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EN LA LUCHA

A pesar del buen desempeño de las corporaciones de ahorro en 1996 su cartera sigue deteriorándose.

26 de mayo de 1997


SI ALGUIEN EN LA economía ha tenido que pagar los platos rotos de la crisis de la construcción Ahorro y Vivienda CAV. Ellas han visto pasar su cartera vencida del 3,8 por ciento en diciembre de 1995 a 5,6 en diciembre del año pasado ver gráfico. Sin embargo, ese nivel aún está por debajo del promedio de los establecimientos de crédito, que cerró el año en 6,7 por ciento.
La prueba de que el deterioro en la cartera de las CAV se debe en gran parte a la crisis de la construcción es que del total de cartera que está en manos de los constructores el 7,6 por ciento se encuentra en mora, según datos de febrero. Así mismo, es diciente el que sus captaciones hayan crecido más rápidamente que su capacidad de colocar créditos.
También lo es el hecho de que haya aumentado la cantidad de bienes entregados como dación en pago a las corporaciones. De hecho, mientras en febrero de 1996 el monto sumaba 25.500 millones de pesos, en febrero de este año la cifra llegó a 50.400, es decir prácticamente el doble.
Según el presidente de Colmena, Alberto Gutiérrez, "indudablemente la cartera se ha deteriorado. Sin embargo, lo que pasa es que en Colombia estábamos acostumbrados a niveles de cartera vencida del 3 por ciento".
Lo preocupante es que, según las corporaciones, a medida que el desempleo aumenta la morosidad también se incrementa. De acuerdo con el presidente del Instituto Colombiano de Ahorro y Vivienda Icav, Guillermo Gómez, "el deterioro de la cartera no sólo se da por las tasas de interés sino por el desempleo". De hecho, si hay algo que ha bajado en la economía es la corrección monetaria, que está en niveles que no se veían desde 1992 ver gráfico.
Según análisis de Colmena en tanto que con un desempleo del 9,8 por ciento en 1992 la cartera improductiva del sistema equivalía al 1,79 por ciento de la productiva, el año pasado este indicador subió a 4,5 a la vez que el desempleo llegó a 11,5 por ciento. Así las cosas, con un desempleo del 13 por ciento la probabilidad de que los problemas de morosidad aumenten es alta.

NO TODO ES MALO
Lo curioso es que, aun con las malas noticias que rodean a las CAV en lo que tiene que ver con la cartera, la verdad es que se trata de las entidades financieras con mejores resultados en 1996. Según Guillermo Gómez "el hecho de que la cartera morosa se incremente no quiere decir que esté en níveles inmanejables. Por el contrario, son excelentes comparados con parámetros internacionales. Además, no es lo mismo tener una cartera vencida más pequeña pero repartida en dos deudores, como ocurría en 1982, que una más alta pero repartida entre 700.000, como sucedeahora. En un escenario así el riesgo es controlable".
Y es que, de hecho, las CAV fueron las entidades de mejor rentabilidad patrimonial entre todos los establecimientos de crédito, pues ésta llegó al 19 por ciento, en tanto que la del sistema fue del 10 por ciento. También fueron las de mayor crecimiento en utilidades las cuales se ubicaron en 204.000 millones de pesos, con un incremento de 40 por ciento.
Las CAV también tuvieron el mayor fortalecimiento patrimonial y el más alto incremento en el nivel de activos. Esto se explica por el hecho de que los principales componentes del activo son la cartera de crédito la cual creció en las CAV más que en los demás establecimientos de crédito y el nivel de inversiones, que también tuvo un sorprendente incremento debido al exceso de liquidez.
A lo que lleva todo esto es a concluir que, no sólo por la construcción sino por la economía en general, a las corporaciones les va a tocar caminar con pies de plomo para no enredarse con las circunstancias. Por fortuna todas tienen suficiente fuerza para defenderse y no sólo aguantar sino incluso ganar.