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El jesuita descalzo

El sacerdote Francisco de Roux no se imaginaba que cuando decidió, a mediados de los años noventa, salir del mundo intelectual en el que vivía en Bogotá y trasladarse a construir un laboratorio de desarrollo y paz en el Magdalena Medio, estaba inventándose una metodología que sería replicada en todo el país.

29 de agosto de 2011

El sacerdote Francisco de Roux no se imaginaba que cuando decidió, a mediados de los años noventa, salir del mundo intelectual en el que vivía en Bogotá y trasladarse a construir un laboratorio de desarrollo y paz en el Magdalena Medio, estaba inventándose una metodología que sería replicada en todo el país. Su novedoso proyecto sedujo a buena parte de los gobiernos europeos que querían ayudarle a Colombia a superar su crisis humanitaria. Desde una experiencia concreta le ha mostrado al mundo que no puede hablarse de paz, sin hablar de desarrollo y superación de la pobreza.

Durante más de quince años ha tejido con los campesinos de Barrancabermeja, Yondó, Cimitarra y demás municipios de la región un proyecto para fortalecer la economía campesina y el liderazgo de las comunidades acosadas por los grupos armados. Grupos de pescadores, huertas biodiversas, una red de emisoras comunitarias, entre otros. Desde allí logró demostrar que los territorios del conflicto pueden ser lugares donde se pude establecer el diálogo entre los diversos sectores. Le dio un especial protagonismo a la sociedad civil como gestora de la paz, para evitar que los grupos armados sean quienes definan la agenda y la vida de estas comunidades. Y logró mostrarles a los gobiernos una manera diferente de construir Estado desde la base.

De Roux es, en todo el sentido de la palabra, un humanista. Filósofo, teólogo, con maestría en Economía y doctorado en la Sorbona, fue director del Cinep y convirtió a este centro en una cantera del pensamiento social crítico, dedicado especialmente a estudiar los conflictos del país. Ahora como autoridad máxima de la Compañía de Jesús en Colombia, se ha convertido en activo protagonista del renacer del movimiento campesino por la paz y en buscar una solución definitiva al conflicto, rechazando radicalmente cualquier intento de usar la negociación como arma de guerra.