Especiales Semana

INDIANA JONES III

Steven Spielberg, el genio de Hollywood, rompe todos los récords de taquilla al reunir a su héroe con el viejo James Bond.

31 de julio de 1989

La anécdota ha sido contada tantas veces que se ha convertido en una de las más sólidas leyendas de Hollywood. Sucedió en 1977.
Steven Spielberg y George Lucas pasaban vacaciones de verano en las playas de Hawai. Acababa de ser estrenada "La espía que me amó", de la serie de James Bond, y mientras tomaban el sol Spielberg le confesó al amigo que estaba loco por hacer una película con el personaje del agente 007.
Lucas le respondió:"Tengo algo mejor que James Bond", y con una ramita dibujó sobre la arena la figura de un hombre con sombrero Stetson ,látigo en la mano y una pinta de aventurero que el pésimo dibujo no podía disimular. En ese momento nació uno de los personajes más populares y decisivos en toda la historia del cine,y uno de los más rentables también porque, desde hace cinco semanas,su tercera película,"Indiana Jones y la última cruzada", está siendo exhibida en Estados Unidos y Canadá en 2.327 salas, recaudando 50 millones de dólares en los primeros ocho días de proyección y 100 millones en sus primeras tres semanas. Una auténtica marca mundial que supera inclusive a "E.T.". Esta semana, la que puede ser la película más taquillera de toda la historia, llega por fin a Colombia.
En ella hay un elemento curioso que de seguro alimentará el anecdotario del cine: Sean Connery, el primer actor que hizo el papel de James Bond y a quien se considera una especie de abuelo del legendario personaje, protagoniza ahora al padre de Indiana Jones, para muchos, el 007 de los 80.

PROFESION PELIGRO
Realizada con una inversión de 36 millones de dólares,la historia de "Indiana Jones III" transcurre en 1938 en plena guerra y fue filmada en cuatro continentes y nueve países.Desde las secuencias iniciales, con el protagonista adolescente topándose con una banda de ladrones de tesoros históricos en pleno desierto,hasta ese final,con el sol dominando en el horizonte y las cuatro siluetas a caballo avanzando a todo galope -presagiando quizás la continuación de la aventura-, el espectador no tendrá un momento de respiro. Esto puede fatigar a los de más edad porque la película está concebida con el aliento de los grandes seriales de esos que duraban cuatro y cinco horas y no acababan, seguían el sábado siguiente, con más peligros y más aventuras.
Aunque "Indiana Jones III" retoma algunas situaciones de las dos historias anteriores, plantea elementos nuevos y refrescantes, como la adolescencia del héroe (ahí está el origen de sus símbolos, con el látigo y el sombrero que le regala un ladrón asombrado por su determinación para defender la justicia, y la fobia que siente contra la mayoría de los animales) y, la más importante, sus relaciones con el padre. El doctor Henry Jones, uno de los máfamosos arqueólogos del mundo, siempre ha vivido obsesionado con el hallazgo del Santo Grial, el cáliz que Cristo usó durante la Ultima Cena. Ha buscado, investigado, rastreado y hurgado en todas partes y, cuando en una cripta de una iglesia en Venecia ya tiene la pista más segura, desaparece. Este objeto sagrado tiene el poder de curar todas las enfermedades y rejuvenecer a quien lo posea. Por eso muchos andan detrás de él, incluyendo a los nazis, quienes una vez más aparecen como el prototipo perfecto de los malos.Hay una escena dramática y cómica cuando Indiana, extraviado en Viena, se encuentra cara a cara con Adolfo Hitler,se miran con desconfianza y no tiene más salida que aceptar un autógrafo del tirano.
Padre e hijo nunca se entendieron. Durante las primeras escenas, fechadas en 1912, se descubre el aislamiento absoluto en que se encuentran los dos personajes.Huyendo de los ladrones de tesoros a quienes ha sustraido la famosa Cruz de Coronado, Indiana adolescente entra a la casa e intenta contarle la historia al padre. El lo rechaza lo obliga a que cuente en griego hasta 10. Los ladrones llegan con la policía y se llevan la cruz. Veintisiete años más tarde, Indiana, convertido en un hombre, le reprochará al padre la indiferencia que siempre le demostró y este le responde:"Lo que pasa es que te marchaste cuando estabas poniéndote interesante ".
Nunca le dio órdenes, jamás le dijo que se lavara los dientes ni que se bañara,ni que estudiara, lo dejó suelto como un animalito y por eso Indiana Jones es medio salvaje.Y eso es lo que fascina a las mujeres,incluyendo a esta rubia llamada Elsa (interpretada por Alison Doody), traidora como ella sola y quien hará saltar los celos del héroe cuando descubra que se acostó con el padre. La forma de enterarse es simple pero digna del humor más británico, como pretende Sean Connery que sea su personaje. Están amarrados, en peligro, y el hijo se lamenta al descubrir la traición de la amante de ambos. El padre le dice:"Siempre supe que era una nazi", a lo que el otro le pregunta cómo lo supo. El padre responde:"Habla mientras está dormida".
Todos los peligros, todas las emociones, todos los enemigos están aquí. Cuando Indiana es enterado del peligro en que se encuentra el padre por estar buscando el Santo Grial, se marcha a buscarlo y se topa dentro de un castillo tomado por los nazis y se reencuentran cuando el hijo entra por una ventana. De ahí en adelante la historia, la aventura es un contrapunto divertido, dinámico e incansable entre la actitud filosófica del padre ante la muerte y la vida, y la desesperación del hijo por salvarse.
Seis mil ratas que vagan en las alcantarillas de Venecia, mil serpientes,un león, cinco cocodrilos, dos tortugas de 300 libras, 50 caballos, 15 camellos, además de miles de nazis enloquecidos, son algunos de los compañeros de Indiana Jones, su padre y sus amigos en esta odisea que es superior y más entretenida que las dos películas anteriores.
Pero los mejores momentos de la película giran alrededor de Sean Connery. Es que su personaje, el doctor Jones, nunca entiende que está en peligro,jamás comprende que puede ser ejecutado o quemado o despedazado dentro de un tanque,no toma conciencia de la serie de obstáculos que debe salvar para sobrevivir a la cacería del Santo Grial y sólo cuando se encuentre ante ese tesoro religioso e histórico, cuando le haya visto la cara a la muerte,tendrá una idea aproximada de todo cuanto ha pasado a su alrededor. Dotado de un humor negro increíble, inteligente, superior a los demás mortales y aislado por sus investigaciones,de golpe se halla en el ojo del huracán y al lado de ese muchacho al que durante 16 años miró como un simple objeto. Cuando lleguen los reproches, cuando vengan los reclamos, entonces el espectador gozará ruidosamente con esos diálogos espléndidos, cargados de ironía e inteligencia. Para los que andan a caza de escenas enloquecidas y poéticas, una recomendación: miren con cuidado el momento en que el profesor Jones corre por la playa con un paraguas abierto para espantar las gaviotas.

DICTADURA JUVENIL
El verano es la mejor época para el estreno de las películas más costosas en Estados Unidos y este año la cartelera está compuesta, entre otros, por títulos como "Arma mortal 11", "Cazafantasmas 11","Karate Kid III", Star Trek V, "Pesadilla sin fin V", "Martes 13, VIII", la tercera película de Indiana Jones y "Batman" una secuela de las tiras cómicas y la serie de televisión.
En un negocio tan arriesgado como el cine, productores, estudios, realizadores y guionistas están evitando cualquier sorpresa en la taquilla y apuestan a lo seguro: las grandes triunfadoras de este año, y que harán cambiar las marcas y cifras, son las secuelas,los nuevos capítulos de historias que en años anteriores demostraron ser las favoritas de los espectadores. Y para que no haya duda sobre esta tendencia, dentro de pocas semanas se estrena la película número 17 de la serie de James Bond, con el título sugestivo de "Con licencia para matar", protagonizada por un actor shakesperiano, Timothy Dalton, y con un villano que es uno de los jefes del cartel de Medellín.
El éxito escandaloso y esperado de esta "Indiana Jones III" le demuestra a Lucas, Spielberg y los demás productores y realizadores del mundo, incluyendo a los colombianos, que esos millones de dólares dejados en la taquilla tan en escasos días, provienen de espectadores que oscilan entre los 13 y los 17 años de edad. Son los jóvenes quienes están tomándose las salas de cine y los que deciden si una película, por más calidad que tenga, puede convertirse en un fracaso. Spielberg ya lo sabe. Lo comprobó con tres de sus mejores películas,que apenas recuperaron la inversión: "1941" con John Nelushi, "El color púrpura" -sobre la novela de Alice Walker y considerada una de las películas más sensitivas de los últimos años, nominada a once Oscares- y "El imperio del sol", la saga de un jovencito inglés perdido en un campo de concentración japonés. Tres excelentes películas que fracasaron porque sus argumentos no interesaban a los espectadores más jóvenes, los dictadores de la taquilla.
Y es una situación muy clara. A los espectadores jóvenes les fascinan los nuevos capítulos de películas que, a lo mejor, cuando fueron estrenadas originalmente,los sorprendieron a todos en la cuna o aprendiendo a leer apenas.
Lo curioso es que esta realidad no ha sido comprendida por algunos sectores de la crítica, alarmados por la popularidad de ciertos temas y la influencia cada vez mayor de los jóvenes en las decisiones que Hollywood toma. Son los mismos sectores que no entienden -o no han querido entender- que con esos mismos millones provenientes de historias de aventuras y acción, son financiadas las películas para minorías,las que llenan las salas pequeñas y producen emociones en esos espectadores que sólo asisten tres veces al año a cine, para no contaminarse.

TRES VECES INDY
Capítulo aparte en esta historia merece, a los 46 años, el actor Harrison Ford, quien ha revivido con Sean Connery sus propias experiencias filiales. Considerado uno de los actores más ricos del mundo e identificado en la mayoría de las ocasiones con su personaje de la trilogía de "Indiana Jones" (olvidándose injustamente sus papeles en películas tan importantes como Blade Runner, "Búsqueda frenética" y "Testigo en peligro"), a Ford el interés artístico le viene del abuelo, un personaje del vodevil, y del padre, productor de innovadores comerciales para la televisión en Chicago. Casado con Melissa Mathison, la guionista de "E.T.",se ríe de las fantasías infantiles de Lucas y Spielberg y recuerda cómo a los cinco años de edad su ídolo era el hombre que acarreaba el carbón a domicilio y con unas pocas paladas satisfacía todos los pedidos. Quería ser como él. Después se entusiasmó con un personaje fantástico, un acróbata llamado Sky King, pero cuando lo conoció y encontró que era bajito, feo y gordo, sufrió una decepción tremenda. Más tarde su ídolo era Humprey Bogart y sigue siéndolo. Su personaje de Indiana, aunque nació directamente de James Bond, tiene algo del cinismo y la desfachatez de Bogart, especialmente en su trato con las mujeres. Un machista absoluto que no le perdona al doctor Jones que se haya acostado antes con la protagonista rubia de esta nueva película.
Ford es uno de los actores mejor asegurados del mundo y durante el rodaje de estas películas, en las cuales monta a caballo, persigue un tanque,se lanza por un precipicio, casi es aplastado contra unas rocas, es rodeado por las llamas, atacado por serpientes y ratas, además de pelear con varios enemigos a la vez, muchas veces él mismo interpreta las escenas, no acepta los "dobles" que la producción ha contratado para evitar los riesgos del rodaje. Dice que le gusta la acción, le fascinan las peleas y las caídas, se siente un actor de los años cuarenta y quizás ese sea el motivo del encanto que sienten hacia él los espectadores de más edad, porque les recuerda aquellas aventuras protagonizadas por Errol Flynn, Spencer Tracy, Richard Widmark, Clark Gable, Kirk Douglas y los demás valientes que destrozaban un bar, una nave espacial enemiga, un barco de piratas o la calle principal de un pequeño pueblo del oeste. Harrison Ford es la reencarnación de esos guapos y rebeldes y los espectadores más jóvenes, sin saberlo,estan rindiendo un homenaje a los ídolos que sus padres y abuelos seguían todos los fines de semana en matiné.Esa aureola de valiente insobornable,invencible y apuesto, no sólo está en el personaje de Indiana,también ha podido desarrollarlo tres veces con Hans Solo, el guerrero de la saga de la "Guerra de las galaxias". Como dice el mismo actor, en el fondo lo que hace es seguir interpretando el mismo personaje. Sólo falta que le encarguen James Bond para que la felicidad sea completa.
Steven Spielberg es un hombre que vive las 24 horas del día para el cine. Así, cada película que hace cuenta con su mayor esfuerzo y, de paso,con uno que otro rasgo autobiográfico. En ellas, este genio deposita sus ansias y frustraciones, sus logros y sus tristezas."Indiana Jones III" no podía escapar a esta característica y la relación entre Indiana y su padre tiene raíces en la vida de Spielberg.
Esta relación padre-hijo responde en buena medida a lo que Steven Spielberg hubiera querido con su propio padre, una relación que él ahora fortalece con su hijo de tres años, nacido de su matrimonio con la actriz Amy Irving, de quien acaba de divorciarse.
Es el realizador más conocido del mundo, el más taquillero y el más asediado por los grandes estudios. Jamás asiste a una discoteca, no trasnocha en fiestas, no bebe ni fuma, se la pasa los fines de semana mirando películas clásicas, jugando con su hijo Max -a quien hace imitaciones del Pato Donald- y, según los entendidos, el secreto del éxito de sus películas,de casi todas sus películas, es que Spielberg jamás ha crecido. Sigue siendo el niño que a los 12 años hizo su primera película, que fue capaz de asustar a las hermanas. A los 41 años de edad es considerado un auténtico Midas película que toca, así sea a distancia la convierte en oro, aunque esto tiene sus excepciones: la serie Amazing Stories fracasó luego de un comienzo prometedor en la cadena NBC; la película "El imperio del sol" le gustó a los críticos pero no a los espectadores, mientras otras películas en las cuales aparecía como productor ejecutivo, sin intervenir demasiado en su realización, también fueron fracasos,como "Harry y los Hendersons", "Viaje insólito" y "Baterías no incluidas". En compensación el año pasado produjo la película más taquillera, "Quién engañó a Roger Rabbit", y ya está trabajando en la secuela de "Gremlins".
Para Spielberg, una forma segura de hacer cine y conseguir éxito es trabajar sobre historias ya aprobadas por los jóvenes, aunque acabó hace poco el rodaje de una nueva película Always, versión libre de un clásico A guy named Joe, y se prepara para cumplir el millonario contrato firmado para diseñar nuevas atracciones para los parques de diversiones que estudios Universal tiene en California y Florida, mientras trabaja en una nueva serie de televisión.
Lo curioso es que esta labor intensa despierta poca simpatía entre los demás directores norteamericanos.Debe ser envidia, como dice Lucas.O incomprensión,como afirma John Milius, el realizador de "El viento y el león". Nunca se ha ganado un Oscar como director, aunque sus películas han estado postuladas muchas veces. En el fondo esto lo incomoda poco y, lo mismo que otros grandes productores como David O. Selznick y Samuel Goldwyn, tiene la libertad y el poder para escoger los proyectos que quiera realizar y señalar cualquiera de los siete grandes estudios de Hollywood para hacer sus nuevas películas.
En oficinas cedidas en terrenos de la Universal, en Los Angeles, mantiene un grupo de 30 personas entre artistas, funcionarios y técnicos desarrollando proyectos, aportando ideas nuevas. junto a una sala de proyección que tiene una dulcería y un dispensador de maíz tostado acabado de hacer. Deja que su amiga Kathleen Kennedy se ocupe de los negocios y se preocupa sólo por realizar películas. Su capacidad de trabajo es asombrosa, no por ambición de más millones sino por simple carácter: nadie puede olvidar cómo mientras rodaba " El color púrpura", en 1985, todos los días revisaba el material filmado de la serie Amazing Stories con el fin de no perder el control sobre la calidad.Su obsesión con lo que hace llega hasta el punto de editar él mismo los avances que se pasan en los teatros, ordenar los motivos de los avisos y hasta escoger las frases publicitarias. Es tan maniático en estas labores como su amigo Stanley Kubrick.

MILLONARIO Y VENGATIVO
No es fácil trabajar con él porque sus ansias de perfeccionismo a veces son exageradas, pero al final siempre tiene la razón. Después de cinco semanas de rodaje de "Regreso al futuro", dirigida por Robert Zemeckis, no se sentía cómodo con el actor escogido inicialmente, Eric Stoltz, y entonces le canceló el contrato y llamó a Michael J. Fox. Ese cambio costó 8 millones de dólares extras porque muchas escenas tuvieron que rodarse de nuevo, pero quedó tranquilo.
Es vengativo y con una memoria de elefante. Por ejemplo, no ha podido olvidar que fue Columbia el estudio que rechazó su idea para hacer "E.T.", y desde entonces ha rechazado cualquier contacto con ellos. Universal,que invirtió 6 millones en construirle sus oficinas para que funcione su empresa "Amblin", sólo ahora logró que Spielberg hiciera una película con ellos. Dicen que el director no gustaba de los dos presidentes anteriores de esa compañía. Fue Universal el estudio que financió en 1973 el primer largometraje de este genio, "Duelo". Tenía 25 años y dos años más tarde sorprendería a todos con "Tiburón". Fue en este rodaje donde conoció a quien se convertiría en su mejor cómplice, George Lucas, quien ha trabajado como productor ejecutivo de los tres "Indiana".
Hasta hace poco la fortuna de Spielberg estaba calculada en 250 millones de dólares. Tiene cuatro inmensas mansiones en distintos sitios de Estados Unidos, incluyendo una gigantesca casa que pertenecía a David O. Selznick,la cual fue derrumbada para construir otra que costó cuatro millones, con ventanas que tienen apariencia de hongos y una pantalla de televisión del tamaño de una pared, además del trineo que Orson Welles usó en "Kane".
Es el director y productor mejor pagado en Hollywood y sólo porque su nombre aparezca en una película ajena recibe inicialmente un millón de dólares, luego se gana el 10% de las películas en que interviene de alguna forma. Por la venta de los videocasetes de "E.T." recibirá más de 40 millones en el primer año.
Lo que los espectadores adivinan en cualquiera de sus películas es que Spielberg ha logrado que los estudios inviertan una enorme cantidad de dinero. "Roger Rabbit" costó 45 millones de dólares, el doble de lo presupuestado, porque insistió en la utilización de más efectos especiales. Y "Gremlins", que iba a ser una película pequeña, resultó costando más de 25 millones, pero produjo cerca de 100.
A los estudios no les importa cuánto pueda costar una película en la que aparezca su nombre. Saben que Spielberg ha descubierto la fórmula del éxito: recoger a los de éxitos ya comprobados y hacer historias para menores.Con esas pautas nadie puede fallar.

DE MR. BOND AL DR. JONES
Durante uno de los peores momentos de "Indiana Jones y la última cruzada", acosados por un avión que les dispara incansables y cada vez más cercanas ráfagas de ametralladoras, el profesor Jones y su hijo Indiana se refugian detrás de unas rocas y el padre dice en medio de jadeos: "Hijo, es que quieren matarnos". El otro hace un gesto de fastidio, de que ya lo sabe y el padre comenta:"Es que no estoy acostumbrado a estas cosas", e Indiana le dice:"A mí me ocurre todos los días", lo agarra del brazo y salen corriendo. El profesor Jones,interpretado con humor, inocencia, picardía y elegancia por Sean Connery, es uno de los atractivos principales de este tercer y presuntamente último capítulo de la saga de "Indiana". En las dos primeras películas nunca hubo la menor mención del pasado del arqueólogo que jamás suelta su látigo y su sombrero Stetson. Pero ahora sus lazos afectivos están a la vista y, además, con 16 minutos de escenas iniciales durante los cuales el espectador conoce rápidamente el origen de esas ansias irrefrenables de aventuras y búsqueda de todos los peligros: el actor River Phoenix hace de Indiana adolescente, cómo se hallaba en líos y cómo, cuando se acercaba agitado al padre, este lo obligaba a contar hasta diez y en griego. Después cada uno toma su camino. Sean Connery ha logrado el que algunos consideran su mejor papel, superior al del monje investigador de los crímenes en la abadía, superior también al del agente 007 y al policía irlandés de "Los intocables". Un guión que fue escrito originalmente siete veces tuvo que ser revisado de nuevo cuando George Lucas, el productor ejecutivo de la película, propuso a Connery para el papel del padre. Que padre e hijo se acuesten con la misma muchacha rubia, que los ojos del uno se llenen de lágrimas cuando cree que el más joven ha muerto en un precipicio, que jamás pierda la compostura ni la dignidad ni siquiera cuando es abofeteado dentro de un tanque nazi, que ande de chaleco, paraguas, maletín, chaqueta, sombrero y espejuelos, que corra por la playa con el paraguas abierto y espante las gaviotas para que un avión se estrelle, todo esto sólo podía caber en la interpretación de alguien como Connery, es decir, alguien con su humor negro, con su cinismo, y por eso, cuando le preguntan en quién se inspiró para interpretar al doctor Jones, no vacila en responder: "En sir Richard Burton" y tiene razón.
Las relaciones entre Indiana y su padre conforman uno de los elementos más sustanciales,entretenidos, explosivos y contagiosos de la película.Sus miradas,diálogos, encuentros y desencuentros, la aproximación que efectúan después de tantos años de aislamiento, todo eso en la vida real se dio con el trabajo de Connery y Harrison Ford.Según Spielberg,se sentía la electricidad con ambos y por eso la película alcanza sus mejores momentos cuando el doctor Jones intenta entender por qué el otro doctor Jones, el más joven, siempre está a punto de ser ejecutado.

ANTES DE "INDIANA JONES III"
LAS MAS TAQUILLERAS
De las 10 películas más taquilleras en la historia del cine, cinco fueron dirigidas o producidas por Steven Spielberg (están subrayadas en este cuadro), según los datos oficiales de Hollywood. Las cifras corresponden a millones de dólares y cubren solamente el mercado norteamericano. Y para tener una idea de las ganancias a nivel mundial y en las ventas de video, sólo basta con multiplicar por tres estas cifras.

"E.T." (El extraterrestre)
(1982) US$ 367
"La guerra dé las galaxias"
(1977) 323
"El regreso del Jedi"
(1983) 263
"Tiburón"
(1975) 260
"Cazadores del arca perdida"
(1981) 242
"Un policía suelto en Hollywood"
(1984) 235
"El imperio contraataca"
(1980) 223
"Cazafantasmas"
(1984) 220
"Regreso al futuro"
(1985) 207
"Indiana Jones y el templo de la perdición"
(1984) 180