Especiales Semana

EL FUTBOL Y LA POLITICA

11 de julio de 1994



LA GUERRA DEL FUTBOL

Era el verano de 1969 y nadie suponía que el fútbol sería origen de un conflicto internacional conocido como 'La Guerra del Fútbol'
Faltaba un año para que los mejores 16 equipos disputaran el noveno campeonato mundial, México 1970.
Los países centroamericanos tenían en esta ocasión una posibilidad adicional de clasificar. México, como país anfitrión, tenía asegurada por derecho su participación en el mundial y, por lo tanto, dejaba libre la casilla que tradicionalmente ganaba para representar a Norte, Centroamérica y el Caribe -Concacaf-.
Entre 12 países de la región, el Salvador y Honduras eran dos de las naciones que buscaban dicha casilla.
Pero el ambiente de la confrontación deportiva estaba contaminado por complejos problemas económicos y sociales entre los dos países.
Desde la época de la independencia El Salvador y Honduras mantenían problemas de límites, arreglados técnicamente pero no ratificados políticamente. Durante los últimos 10 años, 300.000 salvadoreños trabajaban en haciendas hondureñas y sus propietarios abrigaban el temor de que estos inmigrantes presionaran por una reforma agraria en procura de obtener tierras. Pronto se endurecieron las medidas represivas de las autoridades a lado y lado de la frontera.
En víspera de los partidos la rivalidad deportiva exacerbó los ánimos nacionalistas.

El primer partido se jugó el domingo 8 de junio en Tegucigalpa. Triunfó Honduras 1 a 0.
El partido de vuelta se jugò el domingo siguiente en San Salvador, rodeado de ambiente hostil. La pasión hizo perder el límite entre lo deportivo y lo político. Violentas manifestaciones se sucedieron en las dos naciones. El Salvador se desquitó 3 a 0.
Para aumentar aún más la presión se requirió de un tercer partido de desempate en un país neutral. El escenario fue México 12 días más tarde.
Entre tanto las relaciones diplomáticas quedaron rotas y la guerra se hizo inevitable.
El viernes 27 de junio -en el tercer partido- El Salvador derrotó a Honduras 3 a 2. Sin embargo, esa definición en lo deportivo no detuvo ya la confrontación armada.
Dos semanas más tarde, como producto de mutuas acusaciones por violación de terrritorio y de los derechos humanos, El Salvador invadió a Honduras. La respuesta no se hizo esperar, Honduras bombardeó a la ciudad de San Salvador.
Por fin, con la mediación de la OEA, se logró un tenso cese del fuego. Habían pasado 40 días desde el primer partido y 15 desde cuando empezó la guerra.
Al año siguiente, El Salvador asistió al Mundial de México. Jugó 3 partidos y los perdió.
Regresó a casa con nueve anotaciones en su contra y ninguna a favor.
La Guerra del Fútbol dejó dos mil muertos.