Especiales Semana

LA INDUSTRIA Y LA VIVIENDA

16 de agosto de 1993


UN ESTILO EN CADA RINCON
LO MODERNO Y LO CLASICO EN COMPLETA armonía. Uniformar todos los espacios con un mismo estilo no tiene razón de ser si se cuenta con buen gusto y los recursos suficientes para darle espacio a la imaginación. A los almacenes de decoración pocas personas llegan hoy en busca de un objeto específico. Caminan, se detienen frente a uno u otro escaparate y finalmente escogen lo que les ha parecido más hermoso y, claro, más innovador.
Y si de piezas decorativas con carácter se trata, en Marco Polo es posible encontrar una completa colección permanentemente renovada con artículos importados del mundo entero: India, Alemania, Italia, Holanda, Polonia, México o cualquier otro lugar.
Una simple lista de materiales puede servir para dirigirse mentalmente a ese rincón de la casa o el apartamento donde siempre se exclama: "Aquí falta algo, pero no sé qué es", e iniciar un ejercicio de prueba y error hasta encontrar lo adecuado. Qué tal algo sólido pero liviano, tal vez en latón. O quizás un poco más sofisticado, en silver play o mármol. ¿Por qué no intentar con la cerámica, el hierro o el mimbre? Las posibilidades son infinitas. En Marco Polo hay desde jarrones en cartón corrugado hasta velas de parafina. Cristal polaco y plata de India.
Allí llegan las novias para dejar su lista de regalos y terminan cargando con medio almacén seguras de que muy pocas personas podrán disfrutar de una pieza como la que ellas compraron, pues la firma nunca importa mas de tres o cuatro iguales.
LO NOVEDOSO
Es cierto que día tras día se hace mayor la posibilidad de conjugar tendencias. Sin embargo, en todo momento se puede determinar qué se esta imponiendo y lo último son los fruteros altos, al estilo romano pero en materiales impensables en la época del imperio (la plata 900, por ejemplo). También los jarrones en cristal italiano con apariencia de estar a punto de "desmoronarse" en cualquier momento, los jarrones altos en latón con cintura de mimbre y los centros de mesa con las bases tanto como las frutas en cerámica.
La lista es larga e incluye las máscaras de pie y las que se colocan en la pared, los grandes aceiteros sobre el piso, los ceniceros, los portarretratos en madera, las cajas chinas e inglesas para el escritorio y hasta los briceros para colocar las velas. Algunas de estas novedosas piezas aparecen aquí. En cuanto a las demás, habrá que verlas en Marco Polo, calle 95 con carrera 11A, en Bogotá.