Especiales Semana

LA CERVECERIA LEONA

Con 300 millones de dólares Carlos Ardila desafió el monopolio cervecero de Julio Mario Santo Domingo.

23 de junio de 1997

En los últimos 25 años nunca nadie se había atrevido a pisarle las mangueras a Julio Mario Santo Domingo en su negocio cervecero. Carlos Ardila Lülle lo hizo en 1992, en uno de los negocios más osados de los últimos tiempos. Como derivación del rompimiento de un pacto que habían firmado los dos magnates en diciembre de 1987, Ardila inició un negocio que iba en contra de todos los esquemas que existían hasta esa época Durante muchos meses Ardila y sus altos ejecutivos trabajaron en riguroso secreto un proyecto que se constituiría en una operación industrial gigantesca y que requeriría de cuantiosos recursos. Ardila poseía la distribución _más de 3.000 camiones propios_ y los sistemas de mercadeo y publicidad necesarios, gracias a la competencia que había tenido que librar con Coca-Cola en el negocio de gaseosas. Poseía además el dinero y las ganas para llevar a cabo el proyecto. Sólo necesitaba la oportunidad. En pocos meses se convirtió en un profundo conocedor del tema cervecero y en otros más tenía ultimado hasta el más mínimo detalle dentro del cronograma para la puesta en marcha de su planta. Un punto crítico de todo el negocio era la aceptación del producto. Por eso Ardila se rodeó de expertos catadores y analistas, con el fin de lograr que su esfuerzo empresarial no se viera frustrado por una bebida que no gustara al pueblo colombiano, cervecero por tradición. Meses de estudio y pruebas dieron como resultado a Leona.La cerveza despegó en forma impresionante, tomándose el 47 por ciento del mercado de Bogotá durante su lanzamiento. Posteriormente se estabilizó y llegó a registrar promedios de alrededor del 25 por ciento. En Boyacá el debut fue también espectacular, llegando la marca Leona a quedarse con el 57 por ciento de todas las cervezas de ese gran centro de consumo cervecero. Al igual que Bogotá esta cifra también se estabilizó tiempo después.La cervecería requirió de casi 300 millones de dólares de inversión, con los que se lanzó a una guerra de mercadeo, publicidad y distribución nunca antes vista en el país. Con una sola planta, sin embargo, Leona no es una cerveza nacional. Esto sólo sucederá cuando construya otra planta en Barranquilla que será tan moderna como la de Tocancipá y le permitirá abastecer directamente a todos los departamentos de la Costa.