas que proporciona a los niños la energía necesaria para conquistar los múltiples peldaños de su pequeño mundo.
Pero como no todos los alimentos nutritivos tienen un buen sabor según el concepto de los exigentes paladares infantiles, Toddy mezcla sabor y nutrición para crear un amigo inseparable de los niños. Por eso, con un delicioso sabor a chocolate y vitaminas, Toddy se convierte en el alimento insustituible a la hora de preparar la lonchera.
Otras de las ventajas que ofrece Toddy es el sistema de ultrapasteurización UHT y su novedoso empaque Tetra Brik Aseptic, que conserva intacto el sabor sin importar cambios de clima y sin necesidad de refrigeración. Gracias a este dúo dinámico-empaque y sistema de ultrapasteurización- Toddy se encuentra en cualquier rincón del territorio nacional. Y como si fuera poco, Toddy no tiene ningún tipo de preservativos. Sabor y nutrición a la disposición de la infancia colombiana.

!ODIO LAS MATEMATICAS!
JAPON 1954. EL PROFESOR TORU KUMON SE convertía en ejemplo viviente del refrán "en casa de herrero azadón de palo". Mientras dictaba clases de matemáticas en la escuela secundaria, su hijo de siete años andaba de mal en peor en materia de números.
El pequeño hijo de Kumon aseguraba, como muchos niños en el mundo, que odiaba las matemáticas. Las escenas de pérdida de exámenes y complicación en el estudio de la materia eran cada vez más frecuentes y Kumon comenzó a investigar el problema.
El profesor japonés no dejaba de preguntarse la razón por la cual la mayoría de los niños sentía aversión pilas matemáticas. Era suficiente pronunciar esta palabra para que los pequeños entraran al salón de clases con temor.
Tras estudiar el comportamiento, la primera conclusión a la que llegó Kumon es que, culturalmente, las matemáticas siempre han sido el "coco" de la educadón tradicional. Algunos profesores de esta materia comienzan ciertos temas con la frase "niños, esta unidad es difícil por eso es mejor que pongan atención".
La dificultad de las matemáticas parece ser una de las verdades absolutas de los sistemas educativos. Un dogma que nadie se atreve a poner en entredicho y que se acepta casi que por fe.
Pero este principio no está solo. A la creencia en la dificultad de la materia se suma el hecho de que el aprendizaje en la enseñanza tradicional se realiza en masa. Por lo tanto, hay alumnos heterogéneos y es difícil la recuperación de quien se retrasa. Además, estudiantes de mayor potencial quienes podrían rendir mucho más, no lo hacen debido a que el curso va a otro ritmo.
En la enseñanza tradicional el tiempo destinado a los ejercicios es limitado y la mayoría de libros didácticos no estimulan a los niños a hacerse autodidactas.
Kumon descubrió que estos problemas son inevitables en las clases tradicionales y además son universales. Alumnos de todos los puntos de la Tierra viven estos obstáculos en la enseñanza de las matemáticas.

EL DISCURSO DEL METODO
Cuando Kumon encontró las principales dificultades de la enseñanza tradicional, comenzó a aplicar un novedoso sistema a su hijo. Se trataba de un método de enseñanza individualizada con material programado y dirigido de acuerdo con la capacidad de asimilación del niño, independientemente del año escolar en el que iba.
El método Kumon, como se conoce mundialmente, hoy se aplica de manera paralela y complementaria a la enseñanza tradicional. No es un curso remedial ni de recuperación temporal. Es un proceso para desarrollar el potencial humano.
Para el profesor japonés el propósito no era adelantar años sino lograr que el aprendizaje de las matemáticas se construyera poco a poco y de manera sólida. Kumon pretendía crear a través del método, no genios sino autodidactas. Por eso el método se aplica diariamente y tiene varios principios en los cuales se fundamenta.
El primero es la importancia de la práctica de los ejercicios para hacer un conocimiento sólido. El segundo, sólo se conocen las matemáticas si se manejan casi automáticamente, esto significa que así como el niño maneja mecánicamente y sin dudar el lenguaje, así debe manejar los números.
En eso consiste el verdadero conocimiento de la materia.
En tercera medida, para Kumon el conocimiento de las matemáticas se construye como un edificio. Las unidades de aprendizaje deben quedar bien cimentadas antes de pasar al siguiente tema.
Por último, el aprendizaje de las matemáticas no es un simple sistema de conocimiento sino una filosofía para la vida del hombre. Y la razón es que el lenguaje de las matemáticas ayuda a desarrollar la rapidez mental, la independencia de pensamiento, destreza, el hábito de estudio, la disciplina y la responsabilidad en las personas. No obstante, el eje principal del asunto está en que el método Kumon fortifica la autoestima en los niños, pues al lograr desarrollar los ejercicios con éxito estos toman seguridad en sí mismos.

KUMON EN EL MUNDO
Este método que comenzó con un pequeño de siete años ha tenido enorme difusión internacional. En 1991 había más de cuatro mil unidades, dos mil profesores y casi dos millones de alumnos en el Japón. Hasta hoy han estudiado en el método Kumon más de ocho millones de alumnos en el imperio del sol naciente. En otros países como Estados Unidos, Australia, Canadá, Hong Kong, Alemania, Taiwan, Brasil, España e Inglaterra, hay 2.500.000 alumnos y dos mil unidades.
En Brasil, el método Kumon también tiene gran impacto. Prueba de ello es que hay 230 mil alumnos y 450 unidades de aprendizaje en 14 estados del país.

ATERRIZAJE EN COLOMBIA
El método Kumon está recién desempacado en Colombia, llegó en febrero de este año y ya cuenta con 16 unidades.
Según Rafael Cuéllar, principal promotor del método en Colombia y director de Kumon Club de Matemáticas, este sistema de aprendizaje consiste en un test de diagnóstico inicial para nivelar a los alumnos en el curso que dominan perfectamente. A partir de allí, los alumnos pasan por las 19 unidades del método, que corresponden en su totalidad a las matemáticas de la primaria y la secundaria.
Una de las características del método Kumon es el control del tiempo en el desarrollo de los ejercicios. Cada alumno responsablemente mide su tiempo y este dato le sirve a los instructores para examimar cómo maneja el estudiante la unidad.
En el método Kumon la contabilidad del tiempo en el que se desarrollan los ejercicios, la práctica diaria de los mismos y el cambio del profesor por el instructor, son ejes fundamentales de la enseñanza.
A ello se suma la filosofia Kumon a través de la cual el hombre entra a través de las matemáticas y logra desarrollar todas sus capacidades con confianza. En Kumon los alumnos deben sentir que el lenguaje matemático es fácil y de esa manera los ejercicios se convierten en juegos estimulantes y divertidos.
Una alternativa que complementa la enseñanza tradicional y que sobrepasa el límite de los números para multiplicar el potencial de cada persona. Juegos matemáticos que trascienden el papel para elevar el espíritu humano.