Especiales Semana

La construcción y sus complementos

10 de mayo de 1993

¿JAQUE MATE?
HACE CINCO MESES DAVIVIVIENDA empezó a ofrecer en el mercado de los créditos a largo plazo una singular cuota que tiene en jaque a sus competidores. Ellos no se explican cómo se puede prestar dinero con tanta facilidad para el ahorrador sin que la operación deje de ser rentable y segura.
La cuota se llama supermínima. Y como el nombre lo indica es un valor mínimo dentro del total que la entidad presta a cada cliente. Por ejemplo, en una financiación de 10 millones de pesos -para vivienda de interés social con una tasa baja, se entiende- el ahorrador comienza pagando 7.800 pesos por cada millón. Una suma que no alcanza ni siquiera el uno por ciento de la cifra total prestada y es entre 22 y 25 por ciento menor a todas las pactadas en el mercado colombiano hasta ahora.
El primer balance para conocer la aceptación que esta cuota especial ha tenido a lo ancho y largo del país se esta preparando. Pero según los cálculos que hoy se tienen, de cada 10 clientes que tomaban la mínima -una cuota similar a la de las demás corporaciones-, siete se inclinan hoy por la novedosa opción. Más, quienes buscan dinero para adquirir casa o apartamento, que quienes están adquiriendo un local comercial.
El cerebro detrás de todo esto fue el propio presidente de Davivienda, Efraín Enrique Forero Fonseca. Y como cualquier idea interesante, la suya partió de la comprobación de una sentida necesidad en el gran público.
Siguiendo lo expresado por los directivos de la corporación, hace un tiempo la mínima era lo mejor que se podía encontrar en el mercado. Pero poco a poco las otras corporaciones empezaron a ofrecer opciones de crédito similares y ya no se tenía la ventaja competitiva. Además continuaba siendo un problema para el comprador de vivienda el pago de las cuotas en los pnmeros años del crédito.
MATEMATICA SIMPLE
Esa es la calificación que los asesores de Davivienda han dado al novedoso producto. Pero, ¿de qué se trata exactamente? Es una cantidad fija en Upac. Por tanto, sube de manera constante, aunque nunca por encima del costo de vida.
Tampoco por encima del salario de la gente. Davivienda no aprueba créditos que superen la capacidad de endeudamiento de sus ahorradores: máximo un 40 por ciento del ingreso familiar, generalmente el 30 por ciento y hay muchos beneficiarios de estos créditos que no alcanzan a destinar el 20 por ciento de sus recursos mensuales al pago de las cuotas en los primeros años.
Obviamente, esta cuota sube un poco más rápido que las otras porque no bajan ni el crédito, ni las tasas, ni el plazo. Pero Davivienda considera que no hay problema: las personas capaces de pagar los primeros años pueden pagar cada vez con menor dificultad el resto del crédito. Con el tiempo este representará el 10 por ciento de sus ingresos, luego el cinco y finalmente se paga de caja menor.
Sólo hay una condición:la entidad presta con la supermínima hasta el 70 por ciento del valor total del inmueble. Si el ahorrador requiere un préstamo por encima del 70, hasta el 80 por ciento, debe acogerse a otro plan de financiación, el de la cuota mensual mínima, por ejemplo.
Este singular sistema, promocionado actualmente con el lema "su cuota más baja para adquirir vivienda" esta causando tal revuelo que la gente lo pide en otras corporaciones creyendo que es como el Upac. Pero por el momento, sólo Davivienda presta dinero en los términos aquí descritos.