El turismo del futuro

Con mucha creatividad y pocos recursos Santa Marta, Barranquilla y Cartagena y los ocho departamentos de la Costa, con la ayuda del gobierno de España, trabajan en el plan maestro de turismo del Caribe colombiano, un proyecto conjunto para vender a la región como un multidestino que seduzca a los turistas en una combinación de playa, mar, historia, diversión, negocios y ecoturismo.

Y si se quiere acabar con la idea de que lo más atractivo de la Costa son sus playas, por esto un grupo de empresarios y dirigentes del turismo, con el apoyo del Viceministerio del Turismo, se han lanzado a desarrollar el plan maestro del turismo en el Caribe colombiano, que buscará vender a la región como un destino diferente, con el que se podrá combinar la parte histórica y colonial de Cartagena con el arte, la cultura y el comercio de Barranquilla y el ecoturismo y el turismo extremo que ofrecen la naturaleza y los paisajes exóticos de La Guajira y el Magdalena. Pero este proyecto no se queda allí.

Para lograr esta empresa se trabaja en el diseño de unos corredores turísticos que puedan ofrecer al visitante otros destinos que están subutilizados o abandonados, como las playas de Tolú, Coveñas y Mompox y los diferentes festivales y eventos culturales que se realizan durante todo el año en la región.

Para los samarios la idea es atractiva. Con el compromiso de que Santa Marta sea el principal destino ecoturístico del país, incluso el secuestro de los ocho extranjeros en la Sierra Nevada los impulsó a tomar correctivos para que la zona no sea satanizada. Una de las soluciones es desarrollar una red de teleféricos que una a Minka con la Sierra, el Parque Tayrona, Ciudad Perdida y El Pueblito, que le permitan al visitante disfrutar de los 12.000 kilómetros cuadrados de escenarios naturales con una mayor seguridad y en un menor tiempo, además mejorar los sitios de alojamiento, que en muchos casos son manejados por indígenas de la zona. Al año más de 4.000 personas suben por caminos de piedra o trochas buscando los tesoros escondidos de las civilizaciones indígenas y las ruinas arqueológicas, en un trayecto por un terreno abrupto que dura seis días.

"Con los teleféricos cualquier turista que llegue en un buque podría subir a Ciudad Perdida con el mínimo riesgo y regresar a la ciudad sin contratiempo para seguir su viaje", así lo explica el asesor del gobernador del Magdalena, Carlos Socarrás, uno de los más entusiastas promotores del ecoturismo de la Sierra Nevada y el Parque Nacional Tayrona.

Nuevo juego

En Cartagena la idea de que la ciudad diversifique su turismo se abre cada vez más paso. Los próximos Juegos Centroamericanos y del Caribe además de dejarle una importante infraestructura deportiva, también jalonará un grueso número de visitantes. Los escenarios que se construirán -con un costo de 34.000 millones de pesos- serán un importante patrimonio para la ciudad, que ahora ve en los deportistas a sus nuevos clientes-visitantes.

Por esto el principal compromiso es mejorar el entorno de la ciudad y convertirla en el epicentro del turismo deportivo de Latinoamérica. Las autoridades calculan que con el evento lleguen a la ciudad más de 35.000 personas y dejen cinco millones de dólares en divisas.

Tal vez por esto los juegos han sido considerados de interés nacional y Cartagena ha aprovechado la oportunidad para desarrollar una serie de obras, como la construcción de la vía perimetral y el Transcaribe, que le servirán para mejorar su entorno y de paso solucionar los problemas de transporte que aquejan a la ciudad.

Pero el proyecto no es un simple retoque urbano sino que también se aprovechará para rediseñar el medio ambiente y la calidad de vida de los cartageneros, con la construcción del emisario submarino y la recuperación de los cuerpos de agua que atraviesan la ciudad, en especial la Ciénaga de la Virgen.