Especiales Semana

Futuros maestros

Para llegar a las grandes ligas del diseño es necesario recorrer un largo camino. Isabel Henao es un nuevo talento que ya lo empezó.

11 de agosto de 2003

Existe un puñado de diseñadores colombianos que son reconocidos. Estos hombres y mujeres asisten a los más importantes eventos de moda y diseño en el país, poseen almacenes en algunas ciudades y a veces en el exterior; los lanzamientos de sus colecciones son reseñados en los principales medios de comunicación y con frecuencia son invitados a representar a Colombia en eventos internacionales.

El reducido número de miembros de este codiciado club hace pensar que es una tarea casi imposible llegar a él. Los llamados nuevos creadores pasan varias temporadas trabajando bajo esa denominación y aún así muchos no logran dar el salto.

"En el mundo un nuevo creador lo sigue siendo por los menos durante unos 10 años. Esto tal vez se debe a la alta rotación de jóvenes diseñadores que son muy exitosos en su debut y que dos años después ya ni siquiera existen. Yo creo que la etapa de madurez de un diseñador llega en ese período o en unas 20 colecciones", dice el diseñador Juan Pablo Martínez.

A él algunos lo siguen considerando un nuevo creador a pesar de que ya lleva cuatro años en el mundo de la moda y que ha trabajado en el estudio de Christian Lacroix.

Por su parte la diseñadora María Luisa Ortiz afirma que, "fui de los chiquitos mucho tiempo y sólo en los últimos tres años han dejado de considerarme nueva creadora. Hay que esforzarse y trabajar muy duro para ser un diseñador reconocido",

En eso coincide Olga Piedrahita, quien lleva 20 años dedicada al oficio. "Desde mi punto de vista lo que hace a un diseñador es que colección tras colección tenga una propuesta madura y excelente", opina.

Eventos como Colombiamoda se han destacado precisamente por darles una oportunidad a jóvenes estudiantes de diseño. Cada año hay una o varias pasarelas dedicadas a mostrar las creaciones de quienes bien podrían llegar a ser los futuros maestros.



La nueva promesa

Una de las diseñadoras más promisorias entre los nuevos creadores es Isabel Henao. Con sólo 21 años ya pasó por el prestigioso Instituto Marangoni de Milán, donde hizo una maestría en diseño de modas, mercadeo visual y gráficas computarizadas.

La carrera de Isabel tiene todos los ingredientes para ser exitosa. Y no es para menos, pues fue reconocida por sus profesores en los primeros cursos de la universidad. El año pasado tuvo cinco minutos de pasarela para sus propios diseños en el desfile de nuevos creadores de Colombiamoda y algunas entrevistas en los medios que destacaban su evidente talento como diseñadora.

A pesar de esto su paso por Marangoni fue distinto. Al llegar allí su único arsenal eran los cinco semestres de modas en la Colegiatura de Diseño en Medellín, de donde no se había graduado, y sus trabajos de estudiante que había enviado para cursar tercer semestre de la carrera de modas en Italia.

La sorpresa fue grande cuando al destapar el sobre con la respuesta se encontró con que la recibirían de una vez para la especialización. "Obviamente hay un error", pensó, y llamó para aclarar la equivocación. Entonces le respondieron: "A nosotros no nos interesa un cartón, nos interesa lo que vimos en tu portafolio".

El objetivo principal del máster que adelantó Isabel en Marangoni fue conseguir que el estudiante investigara, profundizara y encontrara su perfil personal como diseñador. Durante los primeros cuatro meses Isabel se ocupó en tratar de cumplir con las altas exigencias del curso a la par que aprendía un nuevo idioma y se adaptaba a otra cultura y otro espacio.

Pero aunque al principio fue difícil pronto Isabel encontró la inspiración. "Yo me paseaba por las librerías de moda observando imágenes. Recorría todo con otros ojos, mirando y captando detalles que antes me eran imperceptibles." Un día, mirando los aviones desde la ventana descubrió los rastros que dejan en el cielo. Empezó a tomarles fotos y de allí surgió una idea que quedó impresa en un trabajo que realizó con jeans. En otra ocasión la corola de una flor, envolvente y rica en pétalos, le sirvió para idear una blusa. "La historia de mis plisados y desteñidos vienen de ese ejercicio, de mis fotografías, de rescatar todo lo que se me había perdido en medio de tanto trabajo".

Transcurridos los ocho meses su máster terminó y ahora está de regreso a Medellín, preparándose para acabar los vestidos que llevará a la pasarela de Colombiamoda, que ya no estará pisando como modelo sino como creativa.

En Italia quedaron varias puertas abiertas. Tiene una oferta de estudio en Missoni, una casa de modas muy reconocida, para hacer un apetecido curso sobre técnicas de acabado, y una entrevista con Francois Girbaud en septiembre.

Su experiencia en ese país le brindó otra formación adicional, que es de gran importancia para un diseñador cuando tiene en mente llegar a mercados tan sofisticados. Los desfiles en esta Meca de moda son tan cuidadosamente organizados, que si bien son en sí mismos un suceso social por la economía que manejan, no olvidan que su objetivo primordial es hacerse a los grandes escenarios de distribución de Europa y del mundo. Por eso los primeros invitados son los compradores más destacados.

Otro recurso comercial que conoció y al que los diseñadores colombianos poco acuden es a los show rooms programados en las temporadas de colecciones, donde de verdad se vende. "A nosotros los colombianos nos falta observar más detenidamente qué es lo que sucede allí para no llegar a invertir grandes cantidades de dinero en proyectos, que a la postre no van a ser revertidos por los negocios que se hagan, que además no tengan la repercusión de darnos la entrada a Europa", señala.

Con todos estos referentes a bordo y las oportunidades que se están abriendo, Isabel quiere seguir creciendo personal y profesionalmente para llegar a honrar de la mejor manera a ese cuerpo humano que aprecia como el mejor lienzo para su inspiración. "Me siento feliz como diseñadora colombiana y como persona", concluye.