Especiales Semana

JUEGO DE RIESGO

El patrimonio de las compañías de seguros aumentó 80,3 por ciento en 1994 y las utilidades lo hicieron en 18 por ciento.

22 de mayo de 1995

LAS COMPAÑIAS DE SEguros entraron el año pasado en una carrera sin precedentes por la creatividad en el manejo del riesgo. Al fin y al cabo, de su habilidad para manejar los nuevos productos que nacieron con la Ley de Seguridad Social depende, no solo el futuro de su negocio, sino gran parte del que apareció para el manejo privado de las pensiones, del que son más que un espectador pasivo, uno de sus principales protagonistas.
A partir de 1994, las empresas que operan con seguros tienen tres nuevos campos para 'jugar'. En efecto, la Ley 100 de 1993 les permitió manejar, por un lado, las pólizas que protegen a los administradores de fondos de pensiones de los riesgos de invalidez y muerte de sus afiliados, y por el otro, las rentas vitalicias a las cuales tendrán derecho sus clientes una vez se jubilen. Solo por el primer negocio, el sector podrá manejar recursos cercanos a los 200.000 millones de pesos mensuales sobre la base de cuatro millones de afiliados al sistema privado de pensiones, según los cálculos oficiales. En tercer lugar, las aseguradoras podrán crear administradoras de riesgos profesionales, que se encargan de proteger a las empresas contra accidentes de trabajo y enfermedad profesional de sus trabajadores.
La esperanza es que esos tres nuevos ramos sean el milagrito que las lleve a convertirse en un negocio envidiable dentro del sector financiero. Y como se trata de una posibilidad viable, dos compañías decidieron meterse en el negocio de seguros de vida: Colmena, del Grupo Social y Ganadera, de Ardila Lulle (que también creó una compañía de seguros generales). Siete sociedades adicionales entraron en el negocio de riesgos profesionales.
Pero no solo de nuevos productos estuvo lleno el año pasado para las aseguradoras. El negocio cobró vitalidad al participar con el 2,36 por ciento del Producto Interno Bruto -PIB-, después de estar en retroceso entre 1989 y 1991. Además, las compañías realizaron el 2,8 por ciento del total de inversiones transadas en la Bolsa de Bogotá, luego de que en 1993 hicieran apenas el 0,5 por ciento.
El patrimonio del sector también tuvo un buen comportamiento en 1994, al sumar 2,3 billones de pesos, que es un incremento del 80,3 por ciento con respecto al año anterior. Las utilidades, a su vez, crecieron 18 por ciento, al sumar 135.900 millones de pesos. Según la Superintendencia Bancaria, el comportamiento hubiera podido ser mejor si no hubieran tenido que aumentar las provisiones, para cumplir con la resolución 052 del año pasado, lo que también afectó la rentabilidad del sector (patrimonio contra utilidades).
Y si los balances de las compañías se movieron, la composición de las sociedades tampoco se quedó quieta. El capital extranjero llegó a significar el 26 por ciento del total de las aseguradoras generales, el 5,61 por ciento de las de vida y el 12,6 por ciento de las reaseguradoras. Los inversionistas más importantes fueron de Panamá, Estados Unidos, el Reino Unido, España, Venezuela, Italia, Francia y Suecia.
Entre locales y visitantes tendrán ahora que jugar como expertos con el riesgo, para así convertirse en los más creativos del sistema financiero y aumentar, tanto sus ganancias, como las de quienes optaron por jubilarse en los fondos privados de pensiones.-