Especiales Semana

LA DECORACION Y LA VIVIENDA

19 de julio de 1993

Vuelve el hierro
EL CERRAMIENTO DEL EDIFICIO A LA mesa de centro de la sala. Del espaldar de la cama a la consola del comedor. A mediados de este año, el hierro regresa con todo su carácter a la arquitectura y o la decoración en el mundo entero. La revista más importante en este campo, Architectural Digest, dedica (por primera vez desde que fue creada, a mediados de este siglo) páginas enteras al tratamiento de este material en todos los espacios.
Y los decoradores colombianos no se quedan atrás. Almacenes como Portobelo, para citar sólo un ejemplo en Boqotá, exhibern en sus vitrinas camas donde aparece este increible metal que ha acompañado a la humanidad en todos los tiempos.
El hombre descubrió el hierro hace más de tres mil años. Antiguas culturas como la celta y la etrusca fabricaron con él armas, utensilios agrícolas y piezas decorativas. Y poco a poco, el metal alcanzó tal fuerza que los historiadores, en retrospectiva, bautizaron toda una edad dentro de la prehistoria con su nombre.
Hoy, reconocidas voces dicen que en el campo de la decoración y la arquitectura, como en muchos otros, se presentan ciclos y en este metal parece estar gran parte de la fuerza de su afirmación.

En todos los tiempos
El hierro ha sido retomado cada dos, tres o cuatro siglos para hacer con el nuevos aportes a la calidad de los ambientes. En la epoca medieval, por ejemplo, se minimizó su fundición y se desarrolló una artesanía más liviana que aplicaba a plenitud la mayor de sus propiedades: la de soldarse por martilleo. Entonces se crearon obras excelentes decoradas con cincel. El arte de la rejería apareció unos siglos después, en la España del Renacimiento. Y, casi paralelamente, el metal ingresó a la arquitectura por vez prirnera en Francia. De esa época se conservan aún dos imponentes obras construidas con décadas de diferencia: la puerta principal de la Catedral de París y la estructura -columnas y arcos- del salón Carre del Museo de Louvre.
La masiva producción industrial de elementos arquitectónicos con hierro se dió a mediados del siglo pasado. A partir de 1840 se edificaron grandes obras con vidrio (otro material cuya producción también crecía aceleradamente) y soportes de este versátil metal. Finalmente, en 1887, como si pronosticara el siglo de indiferencia con que la humanidad castigaría inmediatamente después a tan agradable material, Gustave Eiffel inició la construcción de su torre. Una estructura de hierro que hoy mide más de 320 metros de altura y para la que se necesitaron dos largas etapas de construcción. Entonces, en Colombia y principalmente en Bogotá, se hacía eco a todas las tendencias arquitectónicas francesas y se importaban postes y rejas de este metal traidos en barcos desde Europa. El país empezaba a vivir su propio estilo republicano y lo hacía copiando con gran esfuerzo del exterior.
Aquí no había talleres y, desde luego, tampoco tradición. Pero aun así, el furor del hierro duró un poco más entre nosotros cuando en Europa ya se había extinguido. A mediados del presente siglo fue construido el barrio El Campín y los cerramientos se hicieron con hierro. Sus diseños, sin embargo, ya no eran como los del Teusaquillo u otras urbanizaciones de la calle 72 hacia el sur de la ciudad. Más bien eran repetitivos, monótonos y nunca pensados para cada caso específico sino añadidos con poco gusto. Finalmente, en el país como en el resto del globo, se archivaron los "fierros" durante casi tres décadas.

¿Por que el regreso?
Luis Fernando Beltrán Franco, un arquitecto paisa dedicado hace siete años y medio a Ia forja artística en hierro desde su empresa Belt Colombia, considera que la capacidad de brindar contraste es la principal cualidad de este metal, lo que lo convierte en indispensable para Ia arquitectura de hoy.
"Durante mucho tiempo, los materiales de construcción se sumaban unos a otros en rigidez comenta este arquitecto especializado en Arte y en Diseño Arquitectónico en la Escuela de Artes de París-. En sus formas no había una construcción por contraste sino por adición: el vidrio plano, el ladrillo plano. el mármol plano... El hierro, en cambio, puede ofrecer un toque clásico en una construcción moderna y puede dar mucha vida en una arquitectura uniforme".
Eso es cierto tanto fuera como dentro de la casa. Aunque hay que aclarar que en espacios interiores el protagonismo de la forja es apreciablemente menor. Estructuras en hierro con distintos acabados verde, pabonado, tortuga, gris, negro y anticados-no suelen ser la base de los muebles de sala en climas fríos. Mientras sí empiezan a darse con bastante frecuencia en los lugares de recibo de los apartamentos, las escaleras, las terrazas, los comedores auxiliares y los balcones, como se aprecía en las fotos de algunas de las obras de la mencionada empresa.
¿Será cuestión de tiempo la posibilidad de ver forja por todas partes? Lo más probable es que no. Esto se deduce de lo dicho por Luis Fernando Beltrán en cuanto al contraste; del número, aún bajo, de industriales en este campo; y también, de los comentarios hechos sobre el tema por el decorador de interiores Fernando García .
De los consejos de este último se deduce que el hierro debe usarse mesuradamente y muy bien acompañado por otros materiales: maderas como el cedro o el flor morado, cristal, mármol, piedra y aplicaciones en bronce para romper con su uniformidad.
Una hermosa posibilidad puede ser la de la sala que aparece en una de las imágenes que ilustra este artículo y que fue diseñada por el mismo Fernando García. ¿EI clima? Frío. ¿Las poltronas y el sofa para recibir a los invitados? Tapizadas en canvas a rayas con fuertes colores. ¿La forja? En las mesas combinada con cristal, y también en las lámparas. Un ambiente sobrio y elegante donde el patinado verde del hierro no rompe la armonía del resto de la decoración sino la complementa.
También es posible una habitación con chimenea y una mullida alfombra, cama doble en hierro con un patinado anticado y mesas de noche en el mismo material y madera. Las lámparas en cerámica y el cubrelecho en algodón. La verdad es que hoy en día no existe límite para la combinación de colores, texturas, materiales y estilos.

Auge en la construccion
La empresa antes mencionada, Belt Colombia, presentó en Expoconstrucción y Expodiseño 93, un recuento de su trabajo durante estos años. Con el nombre de algunos de sus desarrollos basta para constatar que la forja se pone cada día más de moda en la arquitectura: el edificio Entrepinos, en la carrera 1A con calle 77, construido en 1989 fue la carta de presentación de esta firma. Era Ia primera obra en la capital del país donde, después de muchos años, se vió hierro con toda su fuerza. En total 45 ítems distintos para elementos en este material dentro de la misma construcción .
Charlot.s, un famoso bar de la Zona Rosa; Concepto 1, el almacén del decorador Santiago Bernal, y la torre hotelera Suite Bond, en la calle 95 con carrera novena, son otras de las edificaciones que dan cuenta de esta antigua y a la vez moderna forma de poner en práctica un trabajo que, más que técnico, es artístico, pues no es lo mismo forjar que pegar ladrillos. En Colombia no existe una tradición al respecto, pero igual se sabe que para ser forjador o "artesano rudo" como diría Beltrán se necesita cierto temple, paciencia y mucho gusto por el trabajo.
Ya hay varias firmas colombianas trabajando en esta área. Ofrecen catálogos o visitan las casas para diseñar "sobre medida". Adquieren costosa maquinaria importada o acumulan, junto con la experiencia, el gancho, el cepillo y la palanca acertadas para tal o cual detalle. Lo importante es que ya existe la herrería colombiana. Tanto los dueños de negocios, casas o apartamentos, como los decoradores la están demandando y utilizan argumentos inteligentes para señalar porqué la prefieren.
Fernando García señala, por ejemplo, que "en un comedor en madera, no hay nada mejor que una consola flotante en forja y cristal para equilibrar el ambiente. Cuando el estilo es clásico, sobre un estucado veneciano. Y cuando es moderno, sobre una pared pintada en un tono mas fuerte " .
Quienes piensan que la forja puede parecer demasiado dura en determinados ambientes, tienen hoy la posibilidad de adquirir una luminaria, un cerramiento o una mesa en este metal que les permita comprobar cómo la delicadeza, y hasta la aparente fragilidad, también pueden ser parte de sus cualidades.-