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“El país sufre de excesivo centralismo"

Jorge Eduardo Londoño, actual gobernador de Boyacá, le ha dado un giro a la imagen de la región. Entrevista sobre cuáles han sido los ejes de su gestión.

19 de agosto de 2006

Boyacá lo tiene todo para ser un departamento próspero: paisajes espléndidos, historia, riqueza religiosa y arquitectónica, diversidad de climas y calidez en su gente. Sin embargo hay varios factores que impiden su esplendor. En una ardua labor por cambiar la imagen del departamento, el gobernador analiza sobre lo que se requiere para convertirla en la región de antaño, que alguna vez creó República a través de sus 14 ex presidentes.

SEMANA: Su campaña bandera,'Boyacá es para vivirla', ¿qué beneficios ha traído para la región?

JORGE EDUARDO LONDOÑO: El departamento tenía una deuda alrededor de 300.000 millones de pesos. En tan sólo dos años logramos cubrir casi la totalidad de la deuda con austeridad fiscal, disciplina de tributos, negociaciones para reducir las deudas con los docentes y la reestructuración hospitalaria. Con esto, pudimos invertir en infraestructura y en turismo. Como beneficio nos ha traído la aparición de una serie de cadenas productivas que ha dejado ingresos adicionales y se ha renovado la imagen de Boyacá.

SEMANA: ¿Cuánto ha crecido el turismo en los últimos tres años?

J.E.L.: Ha crecido alrededor de 70 por ciento. La ocupación de los hoteles empieza a ser del 60 por ciento en temporadas bajas, y en las altas, del ciento por ciento. En 2004 fuimos el principal destino turístico del país en época navideña por la seguridad que se respira, a la estrategia publicitaria en medios nacionales, al trabajo de los alcaldes y porque el sector privado ha empezado a jalonar.

SEMANA: ¿Por qué Boyacá sigue tan relegada?

J.E.L.: La realidad de Boyacá confirma que el desarrollo de una sociedad depende más de la calidad humana y de una dirigencia eficiente, que de la misma riqueza. Y desafortunadamente, en los últimos años, el departamento tuvo una diligencia vergonzosa. La falta de unión tampoco nos dejó surgir.

SEMANA: ¿Siente que falta apoyo del gobierno central?

J.E.L.: El gobierno nacional nos ha colaborado con la red hospitalaria, la ampliación de cobertura, la doble calzada, y con algunos aportes para distritos de riego. Pero el país sufre de excesivo centralismo; las regiones no tenemos una verdadera autonomía.

SEMANA: ¿Cómo encontró la cobertura de salud en el departamento?

J.E.L.: La salud tenía una cobertura del 30 por ciento. En unión con el Ministerio de Protección Social, de los alcaldes y el departamento, ahora la tenemos en 80 por ciento sumado todo el departamento. Pero en más de 50 provincias, ya tenemos cobertura del ciento por ciento. Se han reestructurado 23 hospitales, se ha invertido alrededor de 32.000 millones de pesos en salud, y la Nación ha invertido 100.000 millones.

SEMANA: ¿Cómo encontró el renglón de la educación, y cuál es su estado actual?

J.E.L.: Yo destacaría un programa de alfabetización que estamos realizando con el gobierno cubano llamado 'Yo sí puedo', en donde esperamos, en julio del año entrante, declarar al departamento libre de analfabetismo. Con pruebas piloto alfabetizamos en dos meses unas 500 personas. No hemos podido ampliar cobertura por ser una región muy rural. También está el Plan Alimentario Para Aprender (Papa), 180.000 niños tienen una comida escolar, con una inversión de casi 30.000 millones de pesos al año.

SEMANA: ¿Qué síntomas de recuperación hay para el sector agrícola?

J.E.L.: Nuestro principal problema es el de la papa. Ni el Ministro de Agricultura, ni el de Comercio Exterior, ni el director de Planeación nos dijeron que la papa iba a entrar en la primera ventanilla del TLC, es decir, será de los primeros productos en ser importado y exportado. Otro problema son los intermediarios que encarecen los productos y afectan el ingreso real de los campesinos.

SEMANA: ¿Qué retos le quedan aún durante su mandato?

J.E.L.: Queremos seguir fortaleciendo el Plan Alimentario Para Aprender; el Plan Vida, con el que hemos invertido unos 3.000 millones de pesos y a entregar más de 500 viviendas; la pavimentación de tres vías: Ramiriquí-Miraflores, Soatá-Cocuy y la Puerto Boyacá-Otanche; y sobre todo, dejar sentadas las bases para que en Boyacá exista un nuevo imaginario colectivo en el que el ciudadano entienda que su poder reside en su capacidad de elegir bien y trabajar desde la solidaridad.