Especiales Semana

GASTRONOMIA

9 de septiembre de 1991

NATURALEZA CONGELADA
EN UN PAIS DE AFICIONES, PASIONES Y CONtrastes. Fabrica tanto católicos como fanáticos del fútbol. Produce los mejores directores de cine, las mejores sedas, los mejores diseños, los mejores vinos y la mejor pasta. No obstante, Italia es reconocida por la excelencia de sus helados. Con el propósito de seguir los pasos a la fabricación de un helado de técnica italiana, SEMANA consultó la opinión de dos expertos en la producción del postre más apetecido del planeta.
El resultado: poca grasa, muchas frutas, más decoración, mucho sabor, y más suavidad. La tradicional fórmula del sabor italiano sigue reinando en el universo de las heladerías de la Tierra.
Un panorama gélido
Jamás imaginaron que el futuro pintara tan frío y tan dulce a la vez. Ninguno pensó que el mañana les entregaría un pasaporte de galleta para caminar por la vida de prueba en prueba en su fábrica de helado artesanal.
Uno es economista, el otro es administrador de empresas. Uno es el catador de los helados que fabrican, el otro el registrador de las cuentas del negocio. Uno investiga las recetas, el otro se deleita con los últimos equipos de las heladerías italianas.
Mario y Diego Cárdenas, propietarios de las heladerías Frozen House en Santa Fe de Bogotá, llevan más de dos años dedicados al estudio del helado en el mundo.
Han caminado tanto por las páginas de los libros como por las palabras de los expertos que los asesoraron en el primer impulso para arrancar el camino en el mercado de las heladerías.
El desafío no fue cualquier cosa. Porque en materia de helados la competencia es dura, las recetas infinitas y los secretos gastronómicos herméticos.
Por eso, antes de encender motores, los Cárdenas gastaron cerca de ocho meses en investigaciones y pruebas para sacar al mercado sus propias recetas. Una acción que no fue fácil, pues el objetivo primordial fue el de fabricar los helados con técnica italiana adaptada a la extensa gama de frutas existentes en Colombia.
Mezcla tras mezcla lograron batir sus propias recetas hasta congelar la producción artesanal con la que hoy cuentan. Por eso, en Frozen House los sabores tradicionales como chocolate, vainilla y limón, se mezclan con los auténticos sabores de frutas exóticas como la guanábana, el tamarindo, la freijoa, la curuba y el mango.