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GUERRA DE ASTILLEROS: CHINA CONTRA JAPON Y COREA

Pekin invierte US$161 millones para poder competir

DAI ADI
5 de octubre de 1987

CUANDO MUCHOS armadores de buques extranjeros quiebran o limitan la producción a raíz de la larga depresión mundial del transporte marítimo, China libra contra Japón y Corea del Sur una lucha multimillonaria para convertirse en uno de los principales países astilleros del globo.
En parte gracias a la mano de obra barata, el sector industrial chino ha crecido 20 por ciento anualmente desde 1980.
Antes de la próxima década, la China State Shipbuilding Corporation (CSSC), planifica expandir su capacidad de astillero de los 1,2 millones de toneladas de peso muerto (tpm) actuales, a 3 millones. El tonelaje de peso muerto mide la cantidad de carga que puede transportar un navío.
"Este es nuestro plan estratégico", dice Hu Chuanzhi, presidente de CSCC.
Pero China tiene mucho camino por recorrer. Según estadísticas de 1984 del Departamento de Comercio de EE.W., la República Popular China entregó 14 buques de 223.500 tpm, lo que la colocó en el octavo puesto mundial, junto con Brasil y Finlandia.
El mismo año, Japón entregó 425 barcos, la mitad de los 20 millones de tpm del mundo. Corea del Sur resultó segunda, con 54 navíos y 1,7 millones de tpm.
Pero China y Yugoslavia fueron los únicos países que registaron aumentos en los pedidos del cuarto trimestre de 1986. Los pedidos a Japón mermaron 20 por ciento, y los de Corea del Sur 5 por ciento.
En 1986, China construyó 346 navíos de 845.000 tpm, el máximo de la historia, informa Hu. Veintisiete de ellos se exportaron a Noruega, Cuba, Dinamarca, la Unión de Emiratos Arabes, Bangladesh, Alemania Occidental, Chipre y Hong Kong. Las cifras de 1985 fueron 605 naves, y 715.000 tpm.
El año anterior, China firmó contratos con Cuba, Dinamarca y Noruega para construir 13 navíos de 242.000 tpm, y un petrolero de 118.000 tpm para el grupo. noruego Ugland. Este último es el mayor buque que China construyó jamás para un cliente extranjero.
"CSSC recaudó más de 100 millones de dólares en divisas extranjeras en 1986, gracias a la exportación de buques y productos relacionados, y a la reparación de barcos extranjeros", dijo Hu.
Antes de abrirse al mundo en 1979, China recaudó sólo 70 millones. Desde ese año, la República Popular ha exportado más de 150 buques y aparejos de perforación de petróleo a más de 20 países, con 1,6 millones de tpm en pedidos de países extranjeros desde 1980.
El punto fuerte del plan de actualización de CSCC, dice Hu, es la tradición astillera china de más de 100 años y su capacitada pero menos costosa fuerza laboral. Con su tecnología hoy al nivel mundial de principios de la década del 80, China busca actualizar su capacitación técnica y su infraestructura. Asimismo, busca colaboración extranjera para construir buques especializados como, por ejemplo, de transporte de productos químicos, carboneros autodescargables y buques cisterna para derivados del petróleo.
China tiene más de 500 astilleros y 160 plantas de ajuste capaces de construir los barcos más avanzados. CSSC cuenta con 300.000 empleados.
Los astilleros chinos, como los más modernos del mundo, pueden construir barcos en secciones en diferentes talleres, y armarlos en el amarradero o muelle, reduciendo significativamente el plazo de construcción.
Según Hu, "China enfrenta dificultades como el bajo rendimiento en el trabajo y la falta de astilleros".
"Por ejemplo, aunque China tiene 14 amarraderos para la construcció de grandes buques y 13 muelles que superan la clase de 10.000 tpm, posee un solo amarradero de 100.000 tpm en el astillero de Dalian, y varios amarraderos de 20.000 tpm en el astillero Jiangnan, de Shanghai".
CSSC cuenta con 161 millones de dólares como parte de su plan de desarrollo 1986-1990, para ampliar y reacondicionar una docena de amarraderos y muelles para la construcción de buques de 40.000 a 200.000 tpm.
Las perspectivas para el sector naviero chino son promisorias, afirma Hu, no sólo a causa del mercado mundial, sino también gracias al insaciable mercado interno. Una encuesta reciente, reveló que para fines de la década del 90, China necesitará más de nueve millones de tpm para el transporte marítimo y fluvial.