LA INDUSTRIA DEL TRANSPORTE
ALGO SORPRENDENTE PARA COLOMBIA: EL BUS
IKARUS - CUMMINS
La facultad de ingeniería de la Universidad Nacional de Colombia, a través del Instituto de Ensayos e Investigación, dice en su estudio de diseño optimizado de un vehículo diesel de pasajeros para operación urbana en Colombia, que el bus como vehículo para el transporte urbano de pasajeros siempre tendrá vigencia. Es cierto que los llamados sistemas masivos solucionan en parte los problemas de la movilización en las ciudades, pero siempre requerirán de los buses como alimentadores en sus distintas rutas. Y frente a los problemas planteados por los sistemas metros, surge en el mundo un número muy grande de alternativas, basadas en buses, que se destacan por su tecnología conocida y sencilla, su facilidad de operación, su bajo costo y su gran flexibilidad.
En esta época cuando gobierno y empresarios del transporte discuten cuál es el bus que necesita Colombia, llueven infinidad de ofertas por parte de las más importantes compañías dedicadas a la producción de vehículos para el transporte público.
Los expertos coinciden en señalar como el autobús más indicado para el suelo colombiano y por razones de descontaminación y de ahorro de combustible, el bus regular o normal, aquel que posee una longitud de 12 metros, una altura total de 2,9 o 3,3 mts., puertas de 2 hojas y un peso bruto vehicular de 15 mil o 18.500 kilogramos. Los estudiosos señalan como el bus indicado, aquel que produce la Ikarús Cummins. "Ese es un autobús diseñado y construido por el matrimonio Ikarús, la compañía más importante en producción de autobuses, y la Cummins, la fábrica más grande del mundo en motores diesel".
Técnicamente, el autobús lo describen así: su chasis, puede llevar motores delanteros o traseros, según el tipo de carrocería. El chasis se ofrece en distintas longitudes. En razón de que geológicamente no todas las carreteras, ni los pisos de las ciudades son los mismos, la Ikarús Cummins ha diseñado chasises con componentes fuertes, con la capacidad para aguantar pisos irregulares. Sergio Camacho, gerente general de la Cummins, en Colombia, explica que a diferencia del chasis monococo, este chasis soporta todas las reparaciones que sean necesarias. El chasis monococo cuando sufre un daño, se deteriora todo el equipo, el nuestro no, porque el chasis sigue manteniendo su fortaleza y cada componente del chasis es reemplazable individualmente cuantas veces se quiera y su mecánica es sumamente simple, debido a que sus componentes son independientes y elementales y fáciles de obtener en Colombia, por ejemplo sus resortes. En general, su trasmisión, motor, dirección o ejes son reemplazables.
LA TURBOALIMENTACION
Una gran cualidad y ventaja para el transportador colombiano es la que ofrece el autobus Ikarús-Cummins, por la función del motor mediante la turboalimentación. Esa propiedad la define asi Sergio Camacho: "En Colombia hay diferentes alturas y el turbo mantiene la potencia, no importa la altura, mantienen la combustión más eficiente, no importa el tipo de trabajo que esté cumpliendo. En consecuencia, desarrolla un trabajo de motor y de combustión casi perfecto en cualquier circunstancia. El turbo logra que la función del motor sea más silenciosa. Con estas ventajas y una combustión perfecta los gases de escape son limpios. Si el motor tiende a colgarse en una carretera o en una curva pronunciada, el turbo compensa esa falta de potencia posible, inyectando más aire, lo que evita al conductor operar un cambio de marcha. Con la recuperación de esa capacidad de potencia no se tienen que efectuar cambios continuos y como todo transportador sabe cuando menos cambios se hacen sobreviene menos desgastes de caja de transmisión y de desgaste físico del operador de la máquina. Cuando el motor trabaja sin tanto cambio, el motor dura más".
COMPRELO SIN GASTAR DIVISAS
El representante de la Ikarús Cummins en Colombia, destaca como algo favorable, el hecho de que cuando un empresario del transporte desee adquirir un autobus húngaro, de donde procede esta máquina, el país no gasta divisas, es decir, no se tendrá que girar plata, porque gracias a acuerdos comerciales entre Colombia y Hungría, nuestra nación le vende a aquella República cuantiosos volúmenes agrícolas, representados, sobre todo, en café y banano. Así que si usted quiere comprarse un moderno autobús Ikarús-Cummins, no se preocupe de cómo pagarlo, pues los húngaros a cambio de café o banano nos suministran chasises.